Little Secret [l.s]

11

Louis suspiró entrando a casa.

Había salido a cortar algunas flores para ponerlas en un pequeño jarrón al centro de la mesa.

Tomó las florecitas y las puso en un florero de porcelana, al finalizar, les colocó un poco de agua y lo dejó en la mesa.

Escuchó como la puerta era abierta y sonrió mientras limpiaba la mesa, pues había regado un poco de agua.

—Louis, ¿Cómo estás?

—Bastante bien, amor. ¿Qué hay de tí? ¿Todo bien en el trabajo? —Se acercó al alfa y besó sus labios de forma corta mientras comenzaba a quitarle el saco.

—Muy cansado, anhelaba llegar con mi omega. —Harry ronroneó abrazando a Louis. 

—¿Quieres cenar? Acabo de terminar de cocinar. —Sonrió abrazándose al pecho del alfa.

—Sí —Besó el cabello castaño del omega.

—Siéntate, traeré todo.

El alfa asintió besando los labios de su esposo antes de tomar asiento. Louis llegó segundos después con dos platos llenos de lasagna y unos vasos.

—Espera, traeré jugo. —Harry anunció poniéndose de pie y trayendo la botella de jugo.

Louis sonrió comenzando a cenar.

—¿Qué tal está el trabajo?

—Humm... Ah sí, un poco duro, aún tenemos un par de casos sin resolver.

—¿Los del bosque de Epping? —Frunció el ceño.

—¿Qué?

—Leí algo en el periódico de esta mañana, encontraron a una omega embarazada sin corazón.

—Oh, si... Algo muy trágico. —Harry sonrió cordial antes de beber de su vaso.

Louis suspiró ruidosamente.

—¿Pasa algo? —El alfa preguntó.

—No, es solo... No lo sé, me siento, ¿Extraño?

—¿Extraño? —Frunció el ceño olfateando el aire.

—No lo sé, no me siento yo mismo, siento que algo me hace falta, no lo sé, estoy muy sensible y... Maldición. —Louis comenzó a llorar sin poder evitarlo.

Harry suspiró observando el techo.

Le dió una última vista a su omega antes de ponerse de pie y sacar una cajita de su maletín, se la extendió a su omega y este negó.

—Toma una.

—No quiero pastillas, Alfa.

Harry bufó.

—Está bien Louis, yo nunca te voy a obligar a hacer algo que no quieres. —Sonrió.

Louis asintió limpiando sus lágrimas y soltando una risilla.

—Por eso te amo. —Besó al alfa.

El rizado se apartó antes de volver a su maletín y sacar otra cajita, infló el pecho mientras la observaba y sonrió.

—Toma. —Se la entregó al omega.

—¿Qué es esto?

—Algo que nos ayudará a saber si hay un cachorrito mío aquí adentro. —Sobó la pancita de Louis e infló el pecho de orgullo.

Louis asintió tomando la prueba y poniéndose de pie.

—Iré al baño.

—Aquí te espero, mi amor. —Harry sonrío.