Capítulo l. The last call

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-La última llamada.



Una noche más, sumadas a tantas.

Sungheun se encontraba sentada en el mismo sofá color cobre, el único sofá que le quedaba en casa. Se encontraba tan agotada, tenía tanto sueño y tantas ganas de sólo cerrar los ojos y jamás despertar. Pero no podía hacer eso, aún no. Debía estar al pendiente de aquel aparato que descansaba en sus manos desde hace horas, debía estar atenta a cuando aquel aparato transmita ese tono, tal tono que indica la llegada de una llamada, aquel tono en el que tenía todas sus esperanzas para que la próxima vez que sonara, aquel tono le indicara una llamada del policía Choi. Estaba a punto de cerrar sus cansados ojos, pero entonces reaccionó y volvió a acomodarse en el sofá.

Sus ojeras era lo que caracterizaba y resaltaba en su precioso rostro, la hermosa mujer no ha logrado dormir por largos y crueles años, no tenía paz, no tenía tranquilidad, todo aquello se esfumó hace años, no podía estar tranquila desde que perdió a su hermoso tesoro, no podía dormir ni descansar por sólo pensar que no tenía a su pequeño tesoro durmiendo entre sus brazos.

Todos los días, sin excepción alguna, salía a las calles, hacía todo lo posible todos los días por encontrar a su pequeño, pegaba carteles a cualquier lado, pagaba por que anunciaran y difundieran la información, iba a tantos lugares a preguntar, hacía tanto por saber algo de su hijo desaparecido. Todos los días desde aquella tragedia.

Hoy no fue la excepción, tan sólo esperaba que amaneciera para salir nuevamente. Esperando el amanecer como lo hacía todas las noches, en el mismo lugar. Se encontraba allí sentada a punto de cerrar sus ojos a cada minuto que pasaba, sufría y rogaba al universo por recibir una sola llamada, aunque sea una llamada de un minuto donde le confirmaban lo que más anhelaba.

Decidió encender la televisión, para distraerse un poco, buscó el canal de las noticias y subió el volumen. Su vista se quedó directo a la pantalla del televisor donde un señor de edad media comenzaba con su presentación al programa y luego procedía con la primera noticia. Dijo algo que captó su completa atención.



"Ya hace una semana que nos llegó este lamentable informe. Exactamente a las 6:25 de la tarde, fue reportado algo tan desgarrador y triste para todo el país.

En la orilla del Río Geumdangcheon, al oeste de la carretera principal de Seúl, fueron hallados tres cadáveres de infantes de aproximadamente 7-13 años de edad, en este momento la zona está siendo investigada y se ha cerrado la carretera para evitar interrupciones en la investigación. Los cadáveres están siendo trasladados a una forense, espero y se haga justicia para las inocentes víctimas...

Hasta el momento la investigación se alargó y nuevos cadáveres aparecieron..."



Apagó la televisión sin querer escuchar más, comenzó a llorar esperando que aquel tono llegara a sus oídos pronto porque sabía que esa noticia tenía que ver con su pequeño Seungmin.

Y al cabo de un minuto sonó, todo su cuerpo dejó de funcionar, sus oídos producían un molesto pitido y sus manos no paraban de temblar.

Sungheun se imaginó lo peor al contestar la llamada, imaginó que era el oficial Choi que le informaba que uno de los infantes recién hallados era su hijo, se imaginó la peor noticia, escuchó claramente las palabras del oficial dictándole detalles, también imaginó al oficial Choi diciéndole que no hallaron nada y que cerrarían el caso por falta de pruebas ya que eran muchos años sin ninguna señal de vida del pequeño, que lo más probable era que falleció en el mismo año de su desaparición, que se diera por vencida porque no hallarán ni sus cenizas...

-Buenas noches, habla el oficial Choi Bomin. Supongo que usted sabe quien soy y para que la llamo...-su voz era en un tono tan neutral y sin expresar ninguna emoción.

No, por favor no.

-B-Buenas noches oficial. ¿Pasó algo? ¿Encontraron algo, alguna señal?... ¿Oficial Choi? ¿Me escucha?-estaba tan desesperada que no podía siquiera formular bien sus palabras y el oficial no ayudaba con su lentitud.

-Escuche con atención señora Kim, y por favor mantenga la calma ante mi informe.-hizo una pausa para suspirar y continuó.-Hemos encontrado a un infante con las características reconstruidas de su hijo, pero no estamos completamente seguros de que sea él. Así que...

-¿Dónde está?-estaba tan eufórica por la lentitud con la que le hablaba.

-En el hospital general de Seúl y le repito que no estamos completamente seguros. La condición en la que el infante fue encontrado no es...-la llamada fue cortada enseguida.

La mujer pelinegra se puso en pie, se abrigó y se colocó los zapatos y salió disparada de su casa hacia el hospital.

No le importó que estuvieran a -11 grados, ni que el hospital estuviera a 40 minutos de casa, tan sólo quería confirmar que su hijo estaba ahí, que estaba vivo, que iba a verlo de nuevo, que iba a abrazarlo, que iba a poder hablarle.

Que su pequeño Seungmin había vuelto.

¿qué tal?

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¿qué tal?

𝐅𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐕𝐨𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora