Isaac me despierta cuando es hora de la universidad. La cabeza me está matando y por ello me tomo una aspirina. Suerte que dejé la penicilina hace dos semanas, al fin estoy libre del maldito sífilis.
Admito que el proceso no me agradó, ¿pero a quien si? Es una maldita enfermedad de transmisión sexual. He investigado sobre la sífilis, y es una de las cuatro más graves. Mi doctora me dijo que tal vez no pueda tener hijos, o que se me va a complicar para concebir. No sé si es bueno o malo.
Me topo con Jake y Aspen cuando salgo de la habitación, ambos me miran como si fuese la peor abominación de la tierra, lo que me hace sentir pequeña e indefensa. Aun bajo sus miradas voy a la habitación de Jake y salgo con ropa para cambiarme en el baño.
Allí me miro en el espejo, miro mis ojos grises llorosos al recordar los ojos acusadores de Jake, que me desconciertan y me duele, duele que sea así conmigo. A las miradas de desaprobación de Aspen estoy acostumbrada. Lastimosamente recuerdo todo de ayer a la noche, y quiero ser tragada por la tierra cuando me recuerdo contándole mis problemas a un desconocido. Oliver, así me dijo que se llama.
Con mis ojos cristalizados, me cambio de ropa y antes de salir, mi móvil suena. Miley. Me alejo de la puerta y respondo la llamada.
—¿Hola?
—Hola, prima, ¿cómo estás?
—Hola, Miley, bien ¿qu-?—corto mis palabras al procesar lo que ha dicho "prima"—¿Prima? ¿Acaso la prueba...?
—¿Dio positivo? —completa ella— Pues sí, ha llegado hace semana y media. No te he contactado porque estaba resolviendo algunas cosas con nuestra familia.
Nuestra familia.
Un calor se me extiende por mi pecho y no puedo evitar ponerme a llorar de la alegría, sin perder la sonrisa.
—Somos primas, Cubito de hielo.
—Somos primas, Kay —sé que está sonriendo, lo siento así. Miley es una chica demasiado fría, a simple vista se nota. Aunque no tuve que escarbar demasiado bien para llegar al núcleo.
—Tengo familia —susurro para mi misma.
—Si, tienes familia, Kay. Ya no estás sola.
—Desde hace semanas no lo estoy —aunque esté en un mal momento con los chicos, ellos se volvieron mi familia y les guste o no, quiero reparar lo que sea que hice mal, pero ¿cómo lo hago cuando ni siquiera sé qué hice mal?
—Escucha, la familia te quiere conocer, toda la familia y cuando digo "toda" es porque somos demasiados. Tal vez no tanta, ¿sabes que? Arreglaré que solo los más importantes estemos.
—¡Claro! ¡Me encantaría!
—Perfecto, ¿el sábado te parece bien?
—Estoy libre.
—¿Quieres que mandemos un auto por ti a dónde te estás quedando?
—No, no será necesario. Supongo que alguno de los chicos me llevará.
—Okey. Nos vemos, Kay.
—Nos vemos, Cubito de hielo —colgamos la llamada y salto en mi lugar, debido a la alegría. Parece un sueño, y si lo es, no quiero despertar jamás.
Por Jésus y su padre, he encontrado a mi familia. Toda mi vida he estado sola con mi madre, con sus mentiras, y ahora tengo dos primeros y seguramente más. Tengo que investigar todo de esa familia o el sábado me dará un infarto ahí mismo.

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Solo Él
Teen FictionKayla debe sobrevivir a Londres, donde los secretos comienzan a salir a luz luego de su llegada. Secretos no es lo único que ella descubre, también descubre el significado del amor, la amistad y la traición. ¿Ella está preparada para todo lo que s...