Cap. 31: Antojos

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Cap. 31: Antojos

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Algunos días después de la conversación entre el rubio y la ex Hokage, Tsunade fue a visitar a Sakura tal como le había prometido a Naruto, el Kage no se encontraba en su vivienda improvisada donde vivía, él había preferido no estar presente para que todo pareciera más natural, como si él no hubiese tenido nada que ver con el hecho de que la ex Quinta hablara bien de él.

—Tienen una casa bastante agradable, Naruto es el primer Hokage que no vive en la casa Hokage.

Sakura sonrió con orgullo, agradecida por las palabras de su maestra, aunque la visita fue sorpresiva no le molestaba la presencia de la mayor.

—Gracias, la verdad es que a Naruto le ofrecieron que nos fuéramos a vivir a ese lugar, pero no quisimos dejar esta casa, pusimos mucho esfuerzo en tenerla.

—Aunque yo no hubiese elegido el color naranja. —comentó observando con más detenimiento el brillante color.

La sala de estar estaba pintada de color naranja con detalles blancos. Sakura rió levemente.

—Yo tampoco, pero no me molesta, a Naruto hay que dejarle hacer algunas cosas, es su color favorito, incluso le puso nombre a la casa.

Tsunade rodó los ojos mientras Sakura sonreía recordando buenos momentos vividos allí junto a su esposo.

—Se llama orgullo naranja.

—Lindo nombre —dijo con algo de sarcasmo.

Ahora comprendía que no había manera de que esos dos se fueran a vivir a la casa de los antiguos Hokages, esta casa tenía un gran valor sentimental para ellos y eso la hacía muy especial.

—¿Quiere más café?

Tsunade negó dejando la taza sobre la pequeña mesa que estaba en el centro de la sala, era tiempo de revelar el verdadero motivo de su visita.

—Naruto habló conmigo sobre la situación que están pasando. —comentó sorprendiendo a la pelirosa.

Sakura enseguida arrugó la frente, le había advertido a Naruto que no quería involucrar a otros en sus problemas personales, y el muy cretino ahora pretendía que justo la persona a la que más admiraba le diera consejos, esa era una gran jugada de parte de su marido.

—Sé que no es mi asunto, pero deberías darle otra oportunidad a Naruto.

Sakura estaba con una expresión seria en silencio, dejó la taza sobre la mesa, ella de ninguna manera trataría mal a su maestra, pero si le incomodaba que se tomara a la ligera el hecho de que el rubio dudara de su fidelidad y paternidad.

—Tsunade-sama, yo respeto mucho su opinión, pero por sus palabras me hace dudar si conoce en verdad el motivo por el que me enoje con Naruto.

Sakura consideraba que sólo por ser mujer Tsunade debería entenderla y apoyarla, pero la rubia había decidido apoyar a Naruto desde el principio, ella veía en el rubio el hijo que nunca tuvo.

—Sí, conozco la historia.

—¿La conoce y no le importa?—preguntó con incredulidad y asombro.

—Si fuese otro hombre te diría que no lo perdones, pero es Naruto, ambas sabemos que es un cabeza hueca la mayoría del tiempo, pero con un corazón que vale oro, a veces no sabe decir las cosas, su intención no fue ofenderte, nadie es perfecto Sakura, uno de los defectos de tu marido es hablar demás, se dejó llevar por sus inseguridades, es comprensible, si mal no recuerdo pasaste la mayor parte de tu vida enamorada de Uchiha Sasuke, aunque lo hayas superado no es algo que Naruto olvide tan rápido, tienes que tomar en cuenta eso.

El amor apárese narusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora