Capítulo 39: Miedo

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POV Hoshi:

Llegué a la habitación con la intención de solo tomar mis cosas e irme pero desperté a Mingyu y realmente me sentía muy molesto con él.
  —¡¿qué es esto?!—le dije mostrándole la carta.
  —ah... sí tuve que haberla tirado—dijo algo adormilado.
  —¡¿la ibas a tirar?!—pareció despertar bien.
  —no, Hoshi...
  —¡¿hace cuánto llegó?! ¡¿Cuándo llegó Kim Mingyu?! ¡¿Cuánto tiempo me tuviste llorando frente a la puerta solo por tu egoismo?!.
  —llegó el quince por la mañana...
  —¡dos putas semanas Kim Mingyu!—me comenzaron a llorar los ojos—¡¿qué demonios te pasa?!.
  —Hoshi—se levantó e intentó quitarmela pero me aferré a ella—Hoshi no creo que sea bueno que vayas a Seúl.
  —¿por qué no? ¿Eh? ¿Porque no estaré contigo 24/7?.
  —¡porque todos se van a ir! ¡¿Tú crees que Minghao se va a quedar?! ¡Tiene demasiado talento como para quedarse en Anyang!.
  —tu dependencia hacia nosotros no es mi culpa.
  —¡¿no lo es?! ¡¿Quién es el idiota que llegó llorando a mi lado?!.
  —¡yo no te obligué a levantar la mano cuando pidieron a alguien de fotografía!—me limpié las lágrimas que salían sin control de mis ojos—si tú no puedes vivir sin mi entonces creo que esto debe terminar.
  —¿qué? No, Hoshi podemos solucionarlo.
  —ya no quiero ser parte de tu solución, te amo pero así no quiero ser parte de tu vida.
  —no puedo solo—él también estaba llorando.
  —entonces llama a tu tía—salí de la habitación con la intención de ir a mi habitación para llevarme algunas cosas.
  —sin ti voy a recaer—dijo mientras me seguía.
Lo sé, sé que sin mi no puedes pero no es mi responsabilidad. Solo trato de convencer a mi corazon de que no lo es porque insiste en que debemos quedarnos aunque yo sepa que no es lo correcto.
Mientras arreglaba mis cosas intenté bloquear su voz de mi cabeza.
Me tomó fuerte de la muñeca y me hizo voltear. Podía sentir mi muñeca doler por el agarre de su mano.
  —Mingyu me lastimas—forcejeé para que me soltara—¡ya! ¡Solo me iré esta noche! ¡Estoy muy enojado como para pasar la noche contigo hoy!.
  —¡¿vas a regresar?!.
  —¡sí!—grité desesperado, realmente sentía que en cualquier momento me iba a romper el brazo—¡te lo prometo! ¡Lo prometo!—me soltó lanzandome a la cama y se fue.
Terminé de guardar mis cosas y me fui lo más rápido que pude.

  —ese niño...—Jun estaba vendando mi muñeca—un poco más y te rompe la muñeca—seguía llorando, estaba intentando hablar pero realmente me dolía mucho, estaba asustado y enojado—. Bueno no te la iba a romper, quizá una fractura leve ¿qué es esto?—tomó mi carta y la abrió—¡ah! ¡quedaste en la universidad! ¡te aceptaron en la univerdad!—se acercó y me abrazó—¡felicidades! Wow... estoy tan orgulloso de ti ¡Joshua! ¡voy a despertar a Joshua!—corrió hacia la habitación—¡Joshua! ¡Jisoo! ¡Hoshi entró a la universidad! Hoshi... espera, deja vuelvo con Hoshi—volvió hacia donde yo estaba—¿pelearon por esto?—me mostró la carta.
  —¡Soonyoung! ¡Feli...! ¿Por qué lloras?.
  —yo... estoy muy feliz.
  —no no, pinche Mingyu ¿qué hora es?—revisó su teléfono—es muy tarde.
  —¿qué?—Joshua estaba confundido.
  —Mingyu lastimó a Hoshi ¿qué te dijo?—señaló la carta.
  —la ocultó, fue... creo que jamás me había hecho sentir tan mierda. Me sentí como un objeto o una niñera.
  —bueno, puedes quedarte con nosotros—dijo Joshua—al menos duerme un rato, Jun y yo vamos a hablar.
  —pero...
  —ve al cuarto, en un rato vamos—dijo Jun.
Me levanté y me dirigí al cuarto para acostarme en la cama.
  —¿y qué vamos a hacer?—preguntó Joshua—yo no lo voy a mandar de regreso con Mingyu.
  —yo tampoco quiero pero ¿qué vamos a hacer? No podemos mantenerlo aquí, a penas tenemos para que yo viva aquí.
  —ni si quiera vives aquí.
  —podemos vender mi carro.
  —¿y con Mingyu? Tampoco sería correcto dejarlo así, va a recaer—me cubrí los oidos con una almohada.
Ya estaba bastante cansado.
Me quedé dormido aunque no dormí muy bien y el siguiente día no fue mejor.
Supuse que para la hora en la que él esperaba que regresara me cortó el servicio de teléfono. Le pedí su teléfono a Joshua para avisarle a mi padre que había quedado en la universidad, él estaba feliz. Me ayudó a volver a conectar mi teléfono el siguiente día aunque ya no me sentía bien con ese teléfono, era de Mingyu y si quería terminar definitivamente tenía que devolvérselo.
Pasada una semana por primera vez lo vi en la escuela, se veía bastante mal. Obviamente drogado, con ojeras, el cabello despeinado y a la mierda su ropa formal. Él estaba saliendo de la dirección cuando lo vi, yo solo salí corriendo para evitar que él me viera.
Me sentía estúpido ya que estaba huyendo de alguien menor que yo ¿en serio le tenía miedo alguien a quien había derribado fácilmente alguien de la altura de Dk?.
  —Soonyoung—grité cuando escuché a alguien a mi lado decir mi nombre.
Ahí estaba esa mujer tan refinada, delgada y vestida toda de negro, la tía de Mingyu.
  —señora... hola—sonreí un poco agitado.
  —lo viste ¿no?—asentí con la cabeza—una semana más y seguro acaba con su huerto—bromeó—¿estás en tu descanso? Quisiera invitarte un café.
  —¿Mingyu vendrá?.
  —no sabe ni que yo estoy aquí.
  —entonces sí.

  —según la servidumbre Mingyu te agredió fisicamente, luego se fue a la asotea un rato y terminó drogado. Tardó más de lo que pensé—tomó su café y le puso azucar—no le tengo ningún tipo de cariño a él pero a mi hermana sí y ese niño era la adoración de mi hermana—dejó el azucar y sacó de su bolsa un folleto—él a mi no me tiene una pizca de respeto y si yo estoy en la casa sale al jardín—puso el folleto sobre la mesa y me lo pasó—Mingyu cumplirá dieciocho el mes que entra y yo tendré menos autoridad sobre él según la ley—tomé el folleto.
Lo leí atentamente aunque con leer el título entendí perfectamente lo que quería.
  —¿sugiere internarlo?.
  —sí, esta gente se dice experta en rehabilitación de gente con farmaco dependencia así que solo necesito que tú logres convencerlo de internarse o que lo encierres, te quedes con la llave y me llames. Yo le pediré a esas personas que vayan por él a casa. Soy su tutora así que no te preocupes por la legalidad de esa segunda opción
  —no quiero ayudar—le regresé el folleto.
  —yo misma te conseguiré un lugar donde quedarte los meses que te faltan para tu graduación o en caso de que no quieras te conseguiré un trabajo para que puedas sobrevivir estos meses. Entiendo lo de no querer volver a ver a alguien que te lastimó, soy viuda pero no sabes lo aliviada que me siento desde que ese maldito murió. Tanto quería hijos y provocó que abortara tres. Si ese niño no me quiere me da igual, legalmente es mi hijo y sé que tú podrás ayudarme a mantenerlo a salvo.
  —el próximo mes entra muy pronto, tal vez debió haberme avisado antes.
  —tranquilo, sé que él feliz recibirá una visita de cumpleaños.
  —no puedo hacerle eso.
  —y sé que no lo harás—se levantó—solo es por si acaba el mes antes de que puedas hacerlo—toma—dejó algunos billetes sobre la mesa—. Sé que si lo amas de verdad harás lo correcto.
Pagué el café y noté que entre los billetes había un papel con su número, lo guardé aún sin saber qué hacer.
Yo realmente necesitaba lo que ella me había ofrecido. No podía vivir de mis amigos toda mi vida y mi papá estaba en Seúl así que sería hasta que entrara a la universidad, incluso si trabajaba podría conservar el trabajo y ayudarle a papá.
Caminé por los pasillos intentando mantener mi mente libre hasta que me encontré con Minghao y Mingyu en un salón, ambos sentados al lado de la puerta por lo que si yo pasaba me verían. Me agaché sintiendo en seguida la incomodidad del momento.
  —sé que lo que hice estuvo mal pero...
  —Jun dijo que quería llevar a Hoshi al hospital cuando vio su mano ¿crees que tienes un pero para eso? Eres justo el tipo de chico del que tanto me pedías que me separara.
  —Minghao de verdad yo no sé qué hacer ahora... perderé este semestre y justo ahora me siento tan mal y todavía no llego al fondo.
  —¿quieres llegar al fondo?.
  —solo quiero salir pero he escuchado que mucha gente no sale hasta que llega al fondo.
  —tienes diecisiete años, lastimaste a tu novio y llevas una semana en drogas. Mingyu sí tú así lo quieres tienes futuro, incluso puede que tu relación con Hoshi aún tenga futuro.
  —solo... solo quiero a mis papás. Mi vida estaba en orden cuando ellos estaban aquí.
  —¿qué tiene de diferencia? Igual te la pasabas drogado.
  —pero me mantenían en mi burbuja, jamás lastimé a nadie.
  —porque no había nadie.
  —cuando lastimé a Hoshi no estaba en drogas, quizá es lo que más miedo me da.
  —tienes ataques muy fuertes de ira niño, deberías considerar buscar ayuda profesional.
  —me da miedo.
  —¿conseguir ayuda profesional?.
  —admitir que estoy mal ante alguien con la autoridad de hacer algo.

We fell In Love In October •Soongyu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora