—Tendrá que quedarse por lo menos esta noche en el hospital, su cuerpo está muy lastimado y el dolor podría regresar. Es mejor mantenerla vigilada. Los golpes los dieron en zonas donde son fáciles de ocultar —comento con precaución en su tono de voz—. ¿No sabes si sufre de acoso en la escuela?, ¿tal vez en el hogar?
—No lo sé.
El desgano se escuchó claramente en las palabras de Hoseok. Ni siquiera miraba a la cara al doctor, solo sus zapatos mientras escuchaba atentamente todo lo que decían.
—Informaré a sus padres sobre mis sospechas para que se encarguen de esto, pero sería bueno que tú trataras de hablar con ella. Se nota que te tiene mucha confianza.
El doctor se alejó de Hoseok y lo dejo solo en el pasillo. La señora Choi se había ido hace una hora, dejándolo con la responsabilidad. Habían salido tan rápido que la biblioteca se había quedado sin supervisión y aunque la amable anciana insistió en querer regresar al final, Hoseok la convenció de ir a cerrar y después descansar. Posteriormente, él iría a darle noticias.
Ahora debía prepararse para tener una seria conversación con su amiga, debía hablar con ella para saber quién la había golpeado. No sería algo fácil, pues la última vez que tuvieron una conversación similar, ella salió huyendo.
Una vez se sintió preparado, se acercó a la puerta, y con un pesado suspiro entró. Eun-ji aún estaba dormida debido a la anestesia, tuvieron que inyectarle ese y otros medicamentos para calmar el dolor. Ahora estaba acostada en una de las camas del hospital, con una intravenosa conectada a su brazo, vistiendo una bata blanca y con vendajes que cubrían la mayor parte de la piel de su cuerpo.
Ya no debía tardar en despertar, así que se sentó en una de las sillas y se acercó lo más que pudo a la cama. Con sus brazos sostuvo su cabeza para mirar más de cercas a Eun-ji, se veía tan tranquila, como un ángel, uno al que habían lastimado brutalmente. Acomodo un mechón de cabello tras su oreja, y después pasó a acariciar su cabello. La chica se removió debido a las caricias de Hoseok y terminó abriendo los ojos.
—Hola —saludo el chico con una sonrisa cansada.
Eun-ji trato de levantarse, pero aún sentía algo de dolor y este no le permitió moverse.
—¿Cuánto tiempo llevo dormida?
—Dos horas.
Hoseok no lo pensó y tomó la mano de Eun-ji. Su agarre era suave, casi imperceptible para la chica; sin embargo, era reconfortante, justo lo que necesitaba en ese momento.
—No sabes lo asustado que me sentí al verte en este estado.
Se le veía tan decaído a la hora de hablar. Tan triste con la mirada perdida en el vacío y apenas expresando alguna emoción. No le gustó verlo así y menos por ella y sus tontos problemas.
—Lo siento.
—¿Por qué?
—Por causarte tantas molestias —contesto al borde de las lágrimas—. La esposa de mi padre tiene razón, solo causó problemas a donde quiera que voy.
—Claro que no —sentenció firmemente—. Eso no es…
—¡Por supuesto que es cierto! —la voz de Eun-ji se alzó al decir aquello—. Si yo no hubiera llegado a vivir con los Jeon ellos estarían felices y tranquilos, la señora no sería tan infeliz y Jungkook seguiría siendo un buen chico. Si yo no existiera, te aseguro que incluso mi madre estaría viva.
Eun-ji no lo soporto más y comenzó a llorar. Mientras lo hacía no dejaba de repetir miles de, lo siento y perdón por ser una carga. Hoseok intento mantener en todo momento la calma, pero la realidad es que sentía una enorme impotencia al escuchar como la chica se despreciaba de esa forma. Quería hacerla entender que todo lo que decía era pura mierda.
—No digas esas cosas de ti. Tú no merecías esto.
—Si es así, ¿entonces por qué la señora Jungnan siempre me culpa por los problemas en su familia? ¿Por qué Jungkook siempre me trata como la causa de su infelicidad? ¿Por qué soy la mala para ellos? —hizo una pausa para limpiar sus lágrimas—. Tal vez ellos no están viendo el panorama completo del problema, y quizás no debería decir este tipo de cosas, ¿pero qué tal que tienen razón? Que tal que sí soy la villana en esta historia y de verdad merezco… esto.
—Claro que no. Eso es absurdo ¿Qué mal hiciste que te hizo merecedora de una paliza?
Eun-ji le miro dudosa por un buen tiempo. Era muy fácil decir aquello cuando no conocía el contexto. Estaba segura, por experiencias anteriores, que si él supiera la verdad se retractaría de sus palabras. Por qué nadie quería cercas a la hija de una destructora de hogares. Tenía miedo de que sus pensamientos fueran verdad, pero también quería verificar si Hoseok era sincero. Y quizás por eso dijo lo siguiente:
—Mi mamá se metió con un hombre casado —Los ojos de Hoseok se abrieron de par en par—. La aventura duro cinco años. Mi madre no se detubo cuando se entero que ese hombre estaba casado y con un niño. Por que el le juraba amor y la engatusaba con palabras bonitas. Pero ese amor se acabó cuando quedo embarazada de mí. Ese hombre desapareció diciendo que no quería hacerse cargo de su bastarda. Solo entonces callo en cuenta del terrible error que cometió.
Así qué ella creció sin un padre, pero sí con una madre que a pesar de estar destrozada y que no contaba col apoyo de su propia familia supo sacarla adelante y le dio todo el amor que podía ofrecerle. Nunca le falto nada, más bien le dio todo a manos llenas y la colmo de felicidad a pesar de estar sola y de los ataques de la gente que la juzgaba de puta y destructora de hogares. Entonces callo enferma de cáncer. Se lo detectaron tarde y no pudieron hacer nada para salvarla.
—Ella sabía que moriría, y como no me quería dejar sola contacto con mi padre. Él no me quiera nada, pero no se negó a hacerlo, incluso me llevo a su casa a pesar de ser parte de lo que arruino su familia. —Hizo una pausa larga. Hoseok no había dejado de verla, estaba más qué sorprendido —. ¿Ahora lo entiendes? Fui cómplice en el rompimiento de un hogar y de los años más infelices de un niño y una mujer inocentes.
Las siguientes acciones de Hoseok la tomaron desprevenida. Se levantó de su asiento para sentarse en la cama y abrazarla muy fuerte. La escucho quejarse porque la había obligado a inclinarse para poder apretarla contra su pecho, pero no le importo.
—Escucha muy bien lo que te voy a decir y que se te quede grabado en tu cabeza. Nadie merece un castigo tan atroz como este. —La alejó de él y con brusquedad la tomó de las mejillas. Sus rostros estaban demasiado cercas—. Mucho menos una amigable, agradable e increíble chica como tú —hablo con desesperación—. Tú no tienes la culpa de lo que hizo tu madre y ese señor. Eres una víctima de las circunstancias y punto. No eres una villana ni mucho menos mala. Eres una hermosa persona poseedora de un ser precioso y por eso no quiero verte sufrir y no lo mereces, fin de la conversación.
Eun-ji ni siquiera se percató del momento en el que había dejado de llorar. La sorpresa y otra emoción totalmente desconocida estaba instalada en su pecho. Y es que las palabras de Hoseok le habían tomado totalmente desprevenida. Jamás en casi los cuatro meses que tenía conociendo a Hoseok lo había visto hablar de esa forma tan decidida y tan intensa.
Era lo mismo con la mirada del chico. Quizás ella se estaba equivocando, pero podía jurar que en los ojos de él había algo más que la empatía o la lástima que sientes por un desconocido y una preocupación más intensa de lo que antes expresaba cuando ella lloraba. Esta vez fue ella la que se aventó a los brazos de Hoseok, un lugar que la hacía sentir segura, cosa que no sentía desde la muerte de su madre.
Hoseok también descubrió algo importante, y eso fue lo mucho que quería a la amante del color azul. No sabía a ciencia cierta si era algo romántico o simplemente era amistad, pero tenía algo claro y eso era que no permitiría que la volvieran a lastimar. Y estaba dispuesto a todo con tal de que fuera de esa forma.
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AZUL || Jung Hoseok
FanficYo era un completo desconocido para esa chica y yo lo único que conocía de ella era su nombre, que era muy tímida, que su color favorito era el azul y otros detalles superficiales. Ella pudo haber quedado como una desconocida, una persona más sin r...