Little Secret [l.s]

24

El resto del día podía resumirse en una palabra.

Aburrido.

Después de una experiencia extraña Louis había regresado a casa. Regresó a su habitación y comenzó a leer un libro que se había colado en su maleta, no sabía cómo había llegado ahí pero leyó su contenido.

"Rojo y negro" de Stendhal.

Llegó a leer hasta la mitad de la novela cuando escuchó como la puerta era tocada, después de algunos segundos el sonido de unos pares de tacones retumbó en la casona.

Frunció el ceño, cerró el libro y lo dejó con delicadeza sobre la mesa de noche, se colocó sus zapatos y comenzó a avanzar hasta la puerta.

Se acercó hasta el barandal y ahí pudo observar a un grupo de omegas, 11 para ser exactos. Louis observó como Mary se acercaba a ellas y comenzaba a saludarlas con un beso en la mejilla.

Louis volteó asustado cuando sintió alguien detrás suyo, jadeó cuando observó a Lily detrás de él, tenía la cabeza gacha como mayormente lo hacía y esto le daba miedo a Louis. Aferró sus manos al barandal por instinto.

—¿Q-qué?

—A las doce en punto las omegas se reúnen mientras los alfas trabajan. —La omega murmuró tomando bruscamente la muñeca de Louis.

Lily jaloneó al castaño hasta que este cedió y comenzó a seguirla. Louis frunció el ceño e intentó soltarse del agarre pero está nunca cedió.

—¿P-podrías soltarme? Me estás lastimando. —Murmuró apenado.

La omega no hizo ningún movimiento. Louis gimió antes de continuar avanzando en silencio. Bajaron las escaleras y pararon en la sala, de forma automática el grupo de omegas volteó a observar a Louis.

—¿Quién es él? —Preguntó una Omega de cabello negro.

—¡Louis, querido! —Mary se acercó a él y le envolvió en un abrazo.

Louis notó como ahora la omega se había teñido el cabello de rojo. Se preguntó internamente como Mary podía cambiar el color de su cabello en tan poco tiempo y sin ningún tipo de daño.

—Queridas, él es Louis. El Omega de Harry. —La pelirroja sonrió acercando al castaño al grupo.

—¿De Harry? —Otra omega pelinegra se acercó.

Louis contempló sus ojos marrones.

—¿De verdad? No sabíamos que Harry estaba casado. —Una rubia se acercó y sacudió su cabello.

—Fue una ceremonia muy privada y me atrevo a decir que un poco improvisada, ni siquiera el papá del muchacho asistió. —Mary le murmuró a la rubia pero Louis alcanzó a escuchar.

Y Louis sonrió un poco incómodo al recordar eso.

Mark aceptó de forma inmediata que Harry le pidiera la mano de su hijo. Y es que Harry era todo lo que Mark podía pedir para su único cachorro.

Honesto.

Trabajador.

Cariñoso.

Fiel.

Humilde.

Pero lo que ambos no sabían es que meses más tarde Mark enfurecería cuando Harry quiso que el omega se fuera a vivir con él aun sin casarse.

Y de esta manera, Mark trató de hacer todo lo posible por qué el compromiso de disolviera.

Un Louis con 16 años empacó sus cosas y trató de escapar con el alfa de 18. No lo lograron pero siguieron intentando hasta que Mark tuvo que ponerles un alto.