Capítulo 39: No te entiendo, no me entiendo

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Seishu se preguntaba como es que había llegado a estar sentado en las gradas de la cancha de fútbol, viendo a Izana jugar con el resto del equipo de fútbol y riendo por cada vez que él y Koko parecían chocar dentro de la cancha mientras jugaban porque aparentemente se les dificultaba conectar. Tenían una pésima coordinación, no podían comunicarse bien y fallaban, eran un mísero desastre.

Cuando Koko falló un gol porque Izana justo se metió en medio, parecía que había sido el colmo de todo, Hajime había caído al suelo de rodillas pasando sus dedos por sus negros cabellos, sintiéndose estresado, frustrado y cansado. Se levantó bruscamente cuando sus compañeros empezaron a acercarse y se dirigió a la banca, donde tomó su bolso, sus cosas y se fue sin siquiera decir nada. Estaba muy enfadado y nadie se iba a atrever a acercarse, ni siquiera el entrenador.

Tratando de aguantar las carcajadas porque sabía que no podía ser descubierto por estar ahí, Seishu se escabulló entre las gadas y bajó a los vestuarios donde estaba seguro de que Koko iría, asegurándose de que nadie lo viera, claro, ya que sino podría ser sancionado.

Se asomó entre la puerta, viendo a un enfadado Koko sentado en una banca y murmurando maldiciones mientras se desataba los cordones para cambiarse.

— Maldito bastardo, no sabe ni siquiera quedarse en su puta posición ¿¡como pudo siquiera jugar en el equipo antes!?— Exclamó quitándose los zapatos de deporte.— Mierda, es tan frustrante jugar con él, no sabe hacer nada bien, por eso lo detesto tanto.— Maldijo dándole un golpe a su casillero.

— Entonces ¿por qué lo invitaste a jugar en el equipo?— Preguntó Seishu entrando al lugar, cerrando la puerta detrás de su espalda.

— No me jodas que estuviste viendo la práctica.— Seishu se encogió de hombros con una sonrisa mientras se acercaba a Koko.

— Para que sepas, en realidad vine a ver a Izana, no a ti.— Respondió apoyándose en los casilleros sin borrar esa sonrisa de burla.

— Pff, pues espero que hayas quedado deleitado con su especial forma de jugar.— Dijo con ironía rodando los ojos.

— Si tanto te molesta jugar con él ¿por qué le dijiste que se uniera al equipo?— Koko apartó la mirada, pensando en aquel momento de ayer cuando encontró a Izana y Seishu juntos.

— Si tanto te molesta jugar con él ¿por qué le dijiste que se uniera al equipo?— Koko apartó la mirada, pensando en aquel momento de ayer cuando encontró a Izana y Seishu juntos

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— ¿Qué haces aquí?— Había preguntado Izana con agresividad.

Koko apretó sus labios, sin saber qué responder exactamente, sintiéndose extraño. Él no era así, él no tenía esos extraños sentimientos.

— Bueno...— Los ojos de Koko divagaron un poco, tratando de buscar alguna excusa, hasta que observó los volantes pegados en la pared sobre el campeonato.— Quiero que vuelvas al equipo de fútbol.

Los ojos morados de Izana e incluso los verdes de Seishu se abrieron ampliamente, sorprendidos por la petición de Koko. Hajime quería ser enterrado vivo, que la tierra lo tragara, incluso quería golpearse la cabeza contra la pared por decir semejante estupidez. Él no quería que Izana volviera al equipo, de hecho sería lo último que desearía en el mundo, ellos no se llevaban bien.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora