Capítulo XXV

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-Quiero a señor elote aquí.

-¿Por qué? Está ocupado.

-Pero... ya no quero jugar...

Llevaban toda la tarde jugando juegos online, Jeongin y Felix podían hacerlo durante horas pero Seungmin no estaba acostumbrado pues no solía llamarle la atención estar pegado a un aparato, le interesaba más conversar y saber sobre la vida pues muy poco sabía de ella.

Y señor elote era un sabio para los ojos de Seungmin, porque respondía detalladamente sus dudas.

-Por favor.-dijo después de casi 30 minutos en los que los chicos estuvieron sin hacer caso a su petición pues estaban muy concentrados en la partida, cuando Seungmin dijo que ya no jugaría sólo lo dejaron en el suelo y subieron nuevamente al sofá. Seungmin gateó hacia la puerta y se sentó esperando que alguno lo mirara.-¿Por favor?-intentó por última vez y nada, no recibía respuesta. Suspiró pesadamente y alzó la vista al picaporte de la puerta, su boca formó un puchero y sintió demasiada tristeza por no poder abrir la puerta e ir a buscar por cuenta propia al señor elote.

Cuánto desearía poder caminar, porque ya hubiera corrido en busca de Señor elote.

Minutos y minutos y no se movía de la entrada de su casa, quería llorar porque quería salir pero no podía hacerlo solo, al menos mamá le dijo que no debía hacerlo.

Sentía sus manos comenzar a temblar y todo era por impotencia, se sentía tan tonto, tan inútil.

-¡Sí! ¡Al fin ganamos!-exclamaron los chicos al unísono sin percatarse que Seungmin estaba a punto de llorar.

-Min, ¿qué haces?-Jeongin se levantó del sofá y se sentó a su lado, en el suelo.

-Quiero irme.-susurró frotándose las manos contra las piernas.

-¿Qué? ¿A dónde quieres ir?

-Quiero a señor elote... u-ustedes no quieren hablar conmigo, no quieren e-estar conmigo.

-No digas eso tonto, sólo terminamos la partida.

El timbre sonó e hizo al menor saltar en su lugar.

-Es señor elote, es señor elote.-comenzó a repetir una y otra vez, quitándose de ahí para que Jeongin abra la puerta.-¡S-Señor elote!-exclamó enrollándose en su pierna, estaba tan emocionado que no pensó en lo que hacía. Porque parece cómo si lo hubiera manifestado.

Chris no supo cómo reaccionar y sólo separó abruptamente a Seungmin de su cuerpo.

El menor decayó más por tal rechazo, ahora de verdad sentía que nadie quería verlo y su rostro decía todo lo que estaba sintiendo.

-Hola Seungminnie, por favor no vuelvas a hacer eso, es suficiente con que me saludes normalmente.-le dijo con una sonrisa esperando respuesta pero el menor ya no quiso ni mirarlo.

-Perdón.-dijo apartándose otro poco, se quedó en la esquinita de la sala mientras que Chan conversaba con los chicos, quería estar solo porque ya nadie quiere estar a su lado.

-¿Qué pasa?

No respondió a ninguna de las preguntas, no despegó su vista del suelo y no paró con los pellizcos contra su suave piel.

Sintió unas manos rodearle la cintura y después cómo lo alzaban, creyó que era Felix así que sólo se dejó hacer.

-Anda dime que pasa, Felix me dijo que querías que viniera y aquí estoy para ti.

𝐅𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐕𝐨𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora