Capítulo 14

46 8 0
                                        

Cuando terminan las clases, me despido de los ingleses y me voy a una cafetería a unas cuadras del campus. Me siento en una mesa alejada de todas las demás, esperando a que Miley se digne a aparecer. Me pido un café para pasar el rato.

El tiempo pasa, media hora para ser exacta, y Miley no aparece. Estoy por levantarme e irme a pagar lo que ordené cuando veo a la mencionada entrar con un chico, idéntico a ella.

—Hola —dice Miley y toma asiento frente a mí, igual que el chico, él cual no deja de observarme a mí y mis movimientos.

—Hola —digo, seca.

—¿Cómo estás? —miro al chico cuando escucho su voz— Soy Ben, su hermano —señala a Miley con la cabeza.

—Que grato saberlo —nótese el sarcasmo, finjo una sonrisa—. Como seguro ya sabes, soy Kayla.

—Ajá, Kayla Smith.

Ruedo los ojos.

—Jodido apellido —murmuro.

—¿No te acostumbras? —pregunta Ben.

—¿A tener atención por un simple apellido? —no espero una respuesta— Pues no.

—No es un simple apellido —sisea la castaña enojada. ¿Por qué estaría enojada? ¿Por mí comentario del apellido?

—Pues no le veo lo especial —me encojo de hombros, ella rueda los ojos y Ben suelta una carcajada por lo bajo— .Ahora explícame qué hago aquí, porque no pareces tan amable de invitarme un café por mi amistad.

—Primero, deja de ser borde conmigo y de estar a la defensiva. Segundo, sólo queríamos hablar —explica ella.

—Primero, yo no soy borde ni estoy a la defensiva. Segundo, no me parece que sea sólo para conocerme. Tercero, no tengo mucha paciencia, así que ve al grano.

—Su carácter se parece al de Selim —le susurra Ben a su hermana. ¿Quién mierda es Selim?

Sólo queremos hablar, ¿Quieres, por favor, bajar tus defensas? —ignora a su hermano.

Mhmm, puedo bajarle a mis humos si quieren hablar. Estás siendo una perra.

Genial. Ahora mi conciencia me llama perra.

Lo eres, a veces.

Presiento que ésta ciudad nos cambiará mucho, ¿Tú no?

Niña, lo difícil de esto es no perderse a uno mismo. Puede haber altas y bajas, pero la clave es siempre recordar lo que hemos vivido para llegar a este punto. Lo que hemos vivido para sobrevivir y no rendirse.

Ben chasquea los dedos frente a mí y me doy cuenta que estaba muy sumida en mis pensamientos que no los estaba oyendo.

—¿Qué? —paso mi vista de Ben a Miley y viceversa.

—Que si le bajaras a tus defensas.

—Ah, sí. Está bien.

—Empecemos de cero —dice Ben—. Somos Miley y Ben Diaz... —hace una pausa y arqueo una ceja para que continúe— Smith.

¿Cómo dices qué dijiste?

Eso no lo esperaba.

Arqueo ambas cejas por la sorpresa y abro los ojos como plato. No se que decir. ¿Son mi familia?

—¿Ustedes... ? ¿Cómo... ? ¿Por qué... ? ¿Son... ? —me cuesta terminar las preguntas, tengo muchas. Estoy petrificada, me he quedado sin palabras.

Solo ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora