Capítulo 38: El cajón

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POV Hoshi:

-oye...
-estoy bien-me sonrió-solo, creí que sería un San Valentín diferente. Nunca he tenido buenos días de San Valentín-se sentó en la cama.
-¿no?.
-no. Parece que no es mi día.
-lamento haber aceptado.
-creíste que era lo que debías hacer.
-nos llevó más tiempo de esperado pero ¿quieres hacer otra cosa?.
-tenía muchas cosas planeadas pero creo que será mejor si lo dejamos así.
-¿en serio? Yo aún tengo energía, puedo hacer cualquier cosa-acaricié su mejilla-. Lamento no haber notado lo de tu cabello, estaba muy enfocado en cuidar a Minghao. Se te ve lindo-le di un corto beso-te am...-me tapó la boca.
-estoy bien-me quitó la mano de la boca.
Me senté en sus piernas y suspiró. Le di un beso corto y sonrió un poco.
-siento algo extraño-murmuró y me hizo levantarme-¡ah!-tomó una almohada y se la puso en las piernas.
Se puso bastante rojo.
-¿q-qué pasa? ¿Te duele algo? Deben haberte salido moretones por los golpes que te diste.
-no, yo... ¿por qué no vas a tu cuarto? Te alcanzo en un rato.
-¿qué pasa?.
-n-nada, estoy bien. Perfecto-sonrió abiertamente.
-okey, te espero.
-sí...-salí de la habitación dudoso-cierra la puerta-cerré y me quedé pensando unos segundos antes de volver a abrirla.
-oye Kyu ¿de verdad estás...?-se estaba tenía su cinturón en la mano y el pantalón desabrochado haciéndome notar que tal vez se le había alborotado la hormona cuando me senté en sus piernas.
-¡Hoshi!-me lanzó una almohada-¡vete!.
-si, sí. Lo siento-salí de la habitación.
Corrí a mi habitación, me sentí un poco incómodo.
Me senté en la cama sin saber qué hacer durante unos pocos minutos cuando Mingyu entró.
-lamento eso-dijo y se sentó al lado de mi-nunca me había pasado eso. O sea sí me había pasado pero no cuando se sientan en mis piernas, me pasaba más cuando tenía una vida sexual activa y ni si quiera me pasaba si aún estaba vestido y no me habían tocado ni nada.
-¿por qué buscas explicarme? Está bien, hay hombres a los que les pasa con besar a su pareja. Es una reacción normal del cuerpo.
-okey, okey...
-¿y qué hiciste?-se sonrojó de nuevo y me reí.
-oye... es que, contigo he experimentado cosas que jamás creí que sentiría antes. He tenido novio y he estado enamorado antes pero no se sentía así, yo no era el de la iniciativa nunca. En San Valentin nunca era el que hacía un plan y le salía de la mierda terminando golpeado-me reí un poco.
Me acerqué y le di un corto beso aunque rápidamente volví a cortar esa distancia entre nuestros labios para besarlo bien.
Me levanté un poco sin cortar el beso para volver a sentarme en sus piernas de nuevo, él fue quien acomodó mis piernas para quedar en medio de estas pero me separé de nuevo.
-¿por qué siempre terminamos así?-pregunté mientras acariciaba su cabello.
-no lo sé pero solo quiero que esto no pare.
-entonces deberías besarme.
-el problema es que no solo quiero besarte.
-yo tampoco quiero-busqué desabrochar los primeros botones de su camisa.
-espera-Mingyu sujetó mis manos-¿de verdad quieres esto?-asentí con la cabeza.
-de verdad ¿y tú?.
-en este momento es en lo único en lo que puedo pensar-volví a besarlo cayendo ambos a la cama.
Quité por completo los botones de su camisa y separándome del beso para permitirle quitar mi camisa igual.

-buenos días-dijo entrando a la habitación con comida.
-¿por qué mientras parece que yo corrí un maratón tú te ves tan limpio y vestido tan formal?.
-mamá dijo que siempre debo levantarme temprano para bañarme y vestirme formal-dijo sonriendo-y tú te ves lindo-acarició mi cabello.
-¿lindo? Tú realmente te ves sexy.
-ah...-se sonrojó-sí yo... mierda, ¡Hoshi! No sé porqué ahora me pongo nervioso, ya me has visto drogado y ahora desnudo y ya sabes, el sexo no es cuando te ves mejor.
-tienes un buen cuerpo.
-ya ¿sabes qué? Mejor come-me dio un beso en la nariz y me acercó la comida bastante sonrojado.
-¿llegó correo para mi?.
-creo que no pero puedo revisar más al rato.
-gracias... igual supongo que tomaré una ducha.
-claro pero come ¿quieres hacer algo hoy?.
-¿tú quieres?.
-me gustaría ir a comer por la tarde, quiero ir a un lugar.
-¿juntos?.
-sí.
-okey, tú di una hora y estaré listo para ese momento.
-¿te parece a las dos?.
-eso es bastante temprano pero está bien, estaré listo ¿qué hora es?.
-las once.
-dormí mucho creo.
-bueno dormimos como hasta pasada la una.
-yo tenía hambre.
-no lo dudo-me dio un beso en la mejilla.
-de hecho ahora no tengo hambre.
-oh, puedes arreglarte entonces-asentí con la cabeza y le di un corto beso.
Revisé el correo antes de irnos. El problema era que durante una semana revisé en correo perdiendo cada vez más la esperanza de que llegara.
¿Sí había hecho la entrevista? Y si la había hecho ¿en realidad la había hecho tan mal como para que ni si quiera se molestaran en avisarme que no quedé?.
Me quedé el día de la fecha límite pegado a la puerta esperando que mágicamente apareciera una carta para mi pero nunca llegó, terminé por llorar ese día. Ni si quiera yo sabía lo mucho que quería entrar hasta que me sentí así de miserable al no recibir el correo. Revisé mi celular en espera de alguna llamada ya que había dado mi número pero terminé llorando casi al punto de no poder respirar pegado a la puerta.
Me levanté esperando que Mingyu ya estuviera dormido. Me acerqué a revisar si ya estaba dormido pero su habitación estaba vacía. Caminé hacia su estudio (u oficina). Tampoco estaba ahí pero prendí la luz y entré sentándome en la silla de su escritorio hecho bolita intentando tranquilizarme.
Miré al corcho frente a su escritorio "Hoshi".
Me acerqué para ver la hoja con mi nombre en el corcho frente a su escritorio.
-Soonie-volteé a verlo.
-¿qué es...?-lo quité del corcho-¿por qué tienes mi horario en tu corcho?.
-estabas estresado con tu tarea y quería saber tu horario para poder ayudarte-me lo quitó, abrió el cajón rápidamente y lo dejó ahí para cerrarlo tan rápido como lo abrió-. Vamos a dormir ¿todo bien?.
-sí... ya sabes, creo que no quedé en la escuela y me sentí un poco mal-se acercó y me abrazó.
-lo siento, parecía que de verdad querías ir...-me aferré a él intentando no llorar otra vez.
Su cajón quedó algo abierto y el en cuanto se dio cuenta lo cerró completamente.
-¿qué tienes ahí que no quieres que vea?.
-nada, solo no soportó que los cajones se queden abiertos por tanto tiempo-me dio un beso-ellos no saben el talento que mandaron a la mierda. Tú eres demasiado talentoso y...
-seguiré practicando para ver si puedo intentarlo el próximo año.
-sí, eso estaría...-tiene los ojos rojos.
-¿fumaste?.
-¿cómo?.
-¿estabas en el huerto? Tienes los ojos rojos ¿fumaste hierva?.
-ni un poco, de verdad. Si lo hubiera hecho olería-me acerqué a olerlo y se rió-¿qué haces?.
-¿tienes hierva en ese cajón?-iba a abrirlo y me detuvo.
-estás cansado y paranoico, vamos a dormir.
-quiero ver tu cajón, quiero asegurarme de que no tienes hierva-soltó una risa nerviosa.
-no tengo nada ahí pero yo no ando revisando tus cajones.
-adelante, no escondo nada-intenté abrir el cajón pero lo cerró.
-te juro que no me he drogado-solté el cajón.
-okey, entonces ¿qué es lo que no quieres que vea en ese cajón?.
-no es nada, solo me molesta que quieras ver mis cosas.
-Soonyoung no discutamos hoy, discutimos casi todos los malditos días y es justo por esto, no confías es mi-era cierto.
Era mi error.
Asentí con la cabeza y lo tomé de la mano para ir a dormir.
Igual no podía dormir, por más que intentara confiar en Mingyu algo me decía que tomara la llave de la oficina y fueea a abrir ese cajón. No me iba a dejar dormir.
Me levanté con cuidado para no despertarlo, tomé la llave de su oficina y caminé hasta ahí. El hombre de la servidumbre me vio cuando entré a la oficina pero más bien pareció fijarse si Mingyu no venía y luego asintió con la cabeza.
Entré a la oficina y prendí la luz. Caminé hacia el escritorio y abrí el cajón. Cuando lo abrí fue lo primero que vi bajo mi horario.
"Para Kwon Soonyoung
De la universidad de artes escenicas de Seúl"
Tomé la carta algo nervioso aún sin creer que eso era lo que estaba ocultando. La carta estaba abierta por lo que solo saqué la carta.

We fell In Love In October •Soongyu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora