Capítulo 40: Situaciones complicadas

415 79 94
                                    

— ¿Koko? ¿qué haces allí? ¿Tanto tardarás en ducharte? Vamos, sal de ahí, jugamos en dos horas.— Dijo el chico detrás de la cortina de baño.

Seishu y Koko se miraron por largos segundos, sin saber qué hacer, estaban atrapados, entre la espada y la pared. Koko se giró, viendo la sombra del chico parado del otro lado, estaba literalmente frente a ellos, sólo separados por una delgada cortina. Hajime apretó los labios, maldiciendo a Sanzu parado del otro lado que le había interrumpido todo.

— Déjame, idiota ¿acaso no puedo ducharme tranquilo?— Preguntó notablemente molesto por la interrupción.

— Al parecer sigues enfadado ¿jugarás el partido de hoy? Jugamos en dos horas.— Koko suspiró, harto de que Sanzu siguiera haciendo preguntas.

— Si, si, jugaré.— Dijo sin mucho interés, volviendo a acercarse a Seishu para dar por finalizada esa conversación.

Sus labios volvieron a unirse con desesperación mientras Koko volvía a bajar sus manos al trasero de Seishu, manoseandolo mientras sus miembros se rozaban. Los jadeos se ahogaban en sus bocas para no soltar ningún ruido, pero cuando Koko subió una de sus manos al pezón de Seishu y lo rozó, un agudo gemido resonó por las duchas.

— ¿Koko?— La voz de Sanzu volvió a escucharse.— ¿qué mierda haces? ¿estás jalandotela ahí dentro?— Preguntó con una risa.

— ¡Claro que no, idiota! es sólo el ruido del grifo.— Dijo girando la perilla de la ducha para cerrar el paso al agua, la cual hizo un agudo sonido.

— Bien, como digas.— Esta vez, Sanzu se dio la vuelta para irse.

Koko soltó un suspiro de alivio cuando vio a sombra de Sanzu alejarse tras la cortina de baño. Volvió a mirar a Seishu, que trataba de escurrir el agua de su cabello y ropa, ya que se había mojado un poco, al igual que él, pero no hizo nada al respecto, sólo pasó su mano por su negro cabello mojado, tirándolo hacia atrás, disfrutando la hermosa vista que tenía delante de él.

— Mierda, me mojé mucho.— Murmuró Seishu mientras estrujía su camiseta.

— Yo puedo hacer que te mojes aun más.— Dijo Koko de la misma forma con un tono coqueto mientras se acercaba a Seishu.

El cálido aliento de Koko chocó contra los rosados labios de Seishu, pero antes de que pudiera besarlo, Koko bajó hasta su cuello, donde empezó a lamer la suave y mojada piel blanca, succionando también y dejando leves marcas rojas que no durarían mucho, hasta que se acercó más a un lateral de su cuello, casi hasta la parte trasera, donde succionó con más fuerza e incluso se tomó el atrevimiento de morder para dejar una buena marca que perduraría.

Seishu ahogó un gemido cuando una ola de excitación recorrió todo su cuerpo al Koko morder su cuello. Su polla empezaba a doler, apretaba dentro de su pantalón, así que bajó una mano hasta allí y liberó su erección, la cual Koko tomó con una de sus manos mientras seguía lamiendo su cuello y empezó a mover su mano de arriba abajo con una velocidad prudente, pero no era suficiente para Seishu.

— M-Más rápido... por favor.— Pidió con descaro mientras sus manos apretaban los fuertes brazos de Hajime.

— Que caliente estás, Inupi.— Murmuró cerca de su oreja, sacándole un jadeo a Seishu.— Y eso me encanta.— Dijo subiendo su mano restante hacia uno de los pezones de Seishu.

— ¡Oigan, una pregunta!— Oyeron que alguien exclamó desde los vestidores. Ambos chicos reconocieron la voz, pero la excitación los hundía cada vez más para prestar la suficiente atención.

— Dinos, Izana.— Respondió otro chico del equipo de fútbol.

— Se puede invitar a cualquier persona a ver el partido ¿no es así?— Preguntó con su celular en la mano.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora