Capítulo 42

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NARRADOR OMNISCIENTE 

El policía sacó una libretita y un polígrafo para apuntar. 

── ¿El señor Elián tiene pareja? 

── Sí, su pareja actual es el señor John ──Habló Christopher, ya que la señora Kelly seguía en shock. 

── ¿El señor John? ¿Estamos hablando del señor Kilian John? 

── Sí, es mi jefe ──El policía miró a su compañero, ambos parecían preocupados. 

── El señor John es una persona muy importante ──Habló el policía── No le gusta hablar de su vida privada por lo que tenemos entendido, así que trataremos este asunto con sumo cuidado para que la prensa no se entere. 

── Eso mi jefe lo agradecería mucho. Él ahora mismo se encuentra fuera del país junto con el hermano del señor Elián por negocios, pero en cuanto logre comunicarme con ellos, los pondré al tanto. 

── Bien. 

Christopher y mucho menos la señora Kelly habían dormido. 
La señora Clarise llegó en la mañana junto con Connor. 

── ¿Aún no se sabe nada? ──Preguntó Clarise. 

── No. Los policías van a ver las cámaras de esa zona para ver si logran encontrar algo ──Habló Christopher. 

── He intentado llamar a Martín, pero nada. ¿Tú te has comunicado con Kilian? ──Kelly se mostró preocupada. 

── No, yo tampoco he podido comunicarme con mi hijo. Deben tener mucho trabajo ──Miró a Connor── ¿Tú no has hablado con tu hermano? 

── No mamá. Aunque espero que podamos encontrar a Elián antes de que ellos regresen, porque de lo contrario, los dos se volverán locos cuando se enteren. 

A muchos kilómetros de distancia…

Kilian ayudó a Martín a ponerse de pié y lograron salir de allí corriendo, en cuanto Martín se metió a la furgoneta, Kilian se giró hacia el lugar de donde acababan de salir, que era un almacén que había estado usando el mafioso. Sacó un encendedor y lo lanzó, este cayó justo en el chorro de gasolina que estaba esparcido en el suelo. Las llamas avanzaron hacia el interior del almacén, subió a la furgoneta y mientras se alejaban, vieron cómo explotó ese maldito almacén con el mafioso y sus trabajadores muertos dentro de este. 

── Buen trabajo muchachos ──Felicitó a los hombres que había contratado, luego miró a Martín── ¿Cómo te encuentras cuñado? 

── Esta maldita bala me está destrozando el hombro. 

── Esperemos que no te haya ocasionado problemas graves. En cuanto lleguemos al refugio, el doctor que nos espera ahí te atenderá, mientras, haz presión en la herida. 

── No quiero ni ver como se pondrá mi madre, Elián y Sofía en cuanto me vean. 

── Ni me lo digas. Sobre todo me da miedo la reacción de Elián, va a querer matarme por esa jodida bala que tienes, y ya cuando me vea más golpeado que la última vez que me vió, me va a revivir para volver a matarme ──Martín se rió. 

── Mi hermano tiene un carácter muy fuerte, nos va a costar que se le pase el enfado. 

── Bueno, yo lo tengo un poco más fácil, con un par de besos y llevándolo a la cama, haré que se olvide de todo ──Martín lo golpeó.

── ¿Qué te pasa imbécil? Respeta, no me hables de vuestra intimidad, estamos hablando de mi hermano ──Kilian se rió. 

── Está muy contento de que hayas reconocido a mi suegra como tu madre y a él como tú hermano. 

── ¿Cómo no hacerlo? Desde que conocí a Elián mi vida cambió, se convirtió en el hermano que siempre quise tener, mis padres lo adoraban como un hijo ──Hizo una sonrisa pequeña── Y bueno, cuando conocí a Kelly enseguida la ví como una segunda mamá, se preocupaba por mí, me mandaba comida con Elián porque sabe que amo como cocina y me brindaba amor como si fuera su hijo, y todo sigue siendo así. Aunque nuestra relación de madre-hijo se intensificó cuando murieron mis padres, ella y Elián han estado para mí en todo momento, sin duda, conocer a Elián en el instituto y gracias a eso a nuestra madre, es lo mejor que ha podido pasarme en la vida ──Kilian sonrió. 

── Sin duda alguna, tengo al mejor cuñado de la historia. 

── No es por presumir, pero pues sí, no vamos a omitir lo obvio. 

── Presumido ──Ambos sonrieron. 

── Cuida bien de mi hermano, porque a la primera de cambio que lo vea mal por tu culpa, te patearé el trasero aunque ya te considere de la familia. 

── Te prometo que cuidaré bien de él. 

En cuanto llegaron al refugio, Kilian les pagó a los hombres que contrató mientras el doctor le sacaba la bala a Martín. 
Media hora más tarde, apareció el doctor. 

── Ahora está dormido. Por suerte la bala no le ha causado problemas graves. Se la saqué y le dí unos puntos. Ahí le dejé unas pastillas que tiene que tomar cada seis horas. Si en la noche le da fiebre, póngale toallas frías en la frente. 

── De acuerdo, muchas gracias. 

Le pagó al doctor, aseguró el refugio y se fue a duchar. Cuando estuvo cómodo, comió algo y luego pasó a llamar a Elián con el móvil desechable que había comprado justo para llamarlo. 
Su sonrisa se borró cuando el buzón de voz salió por tercera vez. 

── Bebé, quiero hablar contigo ──Susurró y luego suspiró── Debes estar muy ocupado con tu empresa. 

Durante la noche, no durmió porque estaba pendiente de Martín, que tenía fiebre. Hasta que esta no le bajó, no se durmió, que fue entrada la mañana. 

Conquistando a un millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora