Todo el día de clases se la pasó ansiosa y con una sonrisa boba en su rostro. Normalmente, Hoseok siempre era el que iniciaba la conversación con ella, pero hoy eso sería diferente, ya que debía entregarle algunas cosas. Eso la emocionaba porque para ella era un gran paso para perder la timidez y conseguir un amigo.
Fue la primera en salir cuando el timbre de salida sonó por toda la escuela. Salió a toda prisa hacia el baño para asegurarse que su sencillo maquillaje estuviera bien y acomodar el listón azul que llevó puesto en su primera conversación con Hoseok. Se miró al espejo y se sintió satisfecha con el resultado, se sentía bonita y muy alegre.
Días atrás había tenido varios encuentros con Hoseok. Platicaron de cualquier cosa que se les ocurriera, sin embargo, a pesar de que estaba consiente de que debía entregar las dos prendas no lo había hecho, quería que al hacerlo estas estuvieran limpias. Una vez, escuchó a su medio hermano molestarse porque la sudadera que le presto a una amiga suya quedó impregnada de su perfume. Ella no quería eso, no quería que el chico que cada vez se ganaba más su cariño se molestara por eso.
Salió de la escuela dando brincos de la emoción, pero no contaba con que su medio hermano estuviera esperándola en la puerta de la escuela. Su sonrisa desapareció y agacho la cabeza para caminar lentamente. No era nada común ni mucho menos agradable que él viniera a recogerla, pero como su padre le había insistido a su medio hermano que debía acercarse más a ella, no había más remedio que aguantarse.
Jungkook no dejaba de mirarla. Era como un depredador asechando a su presa. Lo pasó de largo sin mirarlo, quería llegar lo más rápido posible a la parada de autobuses. Ya no pensaba en mirar a Hoseok, solo quería dejar de estar cercas de su medio hermano que disfrutaba molestarla.
—¿Qué demonios tienes en la cara?
Eun-ji se congeló cuando Jungkook comenzó a acercarse a ella. La chica intentó mantener agachada su cabeza, pero Jungkook tomó su mentón y la obligo a levantar la mirada.
—¿Maquillaje? —Dio una risita burlona—. ¿Por qué demonios te maquillaste?
“Eso no te importa” pensó.
—¿Acaso creíste que te verías más bonita? ¿Fue eso? Por qué fallaste inmensamente, estás más horrible que de costumbre.
Eun-ji se soltó de él y reanudó su caminata con un puchero en sus labios. Odiaba que hablaran de esa forma de ella y que criticaran cada cosa que hacía. Y todo con tal de no verla feliz.
—Incluso te atreviste a usar vestido, aunque tienes feo cuerpo, y azul.
Jungkook sabía que aunque fuera una estupidez, cualquier cosa que dijera la lastimaba, por qué ella era en extremo sensible. Y él sabía cómo utilizar eso a su conveniencia.
—De hecho, hoy te arreglaste más de lo normal ¿Por qué?
Se detuvo un momento a reflexionar en eso. Ella tampoco lo sabía, solo se puso bonita y ya.
—¿Será acaso que estás intentando impresionar a algún chico?
¿Había sido para eso? ¿Acaso Eun-ji quería impresionar a Hoseok? Eso no podía ser. Él solamente era un chico muy atento con ella y Eun-ji únicamente quería ser su amiga porque él era el único que no se alejó de ella a pesar de su timidez y de sus constantes fallos al hablar.
—Lo estás pensando demasiado, así que es verdad ¿No? —Jungkook volvió a reír—. Oh, la pequeña Eun-ji, está enamorada. Ni te hagas ilusiones, en cuanto ese chico se entere la clase de persona que fue tu madre se alejara de ti, si es que tú no lo ahuyentas antes con tu extraño carácter.
Cada palabra estaba cargada con veneno. Y con cada palabra, Eun-ji comenzaba a sentirse más mal. En su garganta se estaba formando un nudo, pero no era precisamente por el llanto. Se sentía más bien como si algo en cualquier momento fuera a explotar.
—Solo un tonto o un ciego se fijaría en ti. —Jungkook se volvió a acercar a Eun-ji. Ella no se movió—. Dime ¿Es ciego o quizás estúpido?
Lo único que se escuchó después de eso fue el sonido de la fuerte bofetada que Eun-ji le propinó a su medio hermano. La chica abrió mucho sus ojos. Se suponía que ella no era así, ella no era violenta, ella era una chica amable y de buen comportamiento. Pero cuando escucho a Jungkook decir todas esas tonterías acerca de Hoseok no se pudo contener, se enojó mucho y se dejó llevar.
Gran error, pues ahora Jungkook la observaba con mucho más enojo y coraje que antes.
—A-adiós.
Eun-ji no se quedó ahí, corrió de inmediato.
—¡Date por muerta Eun-ji! —Su medio hermano corrió detrás de ella mientras le gritaba mil insultos.
Ya había pasado eso antes. Cuando Eun-ji aún no era tan callada ni cerrada, solía defenderse de los ataques de su medio hermano. Pero entonces un día él se molestó tanto que terminó levantando su mano lista para golpearla, ella se asustó mucho y casi pierde el equilibrio debido a la impresión.
Por supuesto que él se dio cuanta del terror que provocó en su hermana, pero no le pidió disculpas. Desde ese entonces entendió que ella solo causaba problemas al hablar, así que, ¿para qué hacerlo si solo molestaría a la gente? Término callando todo. Aguantando todos los insultos de Jungkook, las críticas de su padre y las de su esposa para no causar conflictos como aquel.
No sabía cuánto tiempo tenía huyendo de su hermano, pero no pensaba detenerse. Jungkook nunca la lastimo y aquel accidente nunca se repitió; sin embargo, no se detuvo a comprobar si él sería capaz de golpearla o no. Miró hacia atrás para ver si Jungkook seguía corriendo tras ella y cuando se dio la vuelta choco con el pecho de una persona. Los pies de ambos parecieron enredarse entre sí, terminando ambos en el suelo.
—L-Lo… —las palabras quedaron estancadas en su garganta.
La persona con la que había caído al suelo era Hoseok. Primero tenía una mueca de dolor, pero al reconocer a la chica este sonrió ¿Acaso debía suceder algún accidente siempre que se encontraban?
—Hola En-Jin.
El rostro de la chica adquirió un color rojo más intenso del que Hoseok había visto antes. Y cómo no estarlo, si estaban tan cercas que sus respiraciones se entremezclaban. La vergüenza que sintió Eun-ji era tan grande que ni siquiera le importo corregir la mala pronunciación de su nombre. Si anteriormente era complicado hablar con él y mirarlo a los ojos, ahora lo sería aún más.
Eun-ji se puso rápidamente de pie y miró hacia atrás. Su medio hermano ya no la seguía, probablemente la había dejado de seguir hace mucho y ella había corrido como loca durante mucho tiempo. Ya estaba segura, pero no se sentía de esa forma. Aún estaba latente el miedo de que Jungkook le hiciera algo. Quizás eso pasaría cuando llegara a casa.
—Oye, ¿Está todo bien?
Hoseok la miraba con preocupación. Ella no sabía por qué asta que sintió las lágrimas correr por sus mejillas, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba llorando. Cerró los ojos e intento contenerse, no quería que él la volviera a ver en estado de vulnerabilidad. Pero no pudo.
La chica sacudió la cabeza, dando a entender que no estaba bien. Igual que la otra ocasión volvió a llorar. Era un llanto silencioso, pero el rostro de Eun-ji reflejaba lo mucho que deseaba gritar para sacar todo lo que estaba guardando. Él la atrajo a su pecho y la abrazó igual que la vez anterior. Esta vez ella correspondió. El abrazo era fuerte, como si ambos temieran que el otro saliera huyendo.
—¿Por qué me odian tanto?
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AZUL || Jung Hoseok
FanfictionYo era un completo desconocido para esa chica y yo lo único que conocía de ella era su nombre, que era muy tímida, que su color favorito era el azul y otros detalles superficiales. Ella pudo haber quedado como una desconocida, una persona más sin r...