Capítulo 14: Tan gay

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— No puedo creer que en serio hayas hecho eso.— Dijo el chico de cabello largo mientras pasaba otra página de la revista porno que tenía entre sus manos.

— Amigo, fue tan divertido.— Rió el contrario.— No pensé que llegaría tan lejos en realidad.— Dijo estirando todo su cuerpo por su amplia cama, estorbando lo que estaba viendo su amigo.

— Ahg, quédate quieto, tarado.— Se quejó empujando al chico con sus pies hasta tirarlo de la cama.— Eres muy posesivo con ese nerd.— Volvió a acomodarse contra la cabecera de la cama.

— No lo soy, sólo... me divertía.— El pelinegro se levantó del suelo, viendo que ahora su amigo estaba boca arriba.— Fue divertido exponerlo frente a su familia diciendo que somos amantes.

— Que homosexual.— Murmuró llevando una de las frituras que había a su lado a su boca.

— Vamos Sanzu, sabes que no lo soy.— Koko se acercó a su amigo lentamente.— Además, tu eres el gay aquí entre nosotros.— Dijo subiéndose sobre el regazo del chico y quitándole la revista de las manos.

— Oh no, no me metas en tus homosexualidades.— Se quejó tratando de arrebatarle la revista.— ¡dámela!

— ¡ja! ¿Estabas viendo a éste caliente hombre de cuerpo bien formado?— Se burló mostrándole la misma página que estaba viendo hace unos segundos.— Eso no es muy hetero de tu parte, Haruchiyo.

— ¡no estaba viendo eso! ¡Veía a la hermosa chica de la otra página!— Se defendió apuntando a la chica media desnuda de la página de al lado. Koko volvió a mirar la revista.

— ¿eh? ¿Esa?— La señaló.— Vamos Sanzu, me he acostado con mejores mujeres que esa, con cuerpos más curvos y tetas más grandes.— Se jactó tirando la revista hacia atrás como si fuera basura.

— Y aún así te acuestas con un chico sin curvas y sin tetas.

— Ouch.— Koko hizo una mueca, actuando falsamente herido.— Pero tiene buen culo, admitelo.— Sonrió con arrogancia.

— Tengo mejor culo que ese.— Contradijo.

— Oh, ya lo creo, pero eso no es muy heterosexual de tu parte.— Rió el pelinegro.

— Ya te dije que no me metas en tus homosexualidades.— Haruchiyo frunció el ceño algo molesto.

— No parecías muy hetero "esa" noche.— Hizo comillas.— Casi follamos esa vez.— Rió.

— Ni me lo recuerdes.— Murmuró con sus mejillas levemente rojas.— Pero no me van los chicos, amigo.— Suspiró.

Koko lo miró un largo rato, sin decir nada. Sanzu mantuvo la mirada, como si fuera una fría guerra, o más bien una infantil guerra. Sin decir nada, Koko se acercó al chico y unió sus labios con los de él, en un caliente y húmedo beso. Sanzu no se negó, Hajime sabía que no lo haría, por eso lo besó tan desprevenidamente. Ni siquiera espero a que Haruchiyo abriera la boca e introdujo su lengua, profundizando el beso cuando hundió sus dedos en los suaves cabellos rubios.

En medio del beso, un pequeño y ronco gemido salió de la boca de Sanzu, haciendo sonreír a Koko, cosa que el contrario notó. Sanzu conocía perfectamente a Koko, su vil mente, su egocentrismo y orgullo, todo, por eso sabía que esa sonrisa era de satisfacción, como si con ella estuviera diciendo "te lo dije". Lo maldijo en mil idiomas por dentro, pero aún así no se separó, aunque no lo admitiera, amaba tener la lengua de Kokonoi dentro de su boca. Para él no era extraño, sólo eran cosas de mejores amigos ¿no?

Al separarse, un hilo de salíba conectó sus labios, se miraron unos cortos segundos y volvieron a besarse, hundiéndose en profundos besos que provocaban húmedos sonidos que llenaban la habitación. Sanzu sintió una corriente eléctrica que bajó hasta su entrepierna, y al parecer Koko también la sintió, pues estaba arriba de él y bajó su mano hasta el pantalón de Sanzu, el cual soltó un pequeño gruñido y apartó la mano de Hajime para luego empujarlo y que éste cayera a su lado, soltando sonoras carcajadas.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora