Little Secret [l.s]

32

Louis escuchó como el auto era estacionado.

Suspiró nervioso sirviendo la cena y esperando al alfa con una sonrisa.

Escuchó el sonido de la puerta y cruzó las manos en su espalda.

Harry entró aventando las llaves a la mesa de entrada, hizo lo mismo con su maletín y su saco, los cuales cayeron en un sillón.

Su corbata venía desatada, su cabello revuelto y su pantalón un poco arrugado.

—¿Me puedes explicar por qué jodidos te fuiste sin avisar? —Gruñó aproximándose al omega y tomándolo del brazo.

Este gimió tratando de zafarse pero el alfa solo apretó el agarré, Louis tembló al percibir el olor a alcohol y sudor emanar del cuerpo de su alfa.

—H-harry-...

—Llego casa de Mark y lo primero que me dicen es que te habías escapado, ¿Sabes lo que pensé? Lo peor, algo pudo haberte sucedido mientras regresabas a casa. —Gruñó.

—Mi vida-.. 

—¿Por qué? Si sabes que no hay teléfono aquí, ¿Por qué no me llamaste desde casa de Mark?

—S-sueltame, por favor. —Suplicó comenzando a llorar.

—No. ¿Por qué te fuiste de casa de Mark? —Exigió sosteniendo el agarre —, ¡Ahí estabas seguro!

Louis solo guardó silencio agachando la cabeza.

Harry bufó tomando al omega de los hombros y arrinconandolo contra la pared, Louis jadeó y se asustó cuando comenzó a sacudirlo bruscamente.

—¡¿Por qué?! —Gruñó —¡¿Por qué Louis?!

—¡Me estás lastimando! —Chilló sollozando y sintiendo sus piernas temblar del miedo.

Harry pareció reaccionar se apartó del Omega y tiró de su cabello, bufó tratando de acercarse a su esposo pero este retrocedió con miedo.

—Lou, lo siento, no... —Bufó —. Por favor perdóname, mi amor.

El castaño negó aún retrocediendo hasta topar con las escaleras. Louis estuvo apunto de caer de no ser porque el brazo de Harry le sostuvo, el alfa aprovechó para pegar el castaño a su pecho y abrazarlo.

—Lou, por favor perdóname, mi vida. Estaba muy alterado y preocupado de que algo te pasará, te prometo que no volverá a suceder.

El castaño se enterró en la fuente de aroma de su alfa con necesidad, aspiró la escencia de su esposo hasta que se tranquilizó y se abrazó a su esposo con mucha fuerza.

De nuevo estaba siendo una carga para su esposo.

Seguramente su alfa tenía muchas preocupaciones con su trabajo, como para todavía preocuparse por su omega, el cual había decidido regresar a su casa sin avisarle a nadie.

Apostaba que su esposo se había sentido un mal alfa y si algo le llegara a suceder, definitivamente Harry se culparía de ello hasta el día de su muerte.

Suspiró sintiéndose culpable por preocupar a su alfa, se apartó tomando el rostro de su esposo entre sus manos y lo observó.

Harry limpió sus lágrimas con los pulgares.

—Lo siento —De nuevo abrazó al alfa —, lo siento tanto, mi vida.

El rizado asintió restándole importancia.

—¿Por qué no me esperaste?

—¡Tenía miedo! —Gimió —, ¡Han pasado tantas cosas que tengo tanto miedo de que nosotros seamos los siguientes!