Capítulo 20

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De camino a casa de Kilian, mi madre no paraba de agradecernos, Kilian le decía que lo había hecho con gusto y que no volvería a pasar por algo así. 
Mi mano iba entrelazada con la de mi madre, me sentía orgulloso, gracias a kilian y a la rabia que sentí cuando ví el ojo de mi madre, fui capaz de pegarle a ese señor con el bate.
Al llegar a casa, Kilian le presentó a su madre, la señora Clarise se la llevó a una de las habitaciones de invitados. Lo abracé fuerte, me abrazó y me dió muchos besos en el pelo.

── Gracias, sin ti no podría haberla sacado de ese infierno ──Lo miré── ¿Cómo te pago por esto? ──Sonrió y acarició mi mejilla.

── No tienes que pagarme nada, odio que maltraten así a las personas, más si son mujeres y aún encima tu madre.

── Me estás dando mucho y yo a ti nada.

── No me tienes que dar nada, esto lo hace el amor, tú has sufrido mucho, yo voy a curar tu corazón poco a poco ──Mordí mi labio tembloroso con los ojos llenos de lágrimas.

── Sin duda que te acercaras a mí en aquella fiesta, ha sido lo mejor que me ha pasado. Espero no decepcionarte nunca ──Pegó su frente en la mía.

── Estoy seguro que no lo harás ──Mi móvil sonó en mi bolsillo── ¿No vas a contestar?

── No voy a interrumpir este momento por un móvil ──Rocé nuestros labios, cuando sonrió terminé de pegar mi boca a la suya. Llevé una mano a su nuca y la acaricié, me abrazó por la cintura y me levantó un poco haciéndome sonreír. 
Cuando nos separamos, acarició mi mejilla. 

── Contesta, estaré en mi oficina ──Asentí. Cuando se alejó saqué el móvil, sentí mi corazón acelerarse al ver que se trataba de Lorenzo, por culpa suya yo podría hacerle daño a Kilian, tengo que dejarle las cosas claras e irme de ese piso para poder dejar de llevar esta carga, con esto, de alguna manera estoy engañando a Kilian a parte de mentirle.
Decidí poner el móvil en silencio e ir a la oficina. Kilian estaba parado delante de la ventana, con una mano metida en el bolsillo de su pantalón de traje mientras escuchaba por su teléfono, ya que estaba teniendo una llamada. De repente se puso tenso y aflojó el nudo de su corbata para luego mirar su reloj. 

── Estaré ahí en una hora y media ──Dicho eso colgó y se giró, cuando me vió sonrió, otra vez supo relajar su semblante al verme.

── Me gustaría poder hacer eso.

── ¿Qué cosa? ──Se acercó a paso lento.

── Saber separar las cosas, cuando estoy enojado lo pago con todo el mundo, tú en cambio, cuando estás enojado y me ves, dejas de estarlo ──Tomó mi mano.

── A mi me costó aprender, yo te enseñaré porque me parece que no es correcto que paguemos nuestros enojos con personas que no han tenido que ver con ello ──miró mi mano unos segundos y luego me miró otra vez── Tengo que salir a resolver unos asuntos, cenen ustedes tres, no me esperes despierto porque no sé a qué hora voy a regresar ──Fruncí el ceño.

── ¿Ha pasado algo en tu empresa?

── Bebé, por tu seguridad no puedo contarte a dónde iré ni a qué, solo te diré que tengo que dejarle varias cosas claras a una persona, no te preocupes por mí, ¿de acuerdo? ──Asentí no muy seguro. Tomados de la mano, fuimos a la entrada de la casa, ahí besó mi frente── Discúlpame con nuestras madres. 

── Está bien. 

Cuando se marchó, subí a la habitación y me duché. Durante la cena, mi madre y Clarise continuaron conociéndose, yo no participé mucho en su conversación porque estaba preocupado por Kilian.
Después estuvimos en el salón hasta que decidimos irnos a dormir. Dí muchas vueltas en la cama, no lograba dormir.
Desperté porque escuché que se estaba duchando, miré el reloj de la mesa de noche, eran las tres de la madrugada. Me senté apoyando la espalda en el cabecero de la cama. 
Solté un suspiro de alivio cuando lo ví salir del baño con una toalla envuelta en su cintura. 

── Perdona por despertarte ──Negué sonriendo.

── Estaba preocupado, me alegra ver que ya estás aquí.

── Cariño, sé cuidarme muy bien, no te desveles por mí.

── Imposible ──Se puso un boxer y se acercó a un mueble, fruncí el ceño cuando me fijé en su costado. Me bajé de la cama y me acerqué. Al tocar sus costillas, se quejó un poco y me miró── ¿Y esto? 

── Cosas que pasan, estoy bien ──Sabía que no me diría nada, así que preferí no insistir. Me dirigí a la puerta de la habitación── Elián, ¿a dónde vas? 

── Ahora regreso ──Bajé y fui a la cocina. Había visto un cajón con cosas para heridas, y aunque lo suyo no fuera una herida, esperaba encontrar algo que pudiera ayudarlo. Después de buscar durante un rato, logré dar con una pomada para los hematomas. 
Entré y cerré la puerta, estaba sentado en el borde de la cama. Me senté a su lado── Es para hematomas ──Le informé. 
La esparcí por toda la zona con hematoma. Lo miré cuando sujetó mi mano, ya que impidió que me parase. 

── No quiero que estés enojado ──Sonreí. 

── No estoy enojado, no sé por qué terminaste así y tampoco te preguntaré, tú sabrás cómo haces tus cosas y porqué. Lo que estoy es un poco molesto porque te hayan golpeado ──Sonrió, tomó mi cara con ambas manos y me besó. 

── En unos días se me irá el golpe y no me dolerá, no te preocupes ──Me dió un beso más── Ahora sí, a dormir, no quiero que en la mañana estés cansado. 

Al día siguiente bajé a desayunar encontrándome con nuestras madres.

── Mamá ──Besé su frente── ¿Cómo has dormido?

── Muy bien mi amor ──Me abrazó── Buenos días Kilian ──Se separó de mí para saludarlo con un abrazo.

── Buenos días señora Kelly, ¿cómo ha pasado la noche?

── Muy bien, mejor que nunca, gracias por permitir que durmiera aquí ──Él sonrió.

── Me alegra saber que durmió bien y que está cómoda aquí. Ahora somos familia, mi casa es su casa. 

── Gracias cielo ──Me miró a mí── Él me gusta más que tu ex ──Sonreí.

── A mí también me gusta más ──Admití. Kilian me abrazó por la cintura y besó mi mejilla. 

── Pasemos a desayunar para que no se nos haga tarde. 

── Amor ──Dijo la señora Clarise cuando fuimos hacia la puerta después de desayunar, Kilian la miró── Quiero llevar a Kelly de compras, ¿te parece bien?

── Por supuesto mamá, las llevará uno de los chicos. Pasenla bien.

Una vez en la ciudad, me despedí de Kilian y me fui a trabajar. Como recibí mi primer pago, a la salida del trabajo le pedí a Chris que me llevara a la casa del dueño del apartamento que estaba compartiendo con Lorenzo, él ya había pagado uno de los meses que debíamos, así que yo pagué el siguiente y después pasé a pagar el agua y la luz. Él todavía no regresaba de ver a su tía.

Conquistando a un millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora