We fell In Love In October •Soongyu•

Capítulo 42: Las cosas en orden

Narrador omnisciente:

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-ya no llores, tu rostro es bonito aún con acné-dijo Wonwoo acariciando el rostro del más chico y dándole un beso en la frente.
El menor se quedó haciendo puchero y Wonwoo solo se rió para darle un pico.
-Wonu, tus lentes... ¿los cambiaste?.
-sí, es que ¿alguna vez te lo dije? Lo que tengo en los ojos es degenerativo. En algún momento ni el cristal más grueso para lentes logrará que pueda ver.
-¿qué tan rápido va?.
-ese es el problema, el doctor dice que en menos de cinco años habré perdido la vista pero avanza muy raro, a veces cambio los lentes al menos una vez por mes y otras pasa mucho antes de que deba cambiarlos. Solo de repente ya no logro...
-¿y qué haré si te quedas ciego?-preguntó el menor preocupado.
Wonwoo sonrió sintiendo gran ternura hacia el menor.
-puedes...
-sujetaré tu mano y te llevaré a dónde quieras, no dejaré que nunca te ocurra un accidente. Te voy a cuidar y...-Wonwoo lo besó interrumpiendolo.
-me voy a operar antes de quedarme completamente ciego bebé-acarició sus mejillas-pero es muy tierno de tu parte que te preocupes tanto por mi pero voy a estar bien. Hay solución-le dio un beso en la nariz-normalmente la hay y si no la hay tampoco hay que preocuparse.
-¿y si olvidas cómo es mi cara?.
-no creo que pase, es algo que siempre tendré presente.
-¿y si...?.
-ya cállate, quizá pase mucho antes de que deje de estar enamorado de ti.
-si llego a ser científico me aseguraré de que nunca vuelvas a usar lentes.
-a mi me gusta más tu trabajo de fotógrafo-lo abrazó-y creo que a ti también.
-pero no es tan reconocido como la ciencia.
-no lo es... pero te gusta más y eres bueno.
-Wonwoo...-puso unos dedos en los labios de su mayor.
Es que para Mingyu no habían palabras para describir como se sentía. ¿Esto era que te gustara alguien de verdad? Se sentía tan vulnerable hacia Wonwoo, como si mereciera más atención de la que le estaba dando pero se sentía incapaz.
Wonwoo tomó la mano de Mingyu y le dio un beso. Mingyu sintió su rostro arder ante tal gesto, las cosas en su estómago estaban como locas moviéndose y su ser más interno gritaba de felicidad.
No entendía cómo Wonwoo podía quererlo tanto y tratarlo como su menor. Era muy alto, no tenía un cuerpo delgado y estaba lleno de acné mientras que Wonwoo parecía un maldito modelo a pesar de estar en una etapa similar de su vida.
Quizá Wonwoo era mucha cosa para él, era tan amable, hablaba muchos idiomas, era bastante inteligente, era muy cariñoso; era perfecto. Tal vez a tan corta edad había encontrado al amor de su vida, sonaba a una locura y lo era pero no creía que jamás volvería a sentir lo mismo por nadie.
-tal vez eres el amor de mi vida.
-tal vez somos muy jóvenes como para que digas algo así-también sentía eso pero iba a tener que dejarlo en algún momento.
Wonwoo no sentía que Corea fuera su lugar aunque su lugar fuera con Mingyu. Era algo complicado, Mingyu se sentía muy cómodo sin moverse a ningún lugar mientras que Wonwoo quería conocer el mundo.
Cuando se decidió que Mingyu comenzaría a ir a la escuela sus padres empezaron a buscar la que pudieran considerar la mejor escuela en Anyang pero Mingyu ya tenía un lugar donde quería estudiar.
Habían muchas personas de su edad. Él era consciente que en Corea las personas nacidas en el mismo año solían tener muy buenas relaciones, igualmente solían ser amistades de por vida pero Mingyu aparentaba ser más grande y los chicos solo lo querían para los deportes. Así fue su primer año: los chicos lo querían para jugar basquetbol por su altura, las chicas porque a pesar del acné era guapo y alto mientras que él solo esperaba poder ver a su novio.
Había abandonado el diario temporalmente, la escuela y los sentimientos confusos hacia Wonwoo le impedían seguir escribiendo esa cosa. Primero debía aclarar lo que estaba pasando en su cabeza y también debía saber que hacer con la escuela.
Como lugar era horrible y era cada vez más complicado relacionarse con esas personas. Por más que lo intentaba no parecía haber nadie como él o al menos eso pensaba hasta que se encontró con una convocatoria para el club de fotografía. Eso sí era algo en lo que podía encajar.