Cap. 15: Luna de miel

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—¡Wou! —exclamó Sakura sorprendida, la habitación que Naruto había alquilado en el país del dulce fue toda una sorpresa para ella, era lujosa con cortinas de seda blancas, la cama era más grande de lo normal y en el centro estaba la forma de un corazón hecho de pétalos de rosas rojas.

Sospechosamente perfecto.

En una mesa había una hielera con una botella de vino blanco, "¿desde cuándo se volvió un romántico?"

Sakura miró el rostro de Naruto y levantando una ceja preguntó incrédula señalando el corazón, —¿tu lo hiciste?

Él se rascó la mejilla con un dedo, tenía ganas de llevarse todos los meritos pero sabía que ella no le creería —jeje... no, pero pague para que prepararan todo, ¿te molesta que no fuese yo?

—Si fueses dicho que sí, no te hubiera creído, —respondió con sinceridad, Naruto bajo los hombros desanimado, ella sonrió y agregó, —pero el hecho de que te tomaras el tiempo para reservar y eso, tiene su merito, bien hecho Naruto.

Naruto sonrió más animado, —¿probamos la cama? —propuso él.

—Yo paso, me voy a dar una ducha. —argumentó quitándose el bolso viajero y dejándolo en una esquina de la cama, en el suelo.

Naruto la abrazó cariñosamente por la espalda y bromeó diciendo —la brisa de acá es dulce, seguro que sudas miel.

Sakura torció los ojos por las boberías de Naruto, brincó ligeramente cuando sintió la lengua del rubio lamiendo su hombro desnudo, —comprobado, no es sudor Sakura-chan es azúcar derretida.

—Si claro, ahora resulta que sudo azúcar. —respondió con ironía, soltándose del abrazo del joven.

Naruto rió entre dientes y la siguió hasta el baño, —pero si no miento Sakura-chan, yo también estoy dulce, —se lamió su propia mano mientras Haruno llenaba la tina y era verdad que la brisa era dulce y ambos tenían la piel dulce, pero la pelirosa no le estaba prestando atención, se estaba amargando otra vez con el asunto de Sasuke.

Al final de cada momento feliz con el rubio, ella se acordaba que todo podía acabar de un momento a otro.

—Sakura-chan, ¿me estas escuchando?

—¡Déjate de payasadas!, tenemos que ir a la boda de la Mizukage y no podemos quedarnos mucho tiempo aquí. —le regañó estresada.

—¿Y si nos quedamos? —propuso en tono de misterio. —¿o mando un clon?

Sakura lo pensó un momento, luego negó con la cabeza —eso sería muy descortés de nuestra parte.

Quince minutos después estaban en la tina los dos juntos, desnudos, con la espuma y los pétalos de rosas rojas flotando a su alrededor, Sakura quien estaba cómoda recostada en el pecho de Naruto dijo.

—¿Tu llegarías a odiarme si yo algún día te decepcionara?

Naruto arrugó la frente levemente y respondió sin entender, —¿a qué viene esa pregunta?.

—Curiosidad... pero responde.

El rubio se puso serio, —odiarte nunca, además no sé ni de que podría decepcionarme de ti, ya hasta has dicho que me darás una familia y estoy feliz por eso.

Sakura guardo silencio un momento, pensó en que si Naruto le pedía el divorcio, volver a comenzar sería difícil, no era de las que se echaban a morir, probablemente con el tiempo, con los años volvería a casarse, pero endurecería su corazón para no volver a sufrir.

El amor apárese narusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora