Inui lleva una vida algo tediosa en la preparatoria, ya que, estando en una escuela de élite, entre tanta gente con dinero y de clase alta, él está totalmente al fondo del frasco, siendo discriminado por muchos.
Por otro lado, Koko lleva la mejor vi...
Koko caminaba tranquilamente por los pasillos al lado de Sanzu, escuchándolo hablar de cosas que realmente parecían no tener sentido, aunque no lo veía extraño, estaba seguro de que Haruchiyo se había fumado un porro esa mañana como desayuno, así que sabía que no estaba en sus cinco sentidos.
Mientras lo oía hablar sin prestarle atención, entró en lo profundo de su mente, divagando entre sus pensamientos sobre las órdenes de su padre: como entrar al equipo de fútbol y hacerse el capitán de éste para así mantener la alta reputación de su familia, como también le seguía molestando el hecho de que alguien tenía poder sobre ello y podría tirar todo su esfuerzo a las mierda con simplemente abrir la boca.
Ese chico pobre y rubio no salía de su cabeza desde hace unos días.
— Oye, tengo un nuevo chisme.— Escuchó a la gente mientras caminaba por el pasillo.—Sabes de este chico raro y pobre ¿no? El que siempre parece estar deprimido y solitario.— La descripción de aquella persona se ajustaba bastante a otra que Hajime podía pensar.
— Uhm, si, el rarito ese Inupi ¿no?— Le respondió la otra persona con la que hablaba.
— Si, ese, pues resulta que muchos andan diciendo que lo vieron con alguien que últimamente se está haciendo muy popular.— Koko abrió sus ojos ampliamente.— Que extraño ¿no lo crees? ¿Ese rarito hablando con gente popular? Pff.— Una risa salió de aquellos labios.
— ¿Sabes quien es?— Preguntó intrigada la otra persona.
— Nop, Hina fue quien me lo contó y no recordaba el nombre del chico, sólo sabía que era popular.— Hajime se tensó, poniéndose nervioso por un momento.
— Uhm... Sanzu, no corren rumores raros sobre mi ¿o si?— Preguntó al chico pelirosa caminando a su lado.
— Eh... ¿rumores?— Koko se fijó en lo grandes que se veían sus pupilas, Sanzu estaba ido, no tendría una respuesta clara.
Aquel mismo rumor se repitió por todo el pasillo, Hajime escuchó lo mismo por varios minutos mientras caminaba junto a Sanzu, y empezaba a ponerse paranoico.¿Habían visto ese rarito con alguien popular? ¿Podría ser él? ¿Quien podría haberlos visto? ¿Alguien que entró al baño ese día y no lo notó? ¿Tal vez lo vieron por la ventana? No, peor aún ¿y si ese chico le contó a alguien?
Koko apretó los puños mientras aquel pensamiento se aferraba como una posibilidad, escuchando más y más aquel rumor que estaba quemando su cabeza. Tenía que hablar con ese chico, tenía que arreglar esto y poner las cosas en su lugar antes de que pueda terminar peor, sabía como funcionaban los rumores aquí.
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Seishu miró hacia todos lados antes de ir abajo de las gradas, donde decía aquella nota que habían dejado en su escritorio que debía ir. No había nadie alrededor, así que caminó hasta allí, se adentro en el lugar y buscó con su mirada alguna señal de presencia de alguien, pero parecía estar vacío.
