Los sonidos estaban amortiguados. Entre parpadeos veía movimiento a su alrededor. Sus cejas se fruncieron, no lograba entender qué estaba sucediendo, pero se sentía tan cansado, tan débil y con el cuerpo adolorido que incluso mantener su cabeza levantada le costaba muchas energías. Lo único que quería era dormir, y si era posible, hacerlo para siempre.
Pero unos fuertes brazos lo zarandearon para trata tar de despertarlo. No le querían permitir ese descanso que deseaba.
—Chico... Despierta. Estás a salvo.
Los sonidos se fueron haciendo más claros. Su vista se hizo más clara conforme despertaba, pero la primera imagen que vio le sacó un enorme susto.
—¡Suéltenme! —Era su madre la que estaba gritando —¡Yo no he hecho nada malo!
Jungkook no pudo evitar el sobresalto que le vino al verla, intento moverse hacia atrás, retroceder para alejarse de ella, pero tenía los pies y las manos atadas a una silla. Había olvidado que se encontraba de esa forma. Un gemido de miedo fue amortiguado por la mordaza que le cubría la boca, aun estando de esa forma siguió moviéndose muy inquieto.
Los policías le pidieron calma para poder desatarlo, pero es que sentía mucho miedo. Más del que alguna vez sintió cuando de niño creía que en su armario había un monstruo que quería comérselo. Ahora de grande comprobó que sí existían los monstruos, pero no como en los cuentos. Estos tenían piel y apariencia humana, pero sin una pizca de bondad. En este caso el monstruo era su "madre."
No paraba de gritar que estaban cometiendo un grave error, que ella era inocente.
—¡Es mi hijo, tiene que estar conmigo! ¿Cómo pueden decir que lo secuestre?
—Usted lo trajo en contra de su voluntad, y lo retuvo por varios días. Eso, señora, es un secuestro.
Estaba esposada, pero aun así forcejeaba con los policías que intentaban llevársela.
—¡Jungkook, diles que me suelten! ¡Diles que yo no te hice nada malo! ¡Tú eres mi hijo, por favor!
El pobre chico ni siquiera se atrevía a mirarla. Todo lo que ella estaba diciendo eran mentiras, por supuesto que le había hecho daño en más de una forma. Sus ojos hinchados y las marcas en los antebrazos ponían en evidencia la mentira de aquella mujer.
—Lo hablamos ¿recuerdas? Quedamos que yo no soy la mala, que todo lo que hacía era por el bien de la familia.
Todos los presentes llegaron a la misma conclusión al ver el rostro sonriente (de una forma macabra y desquiciada) de la mujer: ella estaba verdaderamente loca. Todo porque dejó que su odio irracional la dominará.
* * *
Nadie logró sacarle ni una mísera palabra a Jungkook, parecía que había perdido esa capacidad. A cualquier pregunta solo se limitaba a sacudir la cabeza, para las preguntas más complejas los policías tenían que hacer un esfuerzo por leer los gestos y muecas de su rostro. Las cosas se pusieron un poco lamentables cuando quisieron saber qué le había pasado durante esos tres días que estuvo desaparecido.
Jungkook podía jurar que se había sentido como más de un año. Al principio su rostro se contrajo, claramente queriendo llorar ante los recuerdos. También Permaneció encogido de los hombros mientras temblaba como un cachorro. Solo se limitó a estirar los brazos hacia adelante y mostrar las marcas en las muñecas causadas por las sogas, otras más en los antebrazos que parecían ser dadas con, tal vez, un tubo de metal. Las otras heridas de su espalda y estómago no las enseñó. Todo eso lo hacía mientras una pregunta resonaba en su cabeza ¿Cómo le había hecho su hermana para aguantar a su madre?
Él había pasado muy poco tiempo, y lo que le hizo no se comparaba a lo que ella había vivido. Al menos así lo veía él. Creyó, desde que despertó en ese lugar encerrado con su madre, que lo soportaría y qué equivocado estuvo. Él no era tan valiente ni fuerte como pensaba.
—¿Ya terminaron? —fueron sus primeras palabras —. Sé que... es necesario, pero...
—Esto será suficiente —dijo uno de los policías. Su compañero lo miró claramente en desacuerdo —. Y con las declaraciones de tu hermana tenemos mucho material para encerrar a esa mujer.
El otro policía suspiró con resignación.
—Ya no tienes que preocuparte por ella. Ahora tú y tu hermana están a salvo.
—¿Y-y papá? —preguntó con un nudo en la garganta y la preocupación llenando cada centímetro de su rostro—. ¿E-él está bien? Después de que desperté no supe nada de él, ella... Cuando preguntaba por él evadía el tema.
Los policías se miraron entre sí, le pidieron un momento al joven y se alejaron para hablar algo entre ellos. Jungkook lo tomó como una mala señal y los nervios se descontrola, ron en su interior ¿Estaría en el hospital herido de gravedad? ¿Quizás ella lo había matado? Solo pensar en eso provocaba que su estómago se contrajera y algunas lágrimas traviesas escaparan de sus ojos.
Sacudió la cabeza e intento remplazar los pensamientos negativos con algo más positivo. Quizás solo lo hirió. Él era un hombre fuerte, no había forma de lastimarlo con facilidad. Él estaba bien, quizás lo estuvo buscando y en cualquier momento llegaría. Pero estaba siendo en exceso positivo.
Los policías decidieron contarle la verdad sin endulzar ningún detalle. Tarde o temprano se iba a enterar, no vieron necesario ocultar algo de tanto peso solo para prolongar una calma que se desmoronaría cuando se enterase de que su padre fue amenazado por su madre. Si él no mataba a su hermana, ella lo mataría a él.
El rostro de Jungkook se colore o de un pálido enfermizo y permaneció serio. Un minuto paso cuando una riza confundió a los policías. El chico los señaló mientras seguía riendo y sus ojos se cristalizaban.
—Eso fue una buena broma —mencionó mientras seguía riendo—. Mi papá no aria eso. No es la mejor figura paterna con Eun-ji, pero la quiere y le cuida. —Su risa fue desapareciendo—. Él no, mi papá no.
Sus últimas palabras parecieron como un ruego, una petición desesperada para que aquello fuera mentira.
—No hijo, el de verdad hizo aquello —confirmó el policía—. Intento asfixiar a tu hermana.
—Ahora mismo él está detenido. Solo serán seis meses porque actuó bajo amenaza y no intencionalmente...
Jungkook sintió un amargo sabor en la boca que lo hizo vomitar. Esa fue la forma en la que su cuerpo reacciono ante tanto estrés al que fue expuesto en esos días y que no había podido liberar. El policía más próximo a él se acercó para impedir que callera al suelo. La garganta le ardía con cada arcada y el sabor amargo de su boca se intensificaba, y nunca se iría.
Ese sabor se quedaría con él por siempre y regresaría con fuerza al recordar lo que su familia había hecho, una familia que él creyó perfecta. Unos padres que él amó con todo su ser y por los que hubiera sido capaz de dar incluso su vida por defenderlos.
—Ve por algo de agua —le pidió a su compañero—. ¿Estás mejor?
—N-no —contestó débil mientras negaba con la cabeza.
Después se convirtió en un mar de llanto y lágrimas. Sentía mucha vergüenza de su familia e incluso sentía asco de la sangre que corría en sus venas, sangre que compartía con dos seres que se habían ganado su odio y que no solo habían lastimado a su hermana, sino a él también, su propio hijo.
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AZUL || Jung Hoseok
FanficYo era un completo desconocido para esa chica y yo lo único que conocía de ella era su nombre, que era muy tímida, que su color favorito era el azul y otros detalles superficiales. Ella pudo haber quedado como una desconocida, una persona más sin r...