Capítulo XIV. Friendship

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-Para ti.-susurró, entregándole a su madre una pequeña rosa que encontró del camino de la escuela a casa.-Linda cómo... tú.-sonrió preciosamente y dejó un besito en la frente de su madre quien no reaccionaba por la impresión de tan preciado gesto.

-Minnie muchas gracias, es hermosa.

-¿Gustarte?

-Me encantó, muchas gracias.

Seungmin sonrió orgulloso y movió las ruedas lejos, quería ir a descansar.

-Min, primero es el almuerzo.

-Come con Felix...-dijo mirando al rubio con inseguridad.-Yo... encerrado.

-No Seungmin, no te encierres.-se levantó y movió las muletas hacia donde el chico estaba sentadito.-Anda vamos a almorzar, por favor.

El menor no dió respuesta, se quedó en el mismo lugar observando de manera seria a su madre.

Estaba descubriendo lo que era desafiarla con sus acciones, más no quería saber que pasaba cuando la mayor se enojase.

-D-Dije no.-contestó, mirándole a los ojos, sin querer moverse.

-No es bueno discutir y lo sabes, es muy importante mantener tus comidas equilibradas po-

-No quiero.

-Lo sé, escuché claramente que no quie-

-¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero!-sintió su garganta arder por hablar tan fuerte por primera vez.

Era un berrinche, lo peor de todo que Seungmin suele hacerse daño cuando descontrola sus emociones. Porque no sabe que significa sentir aquella molestia en su pecho que le hace querer gritar y dañar algo, no sabe lo que significa contradecir, no sabe el daño que una discusión hace y eso le hace sentirse aún peor.

Por eso es que al ver cómo Sungheun se iba a la cocina, ignorando su petición, fue que sintió algo aún peor.

Era el dolor de ser ignorado.

-No quiero, no quiero.-susurró poniendo sus manos en sus orejas, apretujando con fuerza y cerrando sus ojos.-No quiero, no quiero.-decía haciéndose cada vez más daño, enterrando sus uñas en la suave piel de sus orejas.

Felix se acercó poco a poco, se preocupó demasiado al ver la sangre aparecer.

Sabía que no debía llegar y sólo quitarle las manos, pero se estaba haciendo daño y le quedó de opción hacer eso. Tomó con fuerza sus muñecas y las mantuvo juntas sobre su regazo.

-Seungmin ya basta.

-No, no, d-deja... la hice enojar y...

-No vamos a hacerte daño, no voy a lastimarte.

-Pero...

-No.-insistió, relajando sus manos y soltándole las muñecas.-No te haré daño, ¿sabes mi nombre?

-Felix... Felix nunca es malo... Felix n-no hace daño.

𝐅𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐕𝐨𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora