Capítulo 16

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Terminé de desayunar y subí a la habitación, Kilian ya estaba arreglado, estaba sentado en el borde de la cama atando los cordones de sus zapatos. Al terminar, se puso de pié, se acercó a un mueble y cogió una colonia. Tenía puesta una camisa blanca y un vaquero azul.

── Kilian, ¿estás enojado?

── Por supuesto que estoy enojado ──se giró a verme y se acercó a mí── Pero no contigo, no es tu culpa que ese señor sea de mente cerrada y que no le importe que seas su hijo para golpearte, también me enoja la forma en la que te trató tu ex, la gente de tu alrededor solo se ha dedicado a hacerte daño excepto tu hermano, por suerte ──me abrazó por la cintura── Me jode que lo hayas pasado tan mal estos años ──apoyó su frente en la mía── Prometo que te cuidaré y daré todo el amor que te mereces ──cerré los ojos.

── Lo sé Kilian, sé que lo harás. Me sentía tan perdido y utilizado, que creía que no volvería a creer en el amor hasta que te ví ──lo abracé fuerte── Has llegado para salvarme de ese infierno ──lo miré. Nos quedamos mirando un momento, ambos sonreímos. Agachó un poco su cara y me besó, le seguí el beso. Mordí su labio sin hacerle daño y tiré de este.

── Ponte un abrigo, nos vamos y no quiero que luego te enfermes ──yo tenía un jersey cuello alto color rojo vino y un vaquero negro.

── No he traído abrigo, además, así estoy bien.

── Sé que nos has traído, ahora estás bien pero luego tendrás frío, estaremos el resto del día en la calle.

── ¿A dónde vamos?

── A comer y luego a pasear ──me tomó de la mano y me acercó a su vestidor, concretamente a la parte donde estaban los abrigos. Aunque parezca mentira, su vestidor era más grande que mi casa. Tenía todo perfectamente colado y por colores.

── Elige uno ──cogí el primer negro que ví── ¿Seguro?

── Sí ──lo cogió de mis manos y lo pasó por detrás de mí para que metiera los brazos. Él cogió uno color marrón y unas gafas de sol, me pasó una a mí, la cogí. Me tomó de la mano y bajamos. Después de despedirnos de su madre, fuimos al garaje, donde había varios coches. Me dijo que conduciría él.

── No me jodas ──dije cuando abrió la puerta de uno de los coches── Este es un Bugatti Veyron Super Sport ──levantó una ceja divertido.

── ¿Tú cómo sabes qué coche es este? 

── Por mi hermano ──pasé la mano por el coche── Dios santo, este coche debe haberte costado más de dos millones de dólares, que locura.

── Así es, sube ──le hice caso. Una vez dentro, seguía observando todo mientras él arrancaba el motor. Su risa me hizo mirarlo── Como sigas mirando el coche así, me voy a poner celoso.

── Claramente no se pueden comparar ──él sonrió y se acercó a mí── El coche es mejor ──dejó de sonreír y detuvo su acercamiento hacia mí.

── ¿Ah, sí? Entonces que te quiera el coche, que te cuide y que ──tiré de su abrigo hasta pegarlo a él mi boca. Llevé una mano a su nuca para profundizar el beso, él llevó su mano a mi cintura, me apretó un poco. 

── Te prefiero mil veces a ti, el coche no me importa ──hablé cerca de su boca.

── Me vas a volver loco, y más con esa forma de besarme como siempre, parece que me quieres comer.

── Quiero comerte ──admití y mordí mi labio, nos quedamos mirando un momento hasta que apagó el motor.

── Bájate, no nos vamos hasta que me quites esta calentura ──lo sujeté del brazo.

Conquistando a un millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora