Capítulo XXIII. Mario Kart

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-¿Ni siquiera miró los mensajes? Seguro te bloqueó ya.

-No digas eso, idiota.-amenaza a Seo señalándolo.-No sé que pasó... creo que se sintió muy incómodo por el abrazo.

-Eso es imposible, no creo que le haya incomodado si se durmió... tal vez... ¿cambió de número?

-Oh eso suena más creíble... le preguntaré a Felix luego.

Seo asintió terminando de beber su taza de café, era domingo y eran las 6 de la mañana. Ambos estaban despiertos porque estaban aburridos de haber dormido más de 13 horas el día de ayer.

Parecían ancianas chismosas sentados en la mesa y bebiendo café.

-Por cierto, Hari ya lleva dos noches durmiendo allá. ¿No me crees qué son pareja?

-¡Ay Changbin, por favor!

-¿Qué? No tiene nada de malo que la señora Bang sea lesbiana... sus hijos son gays.

-¡Changbin ya cierra la boca! No quiero pensar en eso, no tengo problemas con que esa sea la verdad pero...

-¿Pero qué? Seungminnie será tu hermanito político.-le molesta empujando suavemente su hombro, sólo causó que estuviera más serio.-Ya, es sólo una broma ni que fuera verdad.

-Pues no me gustó esa broma.

Se quedaron en silencio un momento para apreciar el delicioso sabor del café.

-Tú teléfono sonó.

-No es cierto.-no había escuchado nada, así que comprobó que era cierto al ver la pantalla.-Wow ya son las 7, ¡es Seungmin! ¡me respondió! Oh...

-¿Qué? ¿Qué te dijo?

-"Buenos días" sólo eso.-se levantó de la silla y se asomó por la ventana para mirar la casa de enfrente, no había nada por obvias razones.-¿Por qué sólo buenos días? Le he mandado varios.

-Lo agobiaste.


[...]


-¿Seungmin?

El menor brincó en su lugar y tiró el celular a los pies de Hari.

-¿Por qué estás despierto tan temprano?

-¡Lo siento! ¡Lo siento!

Hari se arrodilló frente a él y lo abrazó con fuerza.

-Buenos días, Minnie.

-¡No! ¡No!-se retorcía e intentaba alejarse porque no quería ser regañado, estuvo castigado toda la semana y hasta apenas hoy logró tomar su celular a escondidas para hablar con señor elote, sus mamás iban a enojarse mucho.-¡No!

-No estoy molesta, no voy a dañarte.

-Mamá Sung s-sí, ella si, ella si.

-No, ella no te hará daño.-aumentó un poco la fuerza hasta que el menor se quedó quieto, respiraba aceleradamente y sus ojitos recorrían el armario, buscaba una manera de escaparse.-¿Quieres ayudarme a hacer pan cakes?-con esa pregunta logró distraerlo de la situación.

-¿Qué digo?

-Si quieres ayudarme debes decir que sí y, si no quieres ayudarme, di que no.

𝐅𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐕𝐨𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora