Me despierto por un fuerte dolor en mis muñecas. No sé dónde estoy. Mi cuerpo está colgando de mis muñecas sujetas por cadenas. Me duelen los brazos y la entrepierna.
Todo está oscuro y la única luz que hay es por una ventana.
Todo es muy extraño.
Escucho un silbido, ese maldito silbido.
Trato de tirar de las cadenas pero lo único que consigo es que el agarre y el dolor se hagan más intensos.
Cameron aparece con un cuchillo y sonríe.
—¿En dónde nos quedamos la última vez? —se hace el que piensa y luego sonríe maniaticamente— Ah sí, ya lo recuerdo.
Grito. Grito hasta que mi garganta arde y lo único que se oye en el lugar fue mi llanto.
—Deja de gritar, Kay Kay. Nadie te escuchara.
—Oye, chica bragas —con confusión miro a Aspen. Está parado, relajadamente, al lado de Cameron. Él lo mira enojado por interrumpir. Aspen sólo me mira a mí.
—¿Qué haces aquí? —pregunto con un hilo de voz.
—Eso mismo te preguntaría yo a ti. Este no es tu lugar.
—No lo escuches, Kay Kay. Tú lugar es aquí y conmigo.
Paso mi vista entre los dos. De Aspen a Cameron. De Cameron a Aspen.
Aspen se acerca y me sujeta el rostro con ambas manos.
—Escúchame, chica bragas, tienes que despertar, tienes que.
—No puedo —susurro— .Estoy tan cansada...
—Sí puedes. Eres fuerte, Princesa.
—¡No lo escuches Kayla! ¡Te está engañando!
—Es una pesadilla, todo pasará. Despierta.
Me despierto sobresaltada, sentándome en la cama. Recorro con la vista la habitación, es la de Aspen. Suspiro, aliviada.
—Hey, ¿Estás bien? —pregunta una voz grave que hace que me sobresalte, otra vez.
—Joder, no hagas eso —me llevo una mano al pecho, sintiendo mis latidos acelerados— .Sí, sí estoy bien —miro a Aspen, que está a mi derecha, lleva una camiseta gris de pijama y las cobijas las tiene hasta la cintura. Me miro a mí misma y noto que estoy con la misma ropa que hace rato— .¿Qué hora es y qué hago aquí?
—Deben ser cerca de las tres de la madrugada y te traje aquí para dormir —se acomoda para volver a dormir y cierra los ojos— .¿Segura estás bien? Estabas gritando y llorando.
Me toco las mejillas y tiene razón, están húmedas. Dios, todo este tema me está sobrepasando y ahora mi mamá se fue y de pronto tengo toda una familia. Es mucho.
—Sí, sólo fue... un mal sueño —-me vuelvo a acostar, mirando el techo. Ni siquiera sé porqué no salgo de aquí y voy con Jake o al sofá. Pero... una parte de mí quiere quedarse y... — ¿Te puedo pedir algo?
—Ajá —contestó también mirando el techo.
—¿Me... me puedes abrazar? —giro la cabeza para ver su reacción y él también. Nos quedamos ahí, mirándonos unos minutos hasta que asiente.
—Ven —me jala hasta quedar a su lado, apoyo la mejilla en su pecho y él abraza con sus dos brazos rodeándome. Me besa el cabello y susurra:— .Relájate, no te pasará nada conmigo.

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Solo Él
Novela JuvenilKayla debe sobrevivir a Londres, donde los secretos comienzan a salir a luz luego de su llegada. Secretos no es lo único que ella descubre, también descubre el significado del amor, la amistad y la traición. ¿Ella está preparada para todo lo que s...