Al día siguiente regresé a casa de Martín cuando Lorenzo se fue a trabajar.
Me tocó dormir a su lado y hacer como si nada. No pegué ojo en toda la noche, no dejaba de pensar en que ahora era esclavo de una persona que me manipulaba a su antojo.
Esta vez entré a la casa con la llave que me dió Martín. En una bolsa metí la ropa de Kilian, no sin antes olerla y haber cogido la tarjeta que él había metido en el bolsillo del vaquero.
Cerré los ojos al respirar su olor, eso me hizo viajar al momento tan agradable que viví con él, el sábado, a pesar de que habíamos discutido.
En el buscador del móvil puse el nombre de su empresa, que venía en la tarjeta. Aparecieron un montón de fotos de él y muchos cotilleos.
Me centré en un cotilleo que hablaba libremente de la sexualidad de Kilian, decía que era uno de los gays millonarios más codiciados del país.
La verdad es que me sorprendió, ese tipo de personas, que tienen una vida tan importante, mayormente suelen ocultar todo sobre su vida privada, más si son gays.
Pero me sorprendí todavía más cuando leí en un párrafo que lo habían visto caminar agarrado de la mano de otro hombre en la fiesta benéfica. Obviamente hablaban de mí, Kilian estuvo a mi lado toda la noche excepto las dos veces que me le escapé. Por suerte, no había ninguna foto de los dos.
Sabiendo ya la dirección de su empresa, me puse en marcha hacia allí.
Llegué dos horas más tarde. Cuando pregunté por él y dije que era urgente, me enviaron a la planta en la que se encontraba, la planta veintidós. Allí, después de darle mis datos a su secretaria, me senté a esperar.
Los minutos pasaban, y nada. Empezaba a creer que era su forma de castigarme por haberme comportado tan mal con él. De su oficina salió un hombre, así que su secretaria entró, salió segundos más tarde y me miró:── Puede pasar ──dijo después de que yo llevaba más de media hora esperando.
── Al fin ──susurré. Toqué su puerta y luego la abrí. Despegó su vista del ordenador, me miró un momento y volvió a lo que estaba haciendo.
── Tienes dos minutos para hablar, tengo una reunión, ¿a qué has venido? ──habló cortante y frío. Yo me lo había ganado.
── Hola ──aclaré mi garganta── Necesito el traje que dejé en su casa.
── Puedes ir a mi casa en la noche a buscarlo.
── ¿No puedo ir ahora? Solo dígale a algún empleado suyo que iré ──me miró serio y se recostó en su silla.
── No hay nadie en mi casa porque mi madre se fue de viaje. Tendrás que esperar hasta la noche, cuando yo regrese a casa. Sé que te disgusta tener que verme luego, pero no hay de otra, créeme que si fuera por mí, te daba el traje ahora mismo para que no tuvieras que volver a verme, pero ahora no puedo ir a casa, tengo mucho trabajo.
── Entonces iré en la noche. No sé cómo llegar a su casa, está lejos y yo no conozco esa zona.
── De acuerdo, entonces ven a las siete de la noche, nos iremos juntos desde aquí ──habló mientras tecleaba y miraba la pantalla. Yo no quería molestarlo más, así que fui hacia la puerta.
── Está bien, nos vemos a las siete.
Salí de ahí y caminé por la acera. Después de tanto pensar, decidí quedarme cerca, la verdad es que no me compensaba tomar varios autobuses y viajar por dos horas hasta casa si luego iba a tener que hacer el mismo trayecto de retorno por dos horas más.
Ya que no solía venir al centro de la ciudad, decidí pasear. Ví varias ofertas de trabajo sobre moda, así que apunté los datos, lo peor que podía pasar era que no me contrataran.
Sobre las dos, me acerqué a un puesto ambulante para comer algo, era lo más barato que podía encontrar.
Después de comer un sándwich y tomar una coca-cola, continué con mis paseos hasta que terminé en un bar que encontré en un callejón.
Ahí estuve hasta las seis y media. Llegué a la entrada de la empresa de Kilian faltando cinco minutos para las siete.
Él bajó a las siete en punto, estaba hablando por teléfono cuando me hizo señas para que lo siguiera hasta su coche. Entré después de él.
Cuando por fin colgó, soltó un suspiro.
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Conquistando a un millonario
Chick-Lit¿Qué estarías dispuesto a hacer por nuestro amor? Fue la pregunta desencadenante de los problemas que empezaron a tener Elián y Lorenzo. Elián siempre había estado dispuesto a hacer todo por la relación de ambos, hasta que se da cuenta que durante...