¡𝙼𝚒 𝚐𝚊𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚑𝚞𝚖𝚊𝚗𝚘! 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

「╎Capítulo 29╎」

—Será mejor que volvamos a casa— dije tan pronto terminé mi helado.

—¿No quieres ir a otro lugar? — me preguntó sin despegar la mirada de su celular.

—Estoy seguro que tienes mejores que hacer, hyung.

Chris ni siquiera me escuchó y continuó concentrado en su celular, así que, decidí ir a dar un rápido paseo mientras él está totalmente embobado con no sé qué cosa que lo hace sonreír como tonto.

Emprendí mi camino hacia el área de juegos de los niños que son extremadamente gritones y paseé mi mirada por ese lugar porque es muy colorido y eso me gusta bastante. A veces, creo que me siento mucho mejor siendo gato porque de esa manera, puedo curiosear un poco más y en algunas ocasiones, los niños me ayudan a subir a esos divertidos juegos.

—¿Know?

No pude evitar saltar a causa del susto tan pronto escuché esa peculiar voz que me eriza la piel por completo. Dirigí la mirada hacía el hombre que se encuentra a mi lado derecho y di un paso atrás sin dudarlo ya que, el temor ha comenzado a recorrer todo mi cuerpo.

—Te he estado buscando durante mucho tiempo. ¿En dónde mierda te habías metido, Know? — preguntó con evidente molestia.

—Yo... — mi lengua se trabó y no pude hacer nada más que quedarme en completo silencio mientras evitaba perder el control.

—Será mejor que volvamos a casa— sentenció y me sentí tan asqueado cuando posó su mano sobre mi hombro derecho para obligarme a que caminara junto a él.

—¡Minho! ¿En dónde estás? — gritó Chris a todo pulmón y me sentí menos tenso al escuchar su voz.

El creador dirigió su mirada envuelta de burla hacía a mí y dijo—: Será mejor que vuelvas a mí en menos de una semana, de lo contrario, haré que tu amiguito desaparezca para siempre. ¿Entendido, gato de mierda?

—Entendido— logré responder tras tragar en seco. El hombre me dio una ligera bofetada y se fue sin mirar atrás ya que, está completamente seguro de que acataré su orden porque él siempre tendrá el control de mi vida en sus manos y no hay nada que pueda evitarlo.

Chris me tomó del brazo sin ejercer demasiada fuerza y me giró hacia él.

—¿Sucedió algo? ¿Por qué te has vuelto pálido? — preguntó con preocupación.

"Desearía decírtelo todo, pero no quiero que mueras a causa de un «gato de mierda» que no vale la pena", no pude evitar pensar mientras negaba con la cabeza a modo de respuesta.

—Estoy bien— mentí. —Es solo que siento un poco de frío.

Chris estuvo a punto de quitarse la cazadora de piel para dármela, sin embargo, dije—: No lo hagas. Estaré bien— aseguré —Será mejor que vuelva a casa, así tu puedes hacer lo que tengas pendiente.

—Te acompañaré a casa...

—No es necesario— le interrumpí —Yo puedo volver solo.

El peligris me miró durante unos segundos mientras pensaba que debía hacer o decir para evitar cometer un error.

—Bien. Confío en ti— aseguró —Minho, envíame un mensaje cuando llegues al departamento. ¿Entendido?

—Entendido.