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Nota: El siguiente capítulo contiene escenas que pueden herir la sensibilidad del lector.


El omega chilló emocionado cuando logró ver la casa de su padre, sintió los nervios picar en la punta de sus dedos y se removió en el asiento de cuero. Harry apretó la mano en su muslo y cuando sus miradas se encontraron, ambos se sonrieron de forma mutua.

Apenas el auto estacionó, Louis bajó corriendo y su padre ya estaba esperándolo con los brazos abiertos.

—Hijo, que alegría verte. —dijo con lágrimas en los ojos.

El Omega ronroneó abrazándose más fuerte a su padre.

Harry le dió una corta sonrisa al otro alfa.

La cual no fue correspondida.

—Te extrañé mucho, papá. —Sollozó.

—Desde que te casaste no sé que ha sido de tu vida. —dijo apretando más a su hijo y observando fijamente al alfa.

—Papá, yo también tengo derecho a hacer mi vida. —Rodó los ojos y soltó una risilla.

—Pero no a dejarme olvidado. —Soltó una risilla.

Harry tragó saliva, un poco intimidado por la mirada del señor Tomlinson, era la primera vez que se sentía así y no sabía porqué.

—Entremos a casa, he preparado trenza de manzana.

Louis gimió mientras entraba en casa, el padre del castaño recorrió de arriba a abajo al alfa rizado y asintió para finalmente entrar a casa.

—Iré por las maletas. —dijo caminando al auto.

El alfa se dirigió al coche, sacó las pequeñas maletas y finalmente entró a casa, las dejó junto a la puerta y se adentró en busca de su omega.

—Espero que ese alfa te esté haciendo feliz.

—Lo hace, papá. —Escuchó las voces en la cocina.

—Supongo que así es, la última vez que te ví fue cuando ese maldito me pidió tu mano, aunque dude en hacerlo porque-...

—¡Papá! Respeta a mi alfa, por favor.

—Lo siento, es solo que nunca me dió mucha confianza. —Lo escuchó gruñir.

—Pues a mi sí, me casé con él y soy el omega más feliz del mundo. —Escuchó el suspiro de su omega.

Harry entró con una gran sonrisa y el pecho inflado de orgullo y felicidad, abrazó a su omega y le dió un pequeño beso en su cabecita castaña.

Mark bufó.

—Lo siento, no debí hablarte así. —El omega se lamentó.

—No pasa nada, hijo.

Los alfas estaban en un par de guerras de miradas, Harry intentaba cesar la vibración que se formó en su pecho, lamentablemente, falló.

Un pequeño gruñido salió de su boca, Louis gruñó dándose la vuelta y encarando al alfa con una ceja alzada.

—Lo siento, Mark. —Se disculpó el alfa.

—Iré a tomar una ducha. —Louis anunció.

—Te acompaño. —El alfa comenzó a seguirlo.

—Styles, necesito hablar contigo. —Mark lo paró.

Harry rodó los ojos alejando las manos de la cintura de su omega, se dió la vuelta observando a su suegro. Louis llegó a su lado y le dió un pequeño besó en su mandíbula.

Little Secret [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora