32 | el efecto del amor

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—Tommy convocó una reunión familiar —le informó Mason a su hermana, que estaba en la cocina preparándose un sándwich—. Trae tu sándwich a la tienda, ¿de acuerdo?

—Espérame —dijo Tessa colocando el cuchillo sobre el mostrador y recogiendo su sándwich—. Bien, vamos.

Los hermanos entraron a la tienda de apuestas y la encontraron vacía, salvo por la familia Shelby y algunos otros. Tessa estaba feliz comiendo su sándwich, y cuando Polly la vió comiendo, casi sonrió.

—Dios mio, Tess, ¿alguna vez dejas de comer? —preguntó.

—Estoy hambrienta —murmuró Tessa con un bocado de pan—. Perdón por querer saciar mi hambre.

Polly negó con la cabeza—. Si no supiera mejor, diría que estás embarazada.

—Lo dudo —murmuró Tessa—.  ¿Por qué demonios lo estaría? Quiero decir, Tommy y yo...

—Está bien, Tess —interrumpió Arthur mientras Tess se sentaba en las escaleras debajo de Esme—. No hay necesidad de dar detalles.

Esme miró a Tessa y sacudió la cabeza—. No es como si los hubiéramos pedido.

Tessa rió—. Lo sé.

—Siéntate, Finn —ordenó Arthur notando a su hermano.

Al darse cuenta de la falta del líder, Tessa miró a John con la boca abierta—. ¿Dónde está Tommy?

—¿Dónde diablos está Tommy? —preguntó John en voz baja.

—Está en camino —respondió Polly con severidad.

—Bien, entonces, mientras esperamos pacientemente —dijo Arthur, poniéndose de pie y agarrando una caja—. Whisky, sobrante de la explosión. Es algo bueno.

—Bien, antes de que llegue Tommy, creo que hay algunas cosas que necesitamos aclarar entre el resto de nosotros —anunció John, de pie en la cabecerca de la mesa.

—¿Eso crees? —preguntó Polly.

—Sí —respondió John—. Quiero saber, ¿cuándo votamos por esta expansión hacia el sur?

—Si tienes algo que decir, esperas a Thomas —dijo Polly.

—Polly tiene razón —dijo Arthur.

John, sin embargo, se negó a retroceder—. Veo todos los libros. Muy bien, legal y fuera de pista. Vi cosas que tú no ves. Y en el último año, la Compañía Shelby Limited estuvo ganando ciento cincuenta libras por día. En un jodido día, a veces más. Entonces, lo que quiero saber es, ¿por qué estamos cambiando las cosas? Polly, mira lo que pasó. Aún no hemos puesto un pie en Londres y ya han volado nuestro maldito pub.

—¿Quién dijo algo sobre Cockneys? —gruñó Arthur.

—¿Quién más? —replicó Esme.

—¿Sabes quién lo hizo? —preguntó Polly.

—No, ella no sabe quién lo hizo —intervino John.

Esme volvió a su libro cuando Tommy entró en la habitación—. Me han dicho que solo la familia puede hablar.

—Todos pueden hablar —aclaró Tommy, causando que Esme levante la vista—. De pie, Esme. Escuchemos lo que tienes que decir.

John se aclaró la garganta—. Yo hablo por nuestra casa.

—John —intervino Tommy, mirando a su hermano—. Esta compañía es una empresa moderna y cree en la igualdad de derechos para las mujeres. De pie, Esme.

VIOLENT DELIGHTS | Thomas Shelby ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora