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Sasuke y Karin?, no era la primera vez que Sakura-chan los mencionaba, pero eso de que estaban saliendo no terminaba de creerlo. Naruto creía fielmente que sólo era otra táctica de Sasuke para intentar acercarse a su esposa con intenciones libidinosas.
Y es que él confiaba en su esposa, pero no en Sasuke
—Sasuke nos invito a una barbacoa en su casa. —decía ella.
Naruto dejó de masticar, ¿Sasuke haciendo una barbacoa?, ¿desde cuando él era tan social?
—Será este domingo, sospecho de que va a pedirle matrimonio a Karin.
Naruto miró a su esposa, ella no parecía decepcionada o triste, al contrario, parecía emocionada y feliz.
—Tenemos que ir.
—Si eso es verdad no entiendo para que quiere que estemos en medio de todo eso. —comentó Naruto de malhumor.
—Papá bravo.
Shinachiku señaló a Naruto quien había dicho eso con el ceño fruncido. Sakura limpio la boca de su pequeño con una servilleta, —no le hagas caso, tu papá está loco.
—¿Loco? —repitió muy sorprendido.
La cara que puso el pequeño y el propio Naruto hizo a Sakura soltar una carcajada.
—No te rías Sakura-chan, me has llamado loco delante del niño, como se supone que me respete.
—Ya, ya, vamos bebé termina de comer, tu padre te ayudara a tomar tu ducha.
—No, papá loco. —negó asustado.
Sakura soltó otra carcajada.
Una hora después Naruto estaba en el baño para ayudar a su hijo a bañarse, mientras le hacía preguntas para ver que tan inteligente era su hijo, siempre veía a Sakura enseñándole cosas nuevas.
—¿Y dónde está tu nariz?, —el niño se tocó la nariz.
—¿Y para qué sirve?
—Para respirar. —respondió mientras se quitaba los pantalones cortos.
—¿Y tus orejas donde están?
—Aquí, —se tocó ambas orejitas, —y sirven para oír. —explicó muy animado.
Y así siguió preguntándole obteniendo siembre una respuesta correcta hasta que Naruto hizo la última pregunta.
—¿Qué es eso que tienes en medio de tus piernas?
—Es mi pajarito. —tapándoselo con ambas manos.
Naruto arrugó la frente, ¿Que mierda era eso del pajarito?
—¿Fue tu mamá quien te dijo eso?, —el niño asintió. —pues no es un pajarito, aunque algunas veces volara.
Shinachiku pareció asustarte porque abrió mucho los ojos, —¿se irá volando?, como podre hacer pipi si se va volando, yo no quiero que se vaya, —dijo muy preocupado.
Naruto casi se muere de un ataque de risa, luego de recuperarse tuvo que explicarle muchas cosas a su hijo.
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Con un pequeño albornoz azul el niño rubio entró a su dormitorio donde lo esperaba su mamá para ayudarlo a vestirse.
—¡Mamá tengo un pene! —entró diciendo Shinachiku, —papá dice que a las chicas les gustara y que podré hacer bebés con él.
Las palabras ingenuas y emocionadas de su hijo provocaron un ataque de tos en la pelirosa, Naruto quien venía detrás de su hijo supo que ese era el momento en que tenía que huir lo más lejos posible.