Little Secret [l.s]

10

Louis caminó mientras arreglaba su cabello, hoy era la fiesta de los "bebés" Kennedy y supuso, que tenía que estar elegante. Así que se había vestido con un traje que su alfa le había traído.

—¡Alfa! —Gritó, pues el ojiverde estaba en el sótano.

—¡¿Qué?! —Escuchó.

—¡¿Tengo que llevar corbata?! —dijo observandose en el espejo.

No hubo respuesta.

Louis gruñó, quizás Harry no lo había escuchado.

Gimió lastimero mientras comenzaba a bajar las escaleras. Caminó dentro del sótano, observó que la puerta donde Harry tenía sus cosas de trabajo, estaba completamente abierta pero, todo estaba oscuro ahí adentro.

Se encogió de hombros.

—¿Amor? —Murmuró.

Louis no obtuvo respuesta.

Harry entraba tranquilamente al área de lavado, parecía no haberlo escuchado, olfateado o sentirlo. Así que simplemente Louis se encogió de hombros mientras tomaba el pomo de la puerta.

Ya tenía un plan.

Entraría y sacaría sus cinco libras, además, aprovecharía para sacar algún bote de oxígeno activo ya que la maldita y gigante mancha de sangre estaba aún presente en la sábana blanca.

Gruñó girando la perilla, empujó la puerta y comenzó a abrirla. Giró la cabeza para asegurarse que Harry no se acercase.

Terminó de abrir la puerta y sonrió decidido.

Iba a entrar.

Su plan se fue a la mierda cuando el pecho de su esposo apareció frente a él impidiéndole el paso.

—¡Tengo tus cinco libras! —Harry anunció mostrando sus hoyuelos.

Louis sonrió tensó.

—¡Oh! Eso es genial, a-alfa. —Observó el cuarto de lavado rápidamente.

—Lou, ¿Por qué estás tan tenso? —Frunció el ceño y cerró la puerta, se aseguró de cerrar con los tres candados de siempre antes de observar de nuevo a su omega.

El omega solo bajó la mirada.

Si Harry estaba en el cuarto oscuro, ¿Quién mierda había entrado al cuarto de lavado?

—Louis —Harry le sostuvo el rostro con sus dos grandes manos. —, ¿Estás en estado?, ¿Tendremos un hijo y por eso estás tan nervioso? —El alfa pronunció orgulloso.

Mierda.

Después del celo Louis olvidó hacerse la jodida prueba.

—No lo sé, no he podido salir a comprar la prueba y tú te olvidaste de traerla. —Se excusó.

Harry suspiró mientras comenzaba a subir las escaleras.

—Mañana la traeré. —Se volteó y sonrió. —, ¿No subes?

—¡No! —Sonrió para despistar a Harry. —, olvidé un calcetín en el cuarto de lavado y... necesito sacarlo.

Harry asintió sin dudar, cuando el alfa desapareció de su vista, Louis suspiró acercándose al cuarto blanco.

Tomó el pomo de la puerta y gruñó al observar como está estaba cerrada con seguro. Él la había dejado así hace varios días, la llave estaba en su pantalón.

Así que, el que alguien haya entrado ahí, era completamente imposible.

—Mierda, estás volviendote loco. —Susurró para sí mismo antes de subir las escaleras.