Cap. 30: El regreso de Tsunade
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Era una mañana especialmente diferente en el palacio de Kirigakure, Karen, la amiga de Yamato había visitado el palacio para dejar al cuidado de la pareja a su hijo mientras ella por recomendación de Mei seria internada en un centro de sanación mental.
La Mizukage había ordenado a sus sirvientes encontrar una niñera de tiempo completo, mientras traían a las candidatas era su esposo quien se estaba haciendo cargo del infante.
Mei despego la vista de los documentos que leía cuando escuchó el gorgoteodel bebé, el castaño lo tenía en brazos mientras lo mecía y hablaba con la Mizukage sobre los avances que habían hecho con respecto al tráfico ilegal de los alimentos en las fronteras del país del agua.
—Tenzō no te encariñes mucho con ese bebé, sólo lo cuidaremos a hasta que su madre este recuperada,—Le advirtió ella.
—Lo sé, pero aun no han conseguido una nodriza y no tenia con quien dejarlo.
Mei torció los ojos, —podrías dejarlo al cuidado de alguna de las chicas de limpieza.
Yamato la miró como si ella hubiera dicho algo malo.
—No me parecía correcto sumarle un trabajo más a alguien a quien no le pagan para eso.
Mei suspiró —se supone que el personal de servicio hace lo que se le ordene, como sea, ya debe estar por venir alguna niñera, encárgate tú de entrevistarla.
Ella devolvió su atención a los documentos que leía y Yamato la observó en silencio, ayer ella se había enterado que su madre murió y no la había visto llorar en ningún momento, eso no podía ser normal, ni sano.
Dos golpecitos en la puerta rompieron el silencio que reinaba en la oficina, la joven secretaria ingreso en la oficina trayendo buenas noticias.
—Mizukage-sama, llegó la persona que quiere el puesto de niñera —anunció con una carpeta en la mano.
—Yo iré —dijo Yamato adelantándose.
El castaño salió y Mei devolvió su atención a los documentos que debía leer, de camino a una de las oficinas desocupadas donde entrevistaría a la joven que lo seguía Yamato vio a Kakashi.
El albino lo saludó con un movimiento de cabeza y siguió caminando hacia la oficina de la Mizukage, de inmediato el castaño quería dejar a la joven que aspiraba al trabajo de niñera para ir a enterase de la información que Hatake había recolectado.
Fue una entrevista muy rápida, la chica no quedo como niñera, por el simple hecho de que Yamato quería a una mujer más mayor, que ya tuviera experiencia en el cuidado de niños, ella lo tenía, pero nunca había sido madre, por lo tanto él no quiso contratar a la primera mujer que había llegado para el trabajo.
—Gracias por venir, aun tengo que entrevistar a otras mujeres, se te contactara si te elegimos como niñera.
—Adiós pequeño bebé, —se despidió la chica algo desanimada, en verdad necesitaba el empleo.
Yamato salió después de ella y se dirigió a la oficina de la Mizukage, —¿lo cuidas un momento?
—Pero...
—Es sólo un momento. —insistió él.
La secretaria de Mei no tuvo más opción que acurrucar al bebé que estaba dormido envuelto en una manta azul, —ella pidió que no dejara pasar a nadie, está en una reunión importante. —le advirtió la secretaria de Mei.
—Es mi esposa, y sé de lo que están hablando, —replicó Yamato tocando la puerta, intento abrirla pero tenía el seguro puesto.
—¡Dije que no quería interrupciones! —se escuchó del otro lado de la puerta.