Su voz suena sorprendida y ¿alegre? ¿Qué cojones está pasando?
—¿Usted es Michael? —pregunto con cierta duda.
Se acerca rápidamente a mi y me abraza, tomándome desprevenida.
—¡Dios mío! Hace mucho quería conocerte —exclama—. Tu madre me ha hablado de ti toda tu vida y también me ha mandado fotos.
Me separo y lo miro incrédula —¿Mi madre te ha mandado fotos de mí?
—Por supuesto.
No sé qué decir, es como si las palabras se hubieran borrado de mi cerebro.
Volteo para ver a los chicos, quienes están sorprendidos -mucho al ver sus rostros- ante el acto de cariño de Michael. Aunque Brenda no lo parece, parece que está divertida.
—Se los dije —les susurro solo para nosotros, ya que están a unos pequeños pasos.
—Hola, papá —saluda Aspen normalmente y él padre parece notarlo por primera vez. Rápidamente va al sofá en el que está sentado y lo abraza, besándole la mejilla.
—Me alegra que estés bien —le dice antes de incorporarse y fruncir el ceño mientras pasa la vista entre los cuatro —¿Se... se conocen?
—Hay que hablar —interrumpo juntando mis manos.
—Claro. Pasa al estudio —me hace una seña con la mano y antes de entrar me acerco a Aspen y lo miro con miedo.
—No tardaré, no te alejes por favor —sus ojos se conectan con los míos y sé cuál será su respuesta.
—No me iré a ningún lado, Diana. Tal vez a dormir, pero estaré en la casa —deposita un beso en mi frente y río, liberando la tensión de mi cuerpo.
Michael me espera para entrar juntos al estudio y me alejo de Aspen. La habitación es marrón y tiene varios muebles de madera, es bastante refinado y silvestre al mismo tiempo, lo que suena contradictorio pero no encuentro otra definición. Michael se sienta del otro lado del escritorio, entrelazando sus manos y mirándome con atención. Cierro la puerta detrás de mí y me siento en la silla que hay delante de su escritorio, cruzo mis piernas y alzo una ceja.
—¿De dónde conoces a mi hijo? —es el primero en cuestionar algo luego de segundos de silencio.
—Vivimos juntos.
—¿Desde cuándo?
—Desde que llegué a Londres.
—¿Cuánto tiempo es eso?
—Varios meses —sigo respondiendo, divertida.
—¿Tanto tiempo aquí y no me he enterado? —parece cuestionarse a sí mismo esa pregunta en especial, pero no me importa y la contesto igual.
—Mi propia familia tardó un par de semanas en descubrir que yo estaba aquí, así que no se lamente.
—Me enteré cuando se filtró tu hogar y fotos con Dylan Smith —confiesa— .No te he buscado porque no sabía si me conocías y no podía meterme en tu vida de la nada, no tengo ese derecho. Las cosas deben pasar a su debido tiempo y no hay que alterarlas —tenso la mandíbula y evito mirar sus ojos. Estoy harta de no saber la verdad— ¿Conociste a tu familia?
—¿Es un interrogatorio? —pregunto con una gracia fingida.
—Sí.
—Me agrada —finjo una sonrisa y contesto su pregunta: —Ya sabe que la conocí, a todos y cada uno de ellos y Ryan es el que menos me agradó.

ESTÁS LEYENDO
Solo Él
Teen FictionKayla debe sobrevivir a Londres, donde los secretos comienzan a salir a luz luego de su llegada. Secretos no es lo único que ella descubre, también descubre el significado del amor, la amistad y la traición. ¿Ella está preparada para todo lo que s...