XXVI: ¿Tu prometido te es infiel? Amiga, tengo algo peor

66 19 15
                                    

Nadezhda solo podía pensar en su padre antes de la guerra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nadezhda solo podía pensar en su padre antes de la guerra. Había cambiado. Antes golpeaba a su esposa y ahora... apenas la vio, la cubrió de besos. Si hubiese sabido todo lo que ella había pasado...

-¿Por qué no me habías contado que te ibas a casar, Nadyushka? -dijo su padre con un cariño que su hija nunca había oído en su voz.

-Ah... sí. Bueno, es el hijo de la vizcondesa Vyrúbova. Ya le habéis conocido.

-Tenía la ilusión de que permanecerías soltera durante una temporada. Te quiero a mi lado, mi niña, al menos antes de que crezcas.

Su madre sorbió su taza de té ruidosamente, fijando los ojos en el suelo. Había sido ella quien había manejado todo pensando en la aprobación de su marido hacia su hija. Eso habría hecho el barón Ulianov antes de la guerra.

Ahora parecía que ella era la culpable de todo.

-No os preocupéis, padre. Me quedaré a vuestro lado durante el tiempo que queráis. De todos modos, aún no cumplo los diecisiete.

-¿De verdad amas a ese hombre, Nadyushka?

El desconcierto de Nadya se traslució a su expresión. Su padre no llevaba siquiera un día en Moscú y ya comenzaba a hacer preguntas que ella se había estado planteando por demasiado tiempo... y que su madre nunca se había molestado en hacer.

-Claro que sí, padre -mintió-. Pero no te preocupes por mí. Hay más cosas en juego que mis sentimientos. Lo importante es que me tratará como corresponde.

¿Qué ha cambiado en este hombre?

-Si tú lo dices, mi niña, lo respeto. De todos modos, tú serás la que tenga la última palabra.

Ojalá fuera así, padre, se dijo Nadya. Sería así sin la presión que toda mi familia ejerce sobre mí para ser la niña respetable que Sergéi no logró ser. Si me negara a casarme con Leonid Fiódorovich para hacerlo con un siervo no respetarías mi opinión como ahora.

-Nadyushka es una muchacha inteligente y generosa, Vanya -dijo la madre-. Ella siempre piensa en el bienestar de nuestra familia.

Por un momento, la pelirroja avistó en los ojos de su padre la antigua furia que solía tener. En el fondo no había cambiado.

-Y he de suponer que no tienes que ver con la decisión de nuestra hija.

-Para nada -mintió la baronesa.

¿Por qué le resultaba tan fácil esconder la mentira en su expresión? ¿Cuántas veces le había engañado sin que lo notara?

Mientras la tensión crecía entre sus padres, la mente de Nadya viajaba a Andréi. Veronika había dicho que le cuidaría como pudiera -aunque, dado su asco por la sangre, sería el trabajo de algún criado de confianza-; no debía temer por él. Aun así... Leonid había aparecido con heridas de bala. Algo estaba ocurriendo bajo sus narices, pero no lograba descifrarlo. Piensa, Nadya, piensa.

Los nobles © [DNyA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora