09 | las revelaciones de tessa

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Desde que era un niño pequeño, Tommy Shelby amaba trabajar con caballos.

Por eso se compró un caballo de carreras, una bella bestia gris que una vez perteneció a una familia de gitanos. Mientras montaba a caballo por Garrison Lane, Tommy casi fue arrojado cuando el caballo reaccionó a un fuerte ruido y una ráfada de calor de una de las fábricas, asustándose y alzándose sobre sus patas traseras.

Tessa había estado en el proceso de tirar el contenido de las escupideras cuando vio a Tommy hablando con su caballo, tranquilizándolo con palabras que no fueron escuchadas excepto por el animal.

Verlo con la criatura envió a Tessa una sensación que no había sentido en mucho tiempo. Antes de la guerra, Tommy amaba a los caballos, por lo que, tal vez el hecho de que parecía tan atraído por este era una señal de que todavía había esperanza para ellos.

Por supuesto, eso no le impidió arrojar deliberadamente el contenido de su cubo a las calles justo cuando Tommy caminaba cerca de ella. Evitó por poco estar cubierto de lo que había salido de las escupideras, y dirigió su mirada enojada a Tessa. Ella levantó una ceja, observando su expresión suavizarse cuando la miró.

—Lo siento mucho, señor Shelby —se disculpó con una voz falsamente optimista—. Soy Tessa, no creo que nos hayamos conocido.

—No juegues, Tessa —dijo Tommy—. Sé quien eres.

Tessa dejó que su cubo colgara a su lado—. ¿Lo sabes? Eso es bastante gracioso porque has estado actuando como si nunca nos hubiéramos conocido.

—Lo siento —respondió Tommy, observando la forma en que las fosas nasales de Tessa se llenaban de ira—. Sé que sueno como una mierda, pero no puedo explicarlo. Todavía no.

Tessa ignoró su explicación y asintió con la cabeza al caballo—. ¿Cuál es su nombre?

—No tiene nombre —respondió Tommy.

—Pobre muchacho, merece un nombre —dijo Tessa, rodeando el charco que causó y acariciando el hocico del caballo—. ¿Recuerdas cuando solíamos hacer esto? Pasar horas con lo caballos, solo hablando y montando.

—Lo recuerdo —dijo Tommy—. ¿Hay algo que quieras decirme?

—Grace quiere que le permitas cantar —le informó Tessa—. Y, solo para que lo sepas, lo hará con o sin tu permiso. Harry tiene demasiado miedo de preguntarte y Grace no está trabajando hoy, así que...

—¿Pero tú no tienes miedo? —preguntó Tommy.

Tessa sacudió la cabeza—. No te tengo miedo, Thomas.

—Bueno, en ese caso —dijo Tommy, montando su caballo y mirando a Tessa—. Saca un lindo vestido, quiero llevarte a las carreras.

—Espera un minuto —exclamó Tessa, agarrando las riendas del caballo antes de que Tommy pudiera escapar—. ¿Qué me acabas de decir?

—Me escuchaste —respondió Tommy.

Tessa apretó los dientes—. ¿Me ignoras por meses y luego esperas que acepte ir a las carreras contigo? ¿Qué tipo de mujer crees que soy, Thomas? ¿Crees que estoy tan desesperada?

—Solo quería una excusa para hablar —admitió Tommy—. Pero... saca unos lindos zapatos y un vestido.

—Eres un bastardo, Thomas Shelby —espetó Tessa, soltando las riendas del caballo y dejando que Tommy se fuera.

—Lo sé —gritó Tommy por encima del hombro.

Tessa maldijo por lo bajo—. Bastardo.


VIOLENT DELIGHTS | Thomas Shelby ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora