¡𝙼𝚒 𝚐𝚊𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚑𝚞𝚖𝚊𝚗𝚘! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

「╎Capítulo 11╎」

—Tengo que irme a trabajar— anunció Chris después de colocar el desayuno en la cama. Sinceramente, no puedo negar que, me sentí tan cómodo y dormí plácidamente tan pronto mi cintura fue rodeada por el fuerte brazo del peligris que aceptó mi petición de que me abrazara tal y como lo hacía cuando yo estaba en mi linda forma gatuna. —Espero que te quedes en cama hasta que vuelva...

—¿Y qué voy a comer? — no pude evitar hacer un puchero involuntario y Chris no dudó en extender su mano hacia mi mejilla para darme un ligero apretón mientras sonreía con tanta ternura que me dejó atontado durante unos segundos.

—Puedes pedir comida, así caminarás solo un poco a la puerta y volverás a la cama...

—¿Cómo pido la comida?

Chris extendió un extraño artefacto y al ver mi ceño frunció a causa de la confusión entendió que no tenía ni la menor idea de lo que estaba diciendo.

—¿No sabes cómo se usa un teléfono? — negué con mi cabeza a modo de respuesta y Chris resopló.

—Lo siento...

—No debes disculparte por ello— dijo con tono suave mientras me daba relajantes caricias en mi cabecita que me hicieron ronronear involuntariamente. —¿Te gustan los mimos?

—¡Los adoro! ¿Podrías darme más mimos desde hoy? — no pude evitar preguntarle con auténtica felicidad. Estoy seguro que, si estuviera en forma de gato en estos momentos, fuera muy probable de que mi cola se encontraría moviendo suavemente a causa de la felicidad que me está embriagando por completo. 

—Por supuesto que sí, minino— me respondió con ese agradable tono de voz que tanto amo.

Chris me enseñó lo "básico" para poder hacer uso del teléfono que me dejó a cargo para pedir la comida. No puedo negar que hay bastantes artefactos que usan los humanos y que me parecen demasiado atractivos y curiosos, pero para jugar con ellos y destruirlos, no para hacer uso "correcto" de ellos.

—Nos veremos más tarde. Te pido que te mantengas tranquilo y evites correr por todo el departamento. ¿Entendido?

—¡Entendido, Chris! — le aseguré.

El peligris me regaló una suave caricia en la cabeza y salió de la habitación.

Para eliminar el aburrimiento que comenzó a aparecer, decidí dormir un poco y desperté cinco horas después puesto que mi pancita no paraba de rugir a causa del hambre, así que, tomé el teléfono y llamé al número que me había indicado Chris.

Transcurrieron veinte minutos después de que finalicé la llamada y el timbre del departamento resonó por todo el lugar; me levanté lentamente de la cama y caminé hacia la puerta y no pude evitar sonreír abiertamente al encontrarme con mi alimento, así que, tomé el billete que me había dejado Chris y cerré la puerta después de tomar mi pedido. 

"Soy muy inteligente porque yo solito he llamado para pedir mi comida", no pude evitar pensar con orgullo mientras tomaba asiento nuevamente en la cama, sin embargo, me quedé inmóvil al escuchar la puerta del departamento ser abierta.