Capitulo 83 (T2): Solos, pero juntos

150 31 15
                                    

— ¿Quitaste la piedra que sostenía la puerta? Genial, ahora estamos aquí atrapados.

Oír algo como eso fue sin duda lo último que quería oír Seishu. Quería hacer un pozo allí mismo y meterse para no tener que enfrentar esa situación, para no tener que ver a Hajime a la cara.

— ¿Atrapados…?— Susurró, sin poder procesarlo aún. Trató de empujar la puerta, pero no cedía, busco una perilla, pero tampoco había una, la puerta no se abría.

— No te molestes en tratar de abrirla, no se puede, sólo abre por fuera.— Dijo Hajime detrás de él.

— ¡Oigan, alguien ayúdenos!— Trató de gritar, pero nadie lo oía.

Un suspiro salió de los labios del pelinegro al ser ignorando ¿Qué más podía pedir por parte de Seishu? Sólo se limitó a sentarse en el suelo, mientras el rubio seguía tratando de llamar la atención de alguien con desesperación, hasta que se acordó de su celular. Rápidamente se apresuró a sacar el dispositivo de su bolsillo y trató de prenderlo, pero olvidó un pequeño detalle: no tenía batería.

Golpeó su frente contra la puerta, oyendo un sonido sordo que hizo eco en toda la habitación. En momentos como esos odiaba usar su celular durante clases y por eso llegar al final del día sin batería, debió sólo haber ido a su habitación y dejar que Chifuyu y Ryusei entrenaran sin él estar ahí.

— Oye ¿No tienes tu celular o algo? Llama a alguien.— Exigió dándose la vuelta para ver a Hajime, encontrándose con él sentado en el suelo tranquilamente, se tuvo que ahorrar cualquier comentario reprochando su actitud tan despreocupada.

— Mi celular y mis cosas están en mi casillero en los vestuarios ¿Qué te hace pensar que entreno con mi celular en el bolsillo?— Seishu tomó aire, mucho aire, tratando de tener paciencia.— No te desesperes, supongo que en algún día alguien llegará.— Dijo encogiéndose de hombros.

Seishu no pudo responder algo a eso, ni siquiera quería hablar con él más de lo necesario, y estar juntos en una habitación, solos, era la última cosa que le gustaría hacer en su vida ¿Por qué el universo tenía que ser tan cruel?

Suspirando pesadamente se sentó en el suelo, apoyando su espalda en la puerta. Miró a sus pies apretando sus labios con disgusto, odiaba estar en esa situación. Lentamente levantó su mirada, viendo al chico sentado al frente suyo, por suerte, Hajime parecía estar entretenido mirando al techo, aparentemente aburrido, hasta que se sorprendió cuando al parecer sintió su verde mirada sobre él y sus ojos se encontraron una vez más.

Rápidamente Seishu apartó la mirada, abrazando sus piernas contra su pecho. Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Hajime, bajando la mirada para que Seishu no la notara, pero no pudo evitar mirarlo de reojo y el rubio eso lo notaba, empezando a jugar con el piercing de su labio por los nervios de tener esa oscura mirada sobre él.

— Me gusta tu piercing y tu nuevo corte.— Dijo Hajime, haciendo que una extraña sensación bajara por el estómago de Seishu.— No creí que serías de la clase de persona que se haría una perforación a decir verdad.— Y en realidad, tenía razón, si no fuera por Shinichiro, jamás lo hubiera ni pensado.

— Uhm… supongo.— Fue todo lo que respondió con clara incomodidad.

— Quise hacerme una perforación en la oreja, pero… bueno, mi padre no me dejaba.— Suspiró.— Según él se veía “poco masculino”. Ese señor tiene ideas raras.— Bromeó soltando una risa.

A este punto, Seishu se sentía muy incómodo y seguía sin entender por qué Hajime quería seguir manteniendo una conversación.

— ¿Por qué me hablas?— Preguntó de repente, haciendo que la sonrisa del pelinegro desapareciera.— No necesitas hablarme, creí haberte dicho hace unos meses que no lo hicieras.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora