¡𝙼𝚒 𝚐𝚊𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚑𝚞𝚖𝚊𝚗𝚘! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

「╎Capítulo 13╎」

—¡Te extrañé mucho, Chris! — chilló Minho tan pronto me vio entrar a la habitación.

—También te extrañé— le confesé mientras jugueteaba con su cabello color lila que le hace ver como si fuese un lindo dulce envuelto en felicidad y brillo que tanto me agrada. No cabe duda que, ese chico debe recibir el cuidado y amor necesario para que continúe siendo tan lindo e inocente.

—¿Puedes darme un besito en la cabeza, justo como lo hacías cuando yo era gatito? — el tono suave e inocente que ha usado provocó que mi corazón saltara a causa de los nervios y felicidad.

Me fue inevitable no darle un besito en su cabeza justo como lo había pedido hace unos instantes atrás.

—Me gusta mucho cuando me das mimos— admitió.

—Y a mí me gusta cuando ronroneas mientras te doy mimos. Por cierto, ¿te portaste bien mientras estaba trabajando?

—¡Sí!

—¿Estás seguro?

—Por supuesto que sí. ¿Qué me darás por haberme portado bien? — preguntó con auténtica curiosidad.

—¿Qué es lo que quieres como regalo?

—Mhm... — Minho sonrió y después dijo—: ¿Puedes llevarme a pasear? ¡Amo ir al parque!

—Te acompañaré al parque, sin embargo, debes caminar lento y evita correr. ¿Entendido?

—Entendido.

—Buscaré algo de ropa para ti.

Chris se fue directamente hacia la cosa que llama "armario" y comenzó a buscar ropa para mí, así que, decidí quitarme la camisa para evitar perder más el tiempo; el peligris se giró hacia a mí y me entregó una camisa, un pantalón y ropa interior que huele de maravilla al igual que él y disfruté tanto al tener su aroma sobre todo mi cuerpo.

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Tan pronto salí de ese gran edificio, me sentí más feliz porque al fin podría dar un paseo por todo el parque que tanto me gusta; no paré de visitar este maravilloso lugar desde que escapé de la jaula en la que vivía en casa de mi creador porque me hace sentir libre.

Chris caminó a mi lado a paso lento para evitar que pudiera lastimarme, sin embargo, no siento nada de dolor en estos magníficos momentos. Desde que tengo a Chris a mi lado, siento que las cosas van mejorando, pero no puedo acostumbrarme a ello porque estoy seguro que mi creador no parará de buscarme hasta encontrarme para llevarme de vuelta con él. 

—Chris... — tomé la manga de su suéter para atraer su atención y lo logré.

—¿Qué pasa? — preguntó tan pronto dirigió su mirada hacia mí.

—¿Puedes comprarme un helado? 

El peligris sonrió y asintió con la cabeza a modo de respuesta.