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Sin darse cuenta Sakura llegó al terreno de su propiedad, su casa, aquel hogar que Naruto construyó para ellos estaba apenas a unos metros, ¿acaso Naruto sería capaz de entender la situación?. La pelirosa se llevó una mano al pecho y se obligo a convencerse de que lo que iba a hacer era lo mejor, caminó con decisión y sólo se detuvo hasta llegar a la puerta de la entrada, más no se atrevió a abrirla.
Flash back
Sasuke la miró con las pupilas dilatadas y con el cuerpo lleno de deseo, deseo hacia su amiga y no le importaba que estuviera casada con Naruto, en ese momento la necesitaba, tanto como respirar.
—No quiero que pares y no es una petición, me lo debes Sakura.
Ella resopló con una mezcla de indignación y sorpresa, —¡¿te volviste loco?!. ¡¿O no escuchas lo que dices?!.
Sasuke bufó insistiendo en que ella le debía solucionar el problema prestándole su cuerpo, Haruno nunca se había sentido más ofendida e indignada en toda su vida, respiró hondo para tratar de calmarse y ponerle un punto final a la discusión.
—Ya sé que te vale un cuerno mis sentimientos, pero prestarte mi cuerpo es el insulto más grande que podías hacer hacia mi persona, también se que te vale un gorro insultarme, pero te olvidas que estoy casada con Naruto, tu AMIGO.
El Uchiha entrecerró los ojos, no veía la necesidad de gritar, era verdad que Naruto lo llamaba hermano, pero para Sasuke el único hermano que tenía ya estaba muerto, a Naruto lo veía como a un igual, pero siempre más como un rival en fuerzas que como a un amigo.
—No se lo diremos. —soluciono tranquilamente.
Sakura abrió la boca impactada, creyó que con la mención de Naruto el pelinegro recapacitaría y hasta sentiría remordimientos, pero allí estaba la prueba de que un hombre excitado no piensa con la cabeza, apretó los labios furiosa y se armo con lo primero que vio, gracias a sus buenos reflejos Sasuke esquivo el desodorante que por poco le golpea la cara.
—¡Pero lo sabría yo IDIOTA!.
El Uchiha quien siempre ha sido un joven manipulable esta vez no se dejaba convencer, estaba seguro de que podía convencerla de entregarle su cuerpo, no por nada ella había estado enamorada de él durante años, sólo tenía que insistir un poco más.
—Nunca te he pedido nada en toda mi vida y lo único que te pido me lo niegas. —le recriminó él.
Sakura pensó en decirle que en realidad no soportaría tal acto porque le daba asco sentir su calor, pero esas palabras podía ocasionar enemistad entre ellos, Naruto lo notaria y entonces comenzaría a hacer preguntas, aunque si lo pensaba bien Sasuke nunca había sido amable con ella, ¿por qué Naruto notaria algo extraño?
Haruno bufó —Esto es ridículo, ponerte en plan de víctima no hará que cambie de opinión.
Sasuke se dejo caer de espaldas en la cama, —maldita sea, porque tuve que venir a esta casa.
Sakura medito un momento, le preocupaba que el Uchiha mantuviera deseos por ella después de que volviera a su estado normal, era demasiado arrogante pensarlo, pero cabía la posibilidad de que algo así sucediera y no podía permitirlo, tal vez si podía ayudar a su compañero.
—Sasuke-kun, creo que ya es tiempo de que conozcas a alguna chica y te enamores.
—Hmp, sólo quiero que se me quite esta maldición. —gruñó refiriéndose a su erección.
—¿Qué te parece Karin? —propuso ella.
—¿Karin? —repitió incrédulo, era verdad que sabía que su ex compañera de equipo en un tiempo babeaba por él, pero ahora ya no estaba seguro, además casi ni la veía.