Capítulo 34

109 15 4
                                    

Los dos nos estábamos mirando, nos habíamos sentado en mi cama después de darle las buenas noches a mi madre.

── Amor, sé que estás enojado conmigo, pero yo solo ──Lo interrumpí con un beso. Pasó los brazos por mi cintura y me levantó hasta hacer que terminara sentado encima suyo con una pierna a cada lado de su cintura, con mis brazos en su cuello, lo pegué más a mí. Sonreí en medio del beso porque me abrazó fuerte por la cintura. Al separarnos acaricié su labio, concretamente en la esquina donde tenía el golpe.

── ¿Te duele? ──Sonrió.

── No ──Nos quedamos mirando un momento, fruncí el ceño al recordar aquella vez que llegó golpeado, así que si tenía el labio así, me hizo pensar lo peor. Llevé las manos a su abrigo, después de quitárselo pasé a los botones de su camisa── Amor ──Detuvo mis manos── Estoy cansado.

── No es por eso, solo quiero ver que estés bien.

── Estoy bien, no te preocupes.

── Kilian, quiero verte ──Suspiró. 

── Tengo varios golpes, pero no es nada, estoy bien ──Me quité de encima suyo. 

── Quítate la camisa. 

── No.

── De acuerdo ──Me crucé de brazos── Vete.

── Elián…

── Me enseñas o te vas. 

── Tú mandas ──Se puso de pié y llevó las manos a los botones de su camisa. Mordí mi labio preocupado cuando ví su costado izquierdo golpeado, pero fue peor cuando se giró y me mostró su espalda, tenía unos hematomas muy feos. Con la mano izquierda me tapé la boca y la mano derecha la llevé a su espalda, la acaricié con cuidado de hacerle daño. Cuando se giró a verme, suspiró y limpió una lágrima que bajó por mi mejilla para luego tirar de mí y abrazarme. Escondí la cara en su cuello y aspiré su olor── Bebé, fuí al médico, me dieron unas pastillas y una crema, no estés así por favor ──Dió muchos besos en mi mejilla. Me separé y lo miré a los ojos.

── ¿Es que acaso la próxima vez tendré que estar preparado por si no regresas? ──Su semblante se puso muy serio── No quiero vivir con la preocupación de que puedan llegar a matarte, no quiero y no puedo ──Miré sus costillas── Tienes costillas rotas, ¿verdad? ──No dijo nada── Ni siquiera me cuentas porqué estás así, no me cuentas porqué razón no pueden vernos juntos en la calle, no dejas que le pare los pies al idiota de tu ex porque no quieres que vaya a filtrar que estamos juntos por miedo a que alguien me haga algo ──Limpié mis mejillas── ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir así? Porque yo no creo poder soportar esto más tiempo, no soportaría volver a verte golpeado. 

── Amor ──Dió pasos hacia mí, yo retrocedí── Elián no te apartes de mí por favor, te prometo que arreglaré todo. 

── ¿Cuándo empezarás? 

── Ahora. Ahora mismo te contaré quienes son las personas peligrosas que me han hecho esto y porqué ──Me extendió su mano, pero no la acepté── Amor ──Suplicó. Su cara me demostró lo preocupado que estaba. Cuando finalmente tomé su mano, se relajó un poco. Nos acercamos a la cama y nos sentamos frente a frente── Es la mafia, como tú habías dicho. Todo este maldito problema es por un jodido cargamento de droga ──Fruncí el ceño molesto. 

── Kilian, yo no voy a estar con un narcotraficante. 

── No lo soy amor, justo porque me deshice de un cargamento muy grande es que me están fastidiando la vida desde hace unos meses. 

── No te entiendo. 

