Capítulo 13

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Intenté moverme para cambiar de postura pero no me dejaron. Abrí los ojos encontrándome con un pecho desnudo, levanté un poco la cara, mordí mi labio sonriendo cuando ví a Kilian dormido, que me tenía abrazado a él.
Fuera todavía estaba un poco oscuro, así que cerré los ojos para seguir durmiendo y rodeé su cintura con un brazo. Nos dormimos tarde por culpa de los truenos, Kilian se quedó despierto hablándome para tranquilizarme hasta que fueron parando, yo me dormí primero que él, seguro estaba muy cansado por dormirse tan tarde.
Cuando desperté, él no estaba a mi lado. La habitación estaba iluminada por el sol, así que cogí mi móvil para comprobar la hora. Las diez y veinte de la mañana, había logrado dormir varias horas, por suerte al día siguiente tampoco trabajaría, por lo que intentaría descansar las horas necesarias esa noche.
Después de cepillar mis dientes y lavar mi cara, bajé.

── Buenos días ──le dije a una chica que estaba limpiando.

── Buenos días señor ──me dedicó una sonrisa, se la devolví. De alguna manera me sentí avergonzado.
Kilian estaba en la cocina, de espalda a mí recargado en la encimera leyendo un periódico, cerca de la estufa, había una señora preparando el desayuno.

── Buenos días ──los dos me miraron, ella se acercó inmediatamente a mí.

── Buenos días señor Elián, encantada de conocerlo, soy Maximiliana ──me dió dos besos, miré de reojo a Kilian, que estaba sonriendo── Estoy a sus servicios.

── Pues muchas gracias, yo también estoy encantado de conocerla, pero por favor, nada de señor, eso déjelo para Kilian ──ella lo miró a él.

── Como diga él ──dijo Kilian── Solo llámalo por su nombre.

── De acuerdo, el desayuno estará en unos minutos ──volvió a lo que estaba haciendo.

── Está emocionada porque hace años no tenía novio, eres el primer hombre que ve aquí desde mi última relación ──me tomó de la mano, tiró de mí y me besó. Mis mejillas ardieron, no le importó que Maximiliana estuviera ahí. Acaricié sus brazos que estaban desnudos porque él seguía sin camiseta.

── ¿Puedo saber por qué razón no desperté a tu lado? ──susurré cerca de su boca, sonrió y acarició mi mejilla.

── Lo siento, es que tuve que levantarme a ──fue interrumpido──:

── ¿Podré por fin conocerte cómo se debe? ──abrí los ojos como platos sin apartar los ojos de los de Kilian.

── Tuve que levantarme a recibirla ──terminó de decir. Me giré a ver a su madre, que estaba de brazos cruzados. 

── Señora Clarise ──recordé que Kilian me había dicho su nombre la anoche anterior cuando estábamos en la cama── Disculpe mi mala educación de la anterior vez, en ningún momento quise comportarme así, no es excusa pero cuando desperté y vi a su hijo la vergüenza me invadió y por eso salí corriendo ──hablé nervioso. Ella continuó sin decir nada. Cuando finalmente sonrió, solté un suspiro.

── De acuerdo Elián, no te preocupes, si haces a mi hijo feliz, te aseguro que nos llevaremos bien ──se acercó y me abrazó. Le devolví el abrazo.

── Encantado de conocerla ──se separó y me miró con una sonrisa.

── Creeme que el gusto es mío, deseaba conocerte bien y saber por qué razón mi hijo no deja de hablar de ti. Adelanté mi regreso solo porque él me dijo anoche que han empezado a salir ──Kilian me abrazó por detrás.

── Mamá, ¿verdad que es muy guapo? ──mis mejillas quemaban más que nunca.

── Kilian, por Dios ──hablé avergonzado. 

── Es verdad ──dijo ella sonriendo── Eres muy guapo, tienes a mi hijo babeando. 

── Muchas gracias. 

── Solo es la verdad cielo ──miró a Kilian── Llamaré a tu hermano, quiero ver a mis nietos, los dejo desayunar.

── De acuerdo ──dijo él. Cuando ella salió de la cocina, me giré a verlo.

── ¿Te gusta hacerme pasar vergüenza o qué? ──le di un pequeño golpe en el pecho, sonrió.

── Solo estoy diciendo la verdad, eres un bebé hermoso.

── Me dan ganas de matarte ── hablé cerca de su boca. Me besó. Sonreímos en medio del beso cuando hubo un aclaramiento de garganta──:

── Ya pueden sentarse a desayunar.

── Gracias Maximiliana ──dijo él. Nos sentamos en la mesa que había ahí a desayunar la fabulosa comida que había hecho ella. Salió de la cocina dejándonos solos.

── ¿Me prestas ropa? 

── Por supuesto. Mamá le pedirá a mi hermano que venga a cenar con su familia, podrás conocer a su mujer y a mis sobrinos.

── No ──negué con la cabeza pensando en Lorenzo, que todavía no ha entendido que no estamos juntos, después de que intentó cortarse las venas, sé que es capaz de hacer cualquier cosa, y yo no voy a estar en paz hasta librarme de él por completo── Me iré después de desayunar ──frunció el ceño.

── No trabajas, ¿tienes algo qué hacer?

── Tengo que ir a mi casa, no puedes pretender que después de que pasamos toda la noche juntos también me quede hoy.

── ¿Por qué no? Sé que luego durante la semana nos veremos poco por el trabajo de ambos, quiero pasar todo el tiempo que pueda contigo ahora que te tengo para mí, además, quiero que compartas con mi familia. 

── Bombón, a mí también me gustaría, pero tendrá que ser en otro momento ──nos quedamos mirando, su mirada de tristeza me mató. Soltó un suspiro y miró su plato.

── Está bien ──terminamos de desayunar y subimos. Me buscó una ropa y salió de la habitación. 
Después de ducharme y arreglarme, bajé.

── Me ha dicho mi hijo que no podrás cenar con nosotros hoy.

── Así es, lo siento mucho.

── Está bien, pero para la próxima estarás sí o sí.

── Se lo prometo ──me despedí de ella con dos besos y miré a Kilian, que me miraba sentado desde el sofá sin ninguna expresión en el rostro── Me voy ──se puso de pié, pasó por mi lado y fue hacia la puerta, lo seguí. 

── Eduardo, lleva a Elián a su casa, por favor ──le dijo desde la puerta a su chófer.

── Como ordene señor ──lo abracé por detrás y besé su espalda.

── Deja de estar así ──pedí.

── Quería pasar más tiempo contigo y me ilusionaba el hecho de que cenaras con mi familia esta noche, no puedo evitar estar disgustado ──me puse delante suyo, tomé sus manos y las llevé a mi cintura.

── Lo siento, lo sabes, ¿no? ──suspiró y asintió con la cabeza.

── Lo sé.

── Entonces no estés enojado conmigo, te prometo que ya cenaré con todos ustedes. 

── No estoy enojado contigo.

── Entonces dame un beso ──después de unos segundos mirándonos, hizo una pequeña sonrisa y me besó, pasé los brazos por su cuello y llevé una mano a su nuca para profundizar el beso── Gracias por estar casi toda la noche tranquilizandome.

── Lo hice gustoso y lo haré siempre que haga falta ──sonreí.

── Te echaré de menos ──susurré cerca de su boca. 

── Yo te echaré mucho más de menos bebé ──nos dimos un beso más y nos separamos. Tenía unas inmensas ganas de quedarme, pero pensar en Lorenzo me puso los pelos de punta. 
Mientras iba en el coche me fijé en que tenía varias llamadas perdidas suyas de anoche.

Conquistando a un millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora