—¡Eres un cerdo asqueroso! —grito y siento el apretón de los chicos más fuerte cuando me remuevo— ¡¿Cómo tienes el coraje de venir hasta Londres después de lo que me hiciste! ¿¡Viniste a otro puto país solo para verme!?
—Lo nuestro no ha terminado —me mira fijamente, borrando todo rastro de diversión en su rostro— .Lo sabes. Te lo advertí.
—¡Estás enfermo!
—Cuidado con lo que dices —vuelva a ladear una sonrisa mientras guarda sus manos en los bolsillos de su vaquero— .Que escuche que andas de zorra, y no querrás que arruine tu reputación.
—¿Qué?
—No te hagas la estúpida, Kay Kay. Sé que vives con tres chicos y no me sorprendería que... —los chicos me sueltan y rápidamente lo callo con una bofetada.
Con su mano izquierda toca su mejilla rojiza, sorprendido, y me mira con odio. Parece que no se lo esperaba, creo que nadie de aquí lo hacía y todo se queda en silencio, oigo mi respiración acelerada y la de Cameron.
—Ni se te ocurra sugerir eso.
—¿¡Me acabas de abofetear!? —se acerca peligrosamente a mí y cierro los ojos, esperando el impacto de un golpe que no llega y abro los ojos para ver a Jake y Isaac sosteniéndolo. Dylan se acerca a mí, preocupado y me aleja unos pasos.
—¿Estás bien?
—Sí.
Voy hacia los ingleses que descargan su furia con Camarón, de discutir pasaron a golpearse como animales. Nadie se acerca a separarlos, los médicos se quedan viendo con horror la escena y los guardias que custodian solo tienen la vista al frente, ignorando todo.
—¡Paren! —les grito pero no me hacen caso. Dylan no me deja acercarme mucho— ¡Parad ya!
No me hacen caso y siguen golpeando el cuerpo de Cameron, que ya no trata de defenderse. Jake lo sostiene de una mano del cabello y de la otra lo mantiene quieto mientras Isaac se desquita en su rostro, torso, y... su masculinidad. Eso sí debe doler.
Hago una mueca cuando ahora es Isaac quien lo sostiene y Jake lo golpea. Y Jake no tiene ni una pizca de compasión como parecía tener el otro inglés. No tengo palabras para describir el rostro de Cameron, es... lo más feo que he visto en mi vida.
Ambos lo dejan de golpear cuando el otro se desmaya y me suelto del agarre de Dylan, los tomo del brazo a cada uno para alejarlos del cuerpo inconsciente.
—Déjame terminar que lo mato —dice Jake, furioso con la vista en él.
—¿Acaso están locos? —los reprendo— No pueden ir y pegarle, ¡Estamos en un hospital!
—Pues perfecto lugar para morir —Dylan sonríe como siempre y le doy una mala mirada.
—Te iba a levantar la mano —se excusa entre dientes Isaac.
—Sí, y me hubiera defendido. No le pago a mi entrenador por nada —quieren volver con Cameron y les pego una bofetada a cada uno, ambos me miran asombrados y ofendidos— ¡Los puede denunciar! ¡No estamos en momento de atender una demanda! ¡No se comporten como niños, basta!
—Kayla, tiene razón, créanme que yo también lo quiero matar pero no es el momento —interviene Dylan, volviendo a su seriedad.
Los ingleses aceptan y nos giramos hacia Cameron, quien sangra en el suelo.
Cuando lo vi pude haber entrado en pánico por la sorpresa de verlo, sin embargo, ahora que lo veo así; indefenso, impotente hacia mi, no siento nada, ni tristeza, ni pena al no reconocerle ni la cara, ni furia. Absolutamente nada.

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Solo Él
Fiksi RemajaKayla debe sobrevivir a Londres, donde los secretos comienzan a salir a luz luego de su llegada. Secretos no es lo único que ella descubre, también descubre el significado del amor, la amistad y la traición. ¿Ella está preparada para todo lo que s...