Capítulo 8: La mejor noche de mi vida

453 58 32
                                    

— K-Koko...— Murmuró el rubio con cierto miedo que ni él sabía porqué lo sentía.

En un segundo, todos habían hecho un círculo en el lugar al rededor de ambos chicos, observando la escena entre susurros, esperando a que algo sucediera. Inui odiaba estar en esa situación, sus manos sudaban, igual que su frente, haciendo que sus rubios cabellos se adhieran a ésta. Se sentía nervioso y ansioso, juzgado por todas las personas que había allí alrededor.

Yo estoy en un extremo de la cuerda y tu en el otro. Odiaba cuando Koko decía cosas como aquellas, porque en esos momentos le hacía sentirse inferior.

— Oh~ ¿sigues aquí, cucaracha?— Un chico alto y de cabello negro se acercó al lugar, parándose a un lado de Kokonoi.— Pensé que te habrías ido, después de todo no perteneces aquí.— Se acercó a Inui, algunos incluso empezaron a gravar.— ¿qué hacemos con él, Koko? Golpearlo suena tentador.

Seishu miró a Hajime sobre el hombro del chico, esperando alguna respuesta o alguna reacción de su parte, pero el pelinegro sólo lo observaba sin ninguna expresión en su rostro, hasta que una sonrisa se dibujó en sus labios.

— Pues...-

— ¡Seishu!— Y antes de que Kokonoi pudiera decir algo, Izana apareció en la escena, corriendo hacia Inui.— Joder, te separaste mucho de mi.— Dijo tomando el rostro del chico entre sus manos, ignorando todo su alrededor.

— I-Izana...— Inui lo quiso apartar, avergonzado porque todos los presentes los vieran así, pero Izana no se quiso apartar.

— Mejor ya vámonos, creo que no fue buena idea tomar tanto.— Dijo tomando la mano del chico para salir del lugar.

— Oye ¿a dónde crees que vas?— Una mano en su hombro detuvo a Izana antes de que pudiera irse.

— Nos vamos, déjame irme.— No sonó como una petición, sino más bien como una orden.— Suéltame.— Su voz salía fría y tosca, a Inui llegó incluso a asustarle.

— Tu vete, pero él se queda.— El chico tomó la muñeca de Inui con fuerza, evitando que se vaya.

Ese sin duda fue la gota que rebasó el vaso. La hermosa mirada morada de Kurokawa se perdió detrás de sus cabellos, dándole un aspecto más sombrío y atemorizante. Todos los presentes sintieron esa oscura aura al rededor de él y cuando menos pudieron acordar, el chico pelinegro que tenía agarrado a Inui, terminó en el suelo, noqueado de una rápida y fuerte patada en su cabeza por parte de Izana.

— Maldita mierda, no te atrevas a tocar lo que me pertenece.— Dijo mirando al chico en el suelo, con sangre bajando por la comisura de sus labios y nariz.— Vamos, Seishu.— Volvió a ordenar.

— ¿se van tan rápido?— La pregunta de Kokonoi los detuvo. Izana ni se molestó en mirarlo.

Inui observó al chico parado a unos cuantos metros lejos de ellos, con un rostro sin expresión y unos ojos llenos de algo que Inui no podía descifrar bien qué era, tal vez algo como rabia, que intentaba cubrir con esa tranquila máscara que Hajime siempre usaba.

— ¿también quieres una parada acaso?— Preguntó con frialdad el peliblanco, apretando sin querer la muñeca de Inui.— ¿o tal vez quieres molestarnos?

— No, para nada, yo no pierdo mi tiempo con inútiles.— Dijo con una dulce sonrisa, falsa como todas las que Koko forzaba.— Espero que se hayan divertido, yo si me divertí con semejante espectáculo. Espero que cuides lo que es "tuyo" Izana, no sabes cuando alguien puede quitártelo ¿verdad?— Kurokawa frunció el ceño con confusión.

— ¿es una amenaza?

— Oh, claro que no, sólo es un... consejo.— Finalizó con una pequeña sonrisa en sus labios.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora