「╎Capítulo 15╎」

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—¿No le contaste nada a Christopher sobre nuestro secreto? — me preguntó Minnie tan pronto tomó asiento a mi lado derecho en el cómodo sillón.

Negué con mi cabeza repetidas veces y dije—: Nope.

Minnie sonrió abiertamente.

—¿Por qué te ves más feliz que ayer? — inquirió.

—¡Chris me llevó al parque y me compró helado! ¡Fue maravilloso!

—¿Suelen pasar mucho tiempo juntos?

—No, él debe trabajar todo el día— me quejé.

—¿Alguien más sabe sobre esto? — preguntó con tono serio.

—No. ¿Deberían de saberlo?

—Por supuesto que no.

—¿Por qué no? ¿Qué hay de malo conmigo?

—No hay nada de malo contigo— aseguró y agregó—: La cosa es que, será mejor que Christopher decida cuando decirle esto a Lia.

—¿Lia...? ¡Oh! Lia es la chica bonita que le trae comida a Chris, ¿cierto?

—Es correcto.

—Ella es muy linda y amable.

—¿Ya la conociste?

—Sip.

—¿Cuándo?

—Hace unas semanas atrás cuando vino a dejarle comida a Chris. Ella me vio paseando por el departamento...

—¿Y qué te dijo? ¿O qué le dijiste?

—Le dije que soy amigo de Chris.

—¿Solo eso?

—¿Debía decirle algo más?

—No.

—Minnie, ¿te gustan los gatitos?

—No me encantan, pero tampoco me disgustan. ¿Por qué lo preguntas?

—Tenía curiosidad— me encogí de hombros.

Minnie miró el reloj en su muñeca e hizo una mueca. Se levantó del sillón y dijo—: Tengo que irme. Después vendré a visitarte, ¿sí?

—¡Sí!

—Recuerda no decirle nada a Christopher sobre lo que hablamos, tampoco le digas que he venido ni que me conoces. ¿Entendido?

—Entendido.

Seungmin salió del departamento e instantáneamente me sentí muy aburrido.

No puedo evitar extrañar demasiado a cierta personita de cabello gris que me hace sonreír todo el tiempo, inclusive, tampoco puedo dejar de pensar en él y en su tranquilizante y dulce voz que me hace sentir como en casa.

De pronto, la puerta fue abierta y entró el hombre más hermoso del mundo.

—He vuelto a casa... — sin pensarlo, me levanté de un salto del sillón y prácticamente corrí hacia Chris para envolverlo en un abrazo que fue bien recibido y comencé a restregarme en él mientras evitaba ronroneaba a causa de la felicidad que siento en estos momentos. —Ya veo que me extrañaste demasiado— dijo entre risitas.

—¡Bastante! ¿Por qué tardaste tanto? — le pregunté tras ejercer un poco más de fuerza en el abrazo.

—Tengo mucho trabajo...

—¿Cuándo podrás quedarte conmigo en casa todo el día?

—El domingo...

—¿Estás seguro? — le pregunté tras finalizar con el abrazo para dejarlo respirar.

—Sí. ¿Qué deseas hacer ese día?

—Lo voy a pensar.

¡𝙼𝚒 𝚐𝚊𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚑𝚞𝚖𝚊𝚗𝚘! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora