Capítulo XIII. Hyunjin is shy

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-Mamá.-llamó suavemente, necesitaba un abrazo, había tenido una horrible pesadilla y sentía todo su cuerpo temblar.-Mami.

Sungheun estaba dormida y no lo estaba escucuando.

-Mami.-volvió a susurrar, estaba de pie a pesar de sentir sus rodillas doler y sus piernas temblar.-Soñé q-que me hacía daño y dolía mucho... no podía hablar... t-tú no estabas... y dolía.-le hablaba a pesar de no ser escuchado, seguía de pie frente a la cama, quien sabe cómo es que sus piernas aún no se derrumbaban.-Me hacía muchas cosas malas y-y dolía...-seguía narrando su sueño, su voz era demasiado rasposa y baja debido a que últimamente no ha pronunciado ninguna palabra pero tenía demasiadas ganas de hablar para contarle la pesadilla. Dió un pasito más, pero Sungheun no despertaba.-¿Puedo... dormir... aquí?- un pasito más y asintió, como si hubiera recibido respuesta. Se sentó en el suelo y se recargó de la cama, dormiría ahí en el suelo.


[...]


Al despertar sintió su mano demasiado tibia, abrió sus ojos y difícilmente logró sentarse y estirar sus brazos, cuando hizo esto escuchó algo golpear contra el suelo.

-¿Minnie?-se acercó a la orilla de la cama y ahí mismo estaba su hijo, sentado en el suelo y profundamente dormido, sus manitos estaban sobre la cama mientras que sus pies estaban debajo de la cama, su carita estaba sobre la orilla del colchón y se le veía la marca de la sábana, se sentó más cerca y comenzó a acariciar su cabello, de esta manera lo despertaba siempre. Jamás debía despertarlo de manera brusca.-Buenos días mi solecito, ya es hora de despertar.-habló suavemente, bajando su mano hacia el cuello torcido del menor, intentó quitarle la sábana en la que estaba enrollado pero no lo logró.

-¡No!-despertó de golpe, abrazando con fuerza la sábana y alzando la mirada, sonrió al verla despierta.-¡Mami! Y-Yo... buenos días.-dijo torpemente, levantándose rápidamente.

-Buenos días, cariño.-sonrió al verlo de pie, pero se tambaleó y terminó cayendo al suelo.-Seungminnie.-habló alarmada al verle no moverse, cuando pasaba esto, Seungmin solía dejar de moverse y de hablar por días.-Está bien, vamos a levantarnos.-mantuvo la calma y tomó las muletas.

Seungmin la observó con los ojos muy abiertos, se veía asustado pero al ver a su madre tomar las muletas, se apresuró a intentar levantarse. Cuando lo logró se puso al lado de la mayor para intentar ayudarla a caminar, aunque sólo se recargaba de ella.

-¿Qué quieres desayunar hoy?

-Soñé q-que me daba tierr-

-Minnie.-le interrumpió tomándole de las manos.

-Lo sé, los sueños... no son reales.-hablaba demasiado bajo, pero gracias al inmenso silencio de la casa, a Sungheun se le hacía posible escucharlo.-Desayunar... ositos.

-Oh, no tenemos ositos, Honnie no ha venido a cocinar ositos.

-¿Llamar a Honnie?-sugirió, pues quería desayunar ositos, le encantaba cuando Honnie cocinaba porque siempre decoraba la comida a su gusto.

-No, el está ocupado yendo a la escuela.

Min asintió y dió un pasito el solo, hacia el refrigerador. Señaló el aparato y prosiguió a abrirlo, señaló algo dentro y Sungheun avanzó para saber que era lo que señalaba.

𝐅𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐕𝐨𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora