Capítulo V

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-Mamaaaaaa~...-el chico daba brinquitos mientras ayudaba a su madre a guardar el desayuno de su hermano menor.-¿Por qué quisiste mudarte? ¡Estoy repleto de tareaaaas~!

Recuerda que en la otra escuela no los abarrotaban de tanta tarea ni actividades, pero ahora todo era lo contrario, con tan sólo dos semanas yendo y ya tenían más de 10 trabajos pendientes. Pero ese era su karma, se merecía tener todos aquellos pendientes por haber sido un estudiante dejado y descuidado, aunque jamás olvidará lo bien que se la pasaba con sus "amigos". No olvidará las veces que sus amigos lo cambiaron por Jeongin, ya que su hermano no tenía amigos y ellos solían acompañarlo a todas partes, porque al menor no le iba tan bien como a él.

Ahora los papeles se han intercambiado por completo, porque ahora a Jeongin le iba de maravilla haciendo vida social.

Eso le hacía muy feliz, le hacía feliz ver a su hermano riendo sin necesidad de cubrirse, riendo con sus nuevos amigos y hablando sin temor.

Le hacía demasiado bien y si su hermano estaba feliz, él también.

-Anímate cariño, intenta por lo menos hablar con una persona, sólo una. No es una perdida de tiempo.

-No es que piense eso mamá, pero es que son demasiado inmaduros e imbéciles todos.

-Hey cuidado con esas groserías Christopher, no creo que todo tu curso sea así. Sólo inténtalo y te aseguro que habrá una persona que te interesará hablarle.-contesta sonriendo y acariciando el rubio cabello de su hijo.

-¡Ya estoy listo!-aparece el menor con su mochila puesta y su hermosa sonrisa en su rostro, era inexplicable ese brillo en sus ojos, de verdad amaba tanto verlo feliz.

-Nos vamos, mami.-el mayor se despide abrazando a su madre para después colgar su mochila en un sólo hombro, faltaba media hora para que empezara la primera clase, pero anoche Jeongin le insistió demasiado que quería llegar antes, mucho antes.

-Te diré la verdad.-habló una vez cruzando la calle.-Hoy quise entrar más temprano porque Choi quiere darme clases de voleibol.

-¿Choi? ¿Quién es? ¿Es ese chico rubio que te gusta?-pregunta mirando directamente a sus ojos y riendo porque sus mejillas y orejas se pusieron rojitas ante la mención de ese chico.

-¡No! Choi Soobin es mi compañero de clase y amigo de Dahyun, bueno también es mi amigo.

-Uh~, Choi Soobin de seguro es muy lindo eh..-le molesta alzando sus cejas de arriba a abajo.

-¡Ya déjame!-le empujó justo entrando a la escuela.-Ash eres molesto. Iré a la cancha, ¿quieres ir?

-No gracias, terminaré las tareas que son para hoy. Diviértete y si necesitas algo o pasa algo me llamas y estaré aquí enseguida.

-Si, si. ¡Adiós, hermanito!-se despide sacudiendo su mano y sonriendo para luego correr hacia la cancha donde el alto Soobin le esperaba con ansias para empezar la dichosa clase.

El rubio caminó dentro del edificio en busca de su salón, los pasillos estaban vacíos y una que otra persona se encontraba por ahí, entró a su salón creyendo que estaría solo pero no, allí estaba un chico.

Para ser específicos era ese chico pelinegro, estaba sentado en su silla de ruedas y en primera fila, escribía algo en su cuaderno, llevaba audífonos puestos y su cara no mostraba ninguna expresión.
Chris pasó de largo a sentarse detrás de él en la banca que era de pareja y sacó sus audífonos, sin prestarle atención a la presencia de ese chico que hace una semana había tenido un ataque de pánico o algo así escuchó.

𝐅𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐕𝐨𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora