Capítulo 41: Atrapado

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El sonido de un celular resonó entre las duchas, más específicamente, desde una de las duchas, la única que tenía una cortina de baño. Todos los que estaban allí dirigieron su mirada hacia ese lugar, frunciendo el ceño con confusión al oír un tono de llamada de una canción de Britney Spears.

Del otro lado de esa cortina de baño, Seishu y Koko entraron en pánico. El rubio trató de sacar su celular con sus manos temblorosas del bolsillo de su pantalón, lo cual se le dificultó un poco al tener la ropa mojada.

— Apúrate idiota.— Susurró Koko, apresurando a Seishu, lo que lo ponía aún más nervioso de lo que ya estaba. Iba a darle un ataque en cualquier momento.

— Y-Ya voy.— Tartamudeó sacando finalmente su celular.

Seishu miró el nombre del contacto en la pantalla, el cual decía "Izana ♡". Su corazón retumbó contra su pecho, asustado por quien lo estaba llamando. No podía responder la llamada, así que tuvo que rechazarla, lo cual le dolía, ya que no estaba rechazando la llamada de cualquiera, era la de Izana.

— Mierda ¿Quién te llamó?— Preguntó Koko queriendo ver la pantalla del celular de Seishu.

— Uhm...— Pero antes de que Seishu respondiera, unos pasos se oyeron acercándose a ellos.

— ¿Koko? ¿Esa canción que sonó fue de tu celular?— Preguntó alguien del otro lado.

— Eh... ¡s-si! Lo siento, apreté algo en mi celular sin querer.— Dijo desde el otro lado, queriendo que la tierra lo tragara por tener que decir eso.

El odiaba las canciones de Britney Spears.

— Emm... ¿te gusta escuchar las canciones de Britney Spears?— Preguntó el chico con cierta burla en su tono de voz. Algunas risas se oyeron de fondo, poniendo rojas las mejillas de Hajime.

— Cállate ¿tienes algún problema?— Se oyó molesto, casi agresivo. Las risas se detuvieron de inmediato.

— N-No...— Respondió, ahora algo nervioso.— Lo siento, termina de ducharte.— Se disculpó alejándose.

Koko suspiró con cansancio, mirando hacia Seishu otra vez, el cual tenía una tierna expresión, de esas como si fuera un perrito regañado. Hajime nunca sintió ternura por nada, pero en ese momento, el pequeño puchero de Seishu fue la cosa más tierna que había visto nunca, toda su molestia se había ido con sólo ver esos hermosos y brillantes ojos verdes.

— Deberíamos parar con esto por ahora, ya fue suficiente.— Dijo apenas separándose un poco, pero los dedos de Seishu apretando su brazo lo detuvieron.— Inupi...

— ¿Seguiremos con esa conversación pendiente?— Tal vez Seishu no lo notaba, pero estaba prácticamente suplicando con sus ojos.

— ¿Es realmente necesario?— Koko apartó la mirada, pasando su mano por su cuello con incomodidad.

— Por favor, Koko.— Pidió Seishu acercándose un poco a él.

Sus miradas volvieron a encontrarse, verde contra negro, mezclándose y perdiéndose en la mirada ajena. Hajime tomó un puñado de cabello rubio y empujó a Seishu hacia su rostro, tomando sus labios entre los suyos, hundiéndose en ellos, en el extraño sentimiento que le producía Seishu dentro de su pecho.

— Quiero saber, Koko, quiero... conocerte.— Murmuró Seishu apenas se separaron un poco.

— ¿Por qué? ¿Acaso no habíamos acordado otra cosa?— Su voz sonó algo ronca, pero seguía susurrando.

— ¿Importa a esta altura?— Una pequeña risa salió por parte de Koko.

— Estas metiéndote en terreno pantanoso, Inupi.— Seishu sonrió ligeramente.— Pensé que me odiabas y no querías tener nada que ver conmigo.— Los ojos verdes rodaron por el comentario.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora