Little Secret [l.s]

14

Louis negó acercándose, se dirigió a su alfa y forzó con los oficiales para tratar de liberar al ojiverde. Estos gruñeron asustandolo.

—D-déjenlo, están equivocados. —Louis gimió tratando de quitar las esposas. —. Por favor, déjenlo.

—Señor Styles, es mejor que no interrumpa en el procedimiento. —El oficial mayor negó.

—¡Déjenlo! No sé lo lleven, por favor —Louis comenzó a llorar de desesperación. —. ¡Déjenlo! ¡No!

—Louis, déjalo por favor. —dijo el alfa resignado.

—¡No! No puedo dejar que te lleven cuando ni quisiera han hecho el procedimiento correctamente ¡Están equivocados!

—Lou...

—Señor Styles, aquí está la orden. Ahora, si nos permite lo llevaremos.

El castaño negó aferrándose al pecho de su alfa. Harry solo gruñó queriendo refugiarlo en sus brazos y marcarlo con su olor para calmarlo pero las esposas se lo impidieron.

—Esto es una equivocación, ¿Verdad, amor? —Louis observó los ojos verdes de su alfa.

—Lou, solo llama a Mark y a tú padre, ellos sabrán que hacer. —dijo por último subiendo al coche de los oficiales.

—¡Alfa!

—Lou, te amo.

—¡Haré lo necesario para demostrar tu inocencia! —Gritó antes de que cerrarán la puerta.

Louis comenzó a llorar de forma desgarradora.

—¡No, Harry por favor, no se lo lleven! —Louis gimió acercándose más al auto y comenzó a golpear las ventanas.

El auto comenzó a avanzar y Louis cayó al suelo de forma brusca, gritó angustiado y solo observó cómo las sirenas desaparecían entre la niebla espesa y la amena lluvia. 

Cuando reaccionó, rápidamente se metió a casa y se dirigió al teléfono, lo descolgó y maldijo cuando esté anuncio la línea fuera de servicio.

—¡Jodida mierda! —Gritó tirando del conector hasta que lo desconectó.

Sus manos temblaron mientras trataba de colocarlo de nuevo, sorbió su nariz mientras limpiaba de forma descontrolada las gruesas lágrimas que caían por sus hermosos orbes marinos.

Limpió el sudor de su frente y negó sintiendo las lágrimas bajar nuevamente. Tomó el teléfono y cuando esté marcó la línea, colocó el número de su padre en la rueda giratoria.

—Contesta mierda. —Gruñó desesperado cuando el alfa no tomó la llamada —. Por favor contesta, contesta por favor.

—¿Hijo?

—¡P-papá!

—Son las tres de la mañana, ¿Están bien? —Cuestionó el alfa con voz rasposa.

Louis gimió mientras negaba con la cabeza, como si su padre lo pudiese ver a través de la línea.

—N-no, necesito que vengas a casa L-lo más p-pronto posible.

—¡¿Ese maldito te hizo algo?! Juro que lo mataré con mis propias-...

—¡Harry no hizo nada! Por favor ven en cuanto puedas.

Escuchó el suspiro de su padre al otro lado de la línea, Louis volvió a suplicar.

Lo único que quería era que su inocente alfa saliera libre, que su imagen no se manchara con suposiciones, quería a su Harry.

Louis era capaz de dar su vida por su alfa, sería capaz de dar su vida porque nadie le hiciera ningún tipo de daño a su esposo, aquel que amó desde la primera vez que lo vió, aquel que a diario llevaba gigantes ramos de tulipanes rojos pese a los gruñidos y maldiciones de su padre.