── En mi empresa, en la parte donde fabricamos los zapatos de hombres, yo tenía a uno de los mejores encargados. Un día, decidí ir hasta ahí, suelo ir por las zonas comprobando que todo esté bien y que los trabajadores estén cómodos, pero nunca les aviso a los encargos de las áreas que iré. Pues justamente ese día, el encargado no se había dado cuenta de mi presencia, fui testigo de cómo metía la porquería esa en los tacones de los zapatos ──Abrí la boca sin dar crédito a lo que estaba escuchando── Justamente esa fue mi cara. Lo enfrenté, al principio inventó varios cuentos diferentes, no me quedó de otra que usar la fuerza para sacarle la verdad. Mi hermano y yo lo llevamos lejos de la ciudad, lo torturamos un poco hasta que logramos que hablara. Resulta que trabajaba para la mafia, estaban usando mis zapatos para sacar la mercancía del país. Mi enojo fue tan grande, que quemé todo el cargamento de zapatos junto con toda esa porquería, obviamente que los zapatos que habían salido del país y que ya estaban en manos de la mafia no pudieron ser quemados. Dejamos al hombre ese con vida, pero días después apareció muerto, fue la mafia, lo habían matado por no hacer su trabajo bien. A mí me llegó una carta, era de ellos, me amenazaron con quitarle la vida a mamá y a Connor si no trabajaba para ellos por haberles hecho perder millones. Me negué y les dije que les devolvería el dinero, pero se negaron, querían que yo entrara y sacara esa porquería con mi jet privado, desde entonces lo estoy haciendo. Los golpes son porque me negué a seguir con eso, no quiero seguir así, quiero acabar con esto pero no quiero que a ustedes les pase nada, ¿ahora entiendes? ──Asentí. Él acarició mi mejilla y suspiró. 

── No puedes quedarte el resto de la vida haciendo esto. 

── No lo haré, te lo prometo. Estoy trazando un plan para acabar con esto de una vez por todas. 

── Habla con mi hermano, te ayudará. 

── No quiero meter a Martín en esto. 

── Es que si no dejas que te ayude, me separará de ti, no quiere que me pase nada, ya hasta le va a poner un rastreador a mi reloj ──Pasó una mano por su pelo. 

── De acuerdo, hablaré con él. Me alegra que se le ocurriera ponerte el rastreador. 

── Es porque está muy preocupado. De hecho le recalcó a Christopher que no me deje solo y a mamá le ha puesto un guardaespaldas desde ayer. 

── Lo siento, los tengo a todos preocupados. 

── Yo solo quiero que esto acabe, que no te tengan amenazado y puedas volver a tener tranquilidad. Que puedas estar con todos nosotros tranquilamente sin tener que estar preocupado. 

── Eso se resolverá, más si me estás diciendo que puedo contar con Martín. 

── Debe estar esperando tu llamada.

── Mañana mismo lo llamaré. Referente a Charli ──Lo interrumpí. 

── Por su culpa has perdido varios contratos ──Frunció el ceño. 

── ¿Qué? 

── Zack vino a mi trabajo porque necesitaba unos trajes, no sabía que yo trabajo ahí. Me comentó que Charlie está dando órdenes en tu empresa y que por culpa de eso has perdido varios contratos. ¿Tú le has dado esperanzas para que él se tome esas atribuciones? 

── Por supuesto que no, todo lo contrario, de hecho lo amenacé porque dijo cosas feas de ti ──Ladee un poco la cabeza con el ceño fruncido── Le dije que si volvía a decir algo parecido rompería los contratos con su empresa, pero si me estás contando esto, mañana mismo se acaban los contratos con su empresa. Quiero que me acompañes antes de que entres a trabajar, quiero que te des tu lugar delante suyo ──Sonreí. 

── Aunque no me lo pidieras, iba a ir igualmente. Tengo que dejarle claro que yo soy tu novio, no él. 

── Bien. Me preocupa haber perdido contratos, tendré que hacer muchas cosas para recuperarlos ──Suspiró de cansancio── Por eso tenía tantas llamadas perdidas de Zack, de mi secretaria y de mi hermano ──Se quitó los zapatos── ¿Te importa que me de una ducha? 

── Sabes que no, adelante. 

Conquistando a un millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora