—¿Por qué no me lo dijiste?
Jungkook y Eun-ji estaban apartados de todo el revuelo qué había en aquel pasillo. Caminaban de un lado a otro abogados preparando la defensa de sus casos y otras personas. Hoseok les esperaba paciente a varios metros de distancia, pues a petición de la joven, quería hablar de algo muy importante con su hermano.
Al principio se negó, pues estaba relativamente en calma, contento y solo quería llegar a la casa y no pensar en nada más que no fuera su nueva vida. Su hermana insistió tanto y su semblante era tan serio que termino cediendo.
—No lo vi necesario. —Su mirada iba directo al suelo—. Mis padres te habían hecho mucho daño, no quería que también cargaras con mis problemas.
Por una fracción de segundo miro el rostro de su hermana. No estaba molesta, estaba más bien decepcionada. Ahora era él quien se sentía intimidado y pequeño.
—Sé que las heridas que tenemos son distintas, pero no por eso nos aislaremos con nuestro dolor —la voz de la joven se estaba quebrando—. Se supone que somos una familia, y las familias se apoyan mutuamente, ¿no?
Jungkook solo asintió, él también parecía al borde del llanto. Tuvo que morder su labio para evitar que alguna lágrima traicionera se escapara. Ella tenía razón, pero él se sentía con la responsabilidad de ser el fuerte, de ser un pilar para su hermana y protegerla. No solo por ser el mayor, sino para compensar la enorme culpa que sentía dentro.
—Me dolió mucho escuchar todo lo que dijiste. —Eun-ji comenzó a llorar—. Si me lo hubieras dicho yo también te abría apoyado. Te abría ayudado y consolado.
—Eun-ji, no llores. —Jungkook la abrazo—. Ya te dije que si no te lo conté es porque no era necesario. No voy a decir que es fácil, pero tampoco es para que te lo tomes así.
—Jungkook, te vi llorar. Y estabas destrozado ¿Enserió esperas que no me preocupe? Yo también te quiero ayudar como lo haces conmigo ¿Si no entonces de que me sirve ser tu hermana?
El mayor suspiro. Justo por eso no le había dicho nada, sabía que se pondría de esa forma. Incluso sentía qué no estaba ayudando en nada. Pero era todo lo contrario, estaba haciendo mucho más de lo que Jungkook se sentía merecedor de un ángel como Eun-ji.
—Si lo que quieres es ayudarme, entonces sé feliz. —El abrazo termino para poder mirarse—. Sigue sonriendo como lo has hecho hasta ahorita. Saber que tú estás bien, es la mejor manera en la que puedo estar bien.
Se lo debía, Jungkook sentía que le debía toda la felicidad del mundo a Eun-ji por habérsela arrebatado por muchos años. Y él personalmente se encargaría de que ella sonriera en el futuro venidero.
—Y yo te pido lo mismo —hablo Eun-ji con decisión mientras limpiaba sus lágrimas—. Déjame ayudarte y siempre cuéntame cuando no estés bien. No cargues tú solo con ese dolor o yo también sentiré dolor, ¿entiendes? Yo también quiero que seas feliz.
—Lo aré. —Sonrió de forma tierna.
—Recuerda, somos una familia. Tú y yo contra el mundo, ¿de acuerdo?
Jungkook asintió sin poder contener por más tiempo el llanto. Volvieron a abrazarse sellando un juramento silencioso donde ambos se prometían apoyo mutuo.
* * *
Ya habían transcurrido seis meses desde el día del juicio y desde que Jungkook y Eun-ji habían comenzado su nueva vida. No estaban del todo bien, pero tampoco estaban tan mal. Jungkook había conseguido un trabajo de medio tiempo en una tienda de conveniencia cercas de su hogar. Y Eun-ji también lo consiguió como cajera en un restaurante cercas del centro de la ciudad. No era un gran sueldo, pero al menos alcanzaba para que pudieran mantenerse.
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AZUL || Jung Hoseok
FanfictionYo era un completo desconocido para esa chica y yo lo único que conocía de ella era su nombre, que era muy tímida, que su color favorito era el azul y otros detalles superficiales. Ella pudo haber quedado como una desconocida, una persona más sin r...