Narra Elián
En la madrugada nos tocó despertar una vez porque la niña despertó, le dimos leche y se durmió enseguida.
Yo ya me había duchado y arreglado, la niña aún dormía y Kilian se estaba duchando. Fui a la habitación de Ezekiel, sonreí cuando lo vi dormir abrazado a uno de los peluches que le compramos. Kilian lo trajo anoche a su cama luego de que se quedara dormido.
Me senté en el borde de la cama y acaricié su mejilla.── Bebé ──me costó un poco despertarlo── Hola ──le dije sonriendo. Sonrió y me abrazó.
── Hola.
Besé su pelo.
── Vamos a arreglarte.
Lo duché y le puse una de las ropas que trajo.
Me siguió hasta la habitación. Kilian tenía la parte baja de su ropa incluido los zapatos. Se giró mostrándome que tenía a la niña en brazos.── Acaba de despertar ──la cogí de sus brazos── Buenos días campeón ──se acercó al niño, que levantó los brazos para que lo cargara. Kilian le besó la mejilla y lo miró── ¿Dormiste bien?
── Sí, me gusta mucho mi habitación.
── Me alegro mucho cariño.
── Arreglo a la niña, desayunamos y vamos al colegio que estuvimos mirando ──hablé.
── vale.
Cuando estuvimos todos listos, salimos de casa.
Fuimos a uno de los colegios que habíamos visto para Ezekiel.
Luego de que nos dieran su uniforme y un listo de las cosas que necesitaría, salimos directos a la tienda.
Compramos su cosas para el colegio, mucha ropa nueva para él y para la niña, y varios juguetes más. Christopher tuvo que dar varios paseos al coche para dejar las bolsas.
Regresamos a casa justo un poco antes de que fuera la hora de comer.
Subimos a arreglar a los niños. Mientras estábamos arriba, fuimos oyendo como llegaba la familia.── Estoy nervioso y feliz ──Le susurré a Kilian, estábamos detrás de la puerta que nos llevaba al salón. Sonrió y acarició mi mejilla.
── Yo también. Pasaré primero, esperen aquí ──Asentí── Hola familia ──Los saludó a todos── Mamá, señora Kelly, tienen que contarnos que tal estos días de vacaciones, pero antes, Elián y yo tenemos una noticia que daros. Esperad un momento ──Vino hacia nosotros y cargó a Ezekiel── ¿Listos? ──Asentí.
En cuanto entramos al salón, todos nos miraron.
── Hola familia ──Hablé yo── Queremos presentaros a nuestros hijos.
Nadie dijo nada. Miré a Kilian de reojo, que jugaba con los dedos de Ezekiel, ambos sonreían, eso me relajó un poco y sonreí.
── A ver a esa cosita tan pequeña ──habló mamá mientras se acercaba. Miró a la niña sonriendo y luego a Ezekiel── Son preciosos. ¿Cómo se llaman?
── Él se llama Ezekiel ──Dijo Kilian.
── Y a la niña le hemos puesto Hailey ──Hablé yo.
── Son preciosos y tienen unos nombres preciosos ──habló la madre de Kilian mientras se acercaba.
── Cariño, ellas dos son tus abuelas ──Le dije. Me miró.
── ¿Tengo dos? ──preguntó sorprendido. Todos sonrieron.
── Así es.
── Yo soy la abuela Kelly, ¿puedo cargarte? ──Ezekiel asintió. Una vez en los brazos de mamá, la miró atentamente y le tocó la cara, luego me miró a mí.
── Tú también tienes esto ──Se refería a las pecas.
──Sí, nos parecemos porque es mi madre.
── Yo soy el tío Martín.
Se fueron presentando todos y cargándolos a ambos.
── ¿Quién es ella?
── Se llama René, es tu prima ──Le dijo Connor.
── Es muy guapa ──René se puso tímida cuando lo escuchó.
── Les salió ligón el hijo ──todos nos reímos por el comentario de Connor── Pero lo siento, esta señorita no tendrá novio hasta que tenga cincuenta años.
── Cariño, no seas exagerado.
── ¿Puedo jugar con ellos dos?
Cuando Kilian le dijo que sí, él, René y Ronald se alejaron hacia una zona del salón que hemos acomodado con varios juguetes.
El resto del día lo pasamos genial. Les contamos como esos dos angelitos se robaron nuestros corazones y lo felices que estamos ahora.
Se marcharon en la noche.
El niño estaba tan cansado que se durmió enseguida, así que solo tuvimos que ponerle el pijama y meterlo a la cama.
A la niña después de cambiarle el pañal, ponerle un pijama y darle el biberón, la dejé en su cuna.── ¿Viste lo feliz que estaba cuando los vió a todos? ──Me acerqué a la cama.
── Sí ──giró la cara para verme cuando me tumbé a su lado── Ha sido un día precioso, sobre todo para ellos dos.
── Estoy de acuerdo ──Asentí sonriendo── Estaba muy feliz con todos, sobre todo cuando estaba jugando con René y Ronald.
── Me alegra que estén nuestros sobrinos, así se integran. Y ya mañana empezará el cole.
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Conquistando a un millonario
Literatura Feminina¿Qué estarías dispuesto a hacer por nuestro amor? Fue la pregunta desencadenante de los problemas que empezaron a tener Elián y Lorenzo. Elián siempre había estado dispuesto a hacer todo por la relación de ambos, hasta que se da cuenta que durante...